Israel bombardeó edificios palestinos

Arafat habría resultado ileso, pero consideró la actitud israelí como "una declaración de guerra". Cuatro personas murieron y 30 resultaron heridas. Annan regresó precipitadamente a Israel.

12 octubre, 2000

Tras los bombardeos israelíes dirigidos hoy (jueves 12) contra edificios palestinos en Gaza y Ramala, el líder palestino, Yaser Arafat, subrayó esta tarde que los palestinos no cesarán sus intentos por conseguir un Estado con capital en Jerusalén, al tiempo que consideró estos últimos ataques como “una declaración de guerra”.

“Los palestinos somos un pueblo fuerte y no nos asusta, ni dudaremos en marchar hacia Jerusalén, la capital legítima del Estado palestino”, dijo Arafat, cuando visitaba a las víctimas de ataque.
En el hospital Sheba de Gaza, el último parte médico indicó que cuatro personas murieron en los bombardeos y otras 30 resultaron heridas.

Entretanto, los carros de combate israelíes rodean todas las ciudades palestinas –con alrededor de un millón de habitantes–, que han quedado totalmente aisladas unas de otras en Cisjordania.

El cerco militar ha convertido a las ciudades de Naplusa, Ramala, Belén, Tulkarem, Hebrón, Kalkilia, Jericó y Jenin en islas dentro del territorio de Cisjordania.

También la franja de Gaza, sobre el mar Mediterráneo y separada de Cisjordania por el desierto meridional de Israel, el Néguev, se hallaba bajo sitio, pues las autoridades militares no permiten la salida ni la entrada a ese territorio con otro millón de palestinos.

Las medidas militares se suman a la prohibición de entrar a territorio israelí que ya pesaban sobre el grueso de los 100.000 obreros de Gaza y Cisjordania que suelen ganarse la vida trabajando en Israel, a raíz de la nueva “intifada” o alzamiento palestino.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, interrumpió su visita al Líbano, y regresó precipitadamente a Israel.

La visita de Annan a Líbano tenía como principal objetivo tratar de reducir la tensión entre este país e Israel y mediar en la crisis originada por la captura, el pasado sábado, de tres soldados israelíes por la milicia chií libanesa Hizbulá en la frontera sur entre Líbano, Israel y Siria.

Los líderes árabes están convocados de manera urgente el próximo día 21 en El Cairo para estudiar la conflictiva situación de Oriente Medio, reunión a la que han confirmado ya su asistencia 17 de los 22 jefes de Estado de los países que conforman la Liga Arabe.

Los enfrentamientos entre palestinos e israelíes, que comenzaron a finales de septiembre, han cobrado la vida de alrededor de 100 personas, en su mayoría palestinos.

Durante este período, las manifestaciones contra Israel y la llamada a la guerra santa (Yihad) se han repetido casi a diario en todos los países árabes.

Tras los bombardeos israelíes dirigidos hoy (jueves 12) contra edificios palestinos en Gaza y Ramala, el líder palestino, Yaser Arafat, subrayó esta tarde que los palestinos no cesarán sus intentos por conseguir un Estado con capital en Jerusalén, al tiempo que consideró estos últimos ataques como “una declaración de guerra”.

“Los palestinos somos un pueblo fuerte y no nos asusta, ni dudaremos en marchar hacia Jerusalén, la capital legítima del Estado palestino”, dijo Arafat, cuando visitaba a las víctimas de ataque.
En el hospital Sheba de Gaza, el último parte médico indicó que cuatro personas murieron en los bombardeos y otras 30 resultaron heridas.

Entretanto, los carros de combate israelíes rodean todas las ciudades palestinas –con alrededor de un millón de habitantes–, que han quedado totalmente aisladas unas de otras en Cisjordania.

El cerco militar ha convertido a las ciudades de Naplusa, Ramala, Belén, Tulkarem, Hebrón, Kalkilia, Jericó y Jenin en islas dentro del territorio de Cisjordania.

También la franja de Gaza, sobre el mar Mediterráneo y separada de Cisjordania por el desierto meridional de Israel, el Néguev, se hallaba bajo sitio, pues las autoridades militares no permiten la salida ni la entrada a ese territorio con otro millón de palestinos.

Las medidas militares se suman a la prohibición de entrar a territorio israelí que ya pesaban sobre el grueso de los 100.000 obreros de Gaza y Cisjordania que suelen ganarse la vida trabajando en Israel, a raíz de la nueva “intifada” o alzamiento palestino.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, interrumpió su visita al Líbano, y regresó precipitadamente a Israel.

La visita de Annan a Líbano tenía como principal objetivo tratar de reducir la tensión entre este país e Israel y mediar en la crisis originada por la captura, el pasado sábado, de tres soldados israelíes por la milicia chií libanesa Hizbulá en la frontera sur entre Líbano, Israel y Siria.

Los líderes árabes están convocados de manera urgente el próximo día 21 en El Cairo para estudiar la conflictiva situación de Oriente Medio, reunión a la que han confirmado ya su asistencia 17 de los 22 jefes de Estado de los países que conforman la Liga Arabe.

Los enfrentamientos entre palestinos e israelíes, que comenzaron a finales de septiembre, han cobrado la vida de alrededor de 100 personas, en su mayoría palestinos.

Durante este período, las manifestaciones contra Israel y la llamada a la guerra santa (Yihad) se han repetido casi a diario en todos los países árabes.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades