Sucesivas lecciones de humildad
Si es cierto eso de que cuanto más se aprende más se gana en humildad, los habitantes de la tierra venimos recibiendo grandes dosis de humildad desde hace 500 años. Y todavía no hemos visto nada, según un análisis hacia atrás y hacia adelante del Financial Times de Londres.
5 enero, 2011
<p>Hasta que en el siglo 16 Copérnico se plantó ante la Iglesia para afirmar que no era la tierra el centro del universo sino el sol, el planeta que hoy nos cobija era considerado el centro del cosmos. Pero la ciencia siguió investigando y a finales del siglo 19 ya estaba claro que el sol era apenas una entre millones de estrellas que formaban la Vía Láctea. Los astrónomos siguieron estudiando y ya entrado el siglo 20 demostraron que tampoco la Vía Láctea era única sino una entre miles de millones de galaxias en el universo. <br />
<br />
Hasta ahora, sin embargo, nos tranquilizaba pensar que había un solo universo. Hoy también esa idea está en tela de juicio. Se expande entre los cosmólogos la idea de un “multiverso”.<br />
<br />
La biología ha transitado un camino similar al de la astronomía. La teoría de la evolución darwiniana hizo añicos la idea del hombre como rey de la creación. Estudios realizados durante el siglo 20 mostraron cómo nos parecemos a otros animales en nuestra genética y bioquímica. Ahora, la ciencia de la biología sintética no está lejos de desmitificar la vida misma creando microbios simples a partir de productos químicos de laboratorio. <br />
<br />
Mientras tanto, los astrónomos han estado descubriendo que nuestro sistema solar dista mucho de ser único. Desde 1995 vienen identificando planetas – ya son más de 500 — que orbitan otras estrellas. Los observatorios buscan planetas con condiciones similares a las de la Tierra, o sea, que permitan la vida. <br />
</p>
<p>Astronomía y biología se fundirán en una sola ciencia si – o cuando – se encuentre vida extraterrestre. El descubrimiento de vida más allá del sistema solar será uno de los más sensacionales del siglo. Pero nada comparado con la revolución cultural y política que se produciría si se detectara alguna señal de radio, o alguna otra prueba de que por lo menos tenemos una civilización que nos acompaña en el universo. <br />
<br />
La progresiva pérdida de nuestra posición central en el cosmos puede chocar con la visión de algunas religiones tradicionales pero no debería debilitar el valor que nos asignamos a nosotros mismos, espiritualmente o de cualquier otra forma. Tal vez resulte difícil ver qué diferencia puede significar para la vida en la Tierra el descubrimiento de otros mundos como el nuestro desparramados por el universo. Y sin embargo, la información que recogemos sobre planetas distantes – por ejemplo, sobre su clima – podría llegado el momento ser tan útil como el fue el conocimiento de los animales para la investigación biomédica una vez que los científicos apreciaron la similitud entre humanos y mamíferos. Si se detectara vida extraterrestre, ¿quién sabe lo que se podría aprender?<br />
</p>