Preocupación y recuerdos

Una investigación descubre los mecanismos cerebrales del circuito del miedo y afirma que la preocupación es capaz de crear falsos recuerdos en la memoria.

21 septiembre, 2006

Un grupo de investigación estadounidense, descubrió a través de imágenes de resonancia magnética funcional en cerebros de 40 voluntarios, que la simple preocupación por lo que va a ocurrir se graba en el cerebro con la misma intensidad que un recuerdo negativo real, incluso antes de que ocurra. Es decir, la preocupación puede convertirse en el recuerdo de un hecho que todavía no ha ocurrido.

Los acontecimientos emocionalmente perturbadores –tales como una agresión o la muerte de un ser querido- se imprimen en nuestra memoria de manera mucho más profunda que los hechos cotidianos.

Estudiando este fenómeno, investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que la mera anticipación de una situación horrible o angustiosa puede activar dos regiones cerebrales relacionadas con la formación de recuerdos, incluso antes de que dicha situación se produzca, informan en un comunicado el Waisman Center, lugar en el que se ha realizado el estudio.

Estos resultados, publicados en el último número de Proceedings of the National Academy of Sciences , también se ha convertido en el inicio de una nueva línea de trabajo acerca del papel de la anticipación en los desórdenes emocionales y clínicos. Al mismo tiempo, el estudio arroja nuevos interrogantes sobre la naturaleza de la memoria, ya que como la memoria puede apropiarse de los recuerdos de otros, es posible implantar falsos recuerdos en la memoria.

Cadena de recuerdos

Como ejemplo, una persona que tenga miedo de hablar en público o de volar en avión sentirá ansiedad cada vez que tenga que hacerlo. El estudio sugiere que cuanto más tiempo pase pensando en su próxima intervención o próximo vuelo, la memoria de dicha preocupación quedará más fuertemente grabada cuando haya pasado, lo que a su vez provocará que la siguiente anticipación sea aún más angustiosa…

Existen dos áreas cerebrales clave en el cerebro que se activan cuando una persona anticipa una situación difícil: la amígdala y el hipocampo. Los científicos creen que la amígdala esta asociada con la formación de los recuerdos emocionales, mientras que el hipocampo ayuda al cerebro a formar recuerdos de larga duración.

Los investigadores analizaron la actividad cerebral de 40 voluntarios sanos con la tecnología de imágenes de resonancia magnética funcional o FMRI, que produce imágenes de alto contraste del tejido humano y permite la detección e identificación de áreas del cerebro durante su actividad. Esta tecnología mejora las imágenes tradicionales de resonancia magnética, que únicamente aportan una visión anatómica del cerebro.

Un grupo de investigación estadounidense, descubrió a través de imágenes de resonancia magnética funcional en cerebros de 40 voluntarios, que la simple preocupación por lo que va a ocurrir se graba en el cerebro con la misma intensidad que un recuerdo negativo real, incluso antes de que ocurra. Es decir, la preocupación puede convertirse en el recuerdo de un hecho que todavía no ha ocurrido.

Los acontecimientos emocionalmente perturbadores –tales como una agresión o la muerte de un ser querido- se imprimen en nuestra memoria de manera mucho más profunda que los hechos cotidianos.

Estudiando este fenómeno, investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que la mera anticipación de una situación horrible o angustiosa puede activar dos regiones cerebrales relacionadas con la formación de recuerdos, incluso antes de que dicha situación se produzca, informan en un comunicado el Waisman Center, lugar en el que se ha realizado el estudio.

Estos resultados, publicados en el último número de Proceedings of the National Academy of Sciences , también se ha convertido en el inicio de una nueva línea de trabajo acerca del papel de la anticipación en los desórdenes emocionales y clínicos. Al mismo tiempo, el estudio arroja nuevos interrogantes sobre la naturaleza de la memoria, ya que como la memoria puede apropiarse de los recuerdos de otros, es posible implantar falsos recuerdos en la memoria.

Cadena de recuerdos

Como ejemplo, una persona que tenga miedo de hablar en público o de volar en avión sentirá ansiedad cada vez que tenga que hacerlo. El estudio sugiere que cuanto más tiempo pase pensando en su próxima intervención o próximo vuelo, la memoria de dicha preocupación quedará más fuertemente grabada cuando haya pasado, lo que a su vez provocará que la siguiente anticipación sea aún más angustiosa…

Existen dos áreas cerebrales clave en el cerebro que se activan cuando una persona anticipa una situación difícil: la amígdala y el hipocampo. Los científicos creen que la amígdala esta asociada con la formación de los recuerdos emocionales, mientras que el hipocampo ayuda al cerebro a formar recuerdos de larga duración.

Los investigadores analizaron la actividad cerebral de 40 voluntarios sanos con la tecnología de imágenes de resonancia magnética funcional o FMRI, que produce imágenes de alto contraste del tejido humano y permite la detección e identificación de áreas del cerebro durante su actividad. Esta tecnología mejora las imágenes tradicionales de resonancia magnética, que únicamente aportan una visión anatómica del cerebro.

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