Las pastas tienen mala prensa

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A pesar de que, como carbohidrato, ha sido acusada como la responsable de aumentos de peso y malas dietas, la pasta puede ser muy saludable como vedette de una dieta mediterránea.

<p>Los fideos han sido se&ntilde;alados en los &uacute;ltimos tiempos como uno de los grandes culpables de la epidemia de obesidad. Son carbohidratos y, la medicina y los medios de comunicaci&oacute;n no se cansan de decirlo: son malos.</p>
<p>Pero la pasta ha sido parte de la dieta de los seres humanos por mucho tiempo; no es un invento reciente que aumenta la ingesta cal&oacute;rica o que no aporta propiedades beneficiosas. En Italia, la capital mundial de los fideos, un lugar en el que sus residentes se sirven un plato por lo menos una vez al d&iacute;a, el &iacute;ndice de obesidad es el m&aacute;s bajo de Europa. &iquest;C&oacute;mo es posible? La respuesta es l&oacute;gica: la pasta es un carbohidrato pero de los saludables; la vedette de la tan ponderada dieta mediterr&aacute;nea.</p>
<p>Entonces, &iquest;por qu&eacute; la mala prensa? Primero, porque se la compara con el pan. De hecho son dos cosas bien distintas: la pasta est&aacute; hecha a base de durum, que es una especie diferente de grano que el que se usa para el pan. Tiene un tercio de los cromosomas y tambi&eacute;n de los perjuicios. La segunda raz&oacute;n tiene que ver con los acompa&ntilde;amientos: la pasta es buena, lo que no libera de responsabilidades a las salsas pesadas o el queso.</p>
<p>Estas dos razones no pueden, del todo, con 800 a&ntilde;os de historia. Se cree que las personas han estado comiendo fideos desde los tiempos romanos y que la costumbre se desarroll&oacute; con fuerza desde el siglo 12. La aparici&oacute;n de la pasta seca, en N&aacute;poles, catapult&oacute; el negocio porque, en tiempos donde no exist&iacute;an las heladeras, permit&iacute;a conservar el alimento por m&aacute;s tiempo. Con el paso del tiempo, la pasta cambio bastante poco; tambi&eacute;n sus beneficios.</p>
<p>Los fideos son saludables porque tienen bajo &iacute;ndice gluc&eacute;mico, es decir, sus azucares son absorbidos lentamente. Hay comidas que elevan el az&uacute;car en sangre de manera r&aacute;pida y que hacen que &oacute;rganos clave, como el p&aacute;ncreas, funcionen de m&aacute;s. Esto es lo que produce diabetes y obesidad. Los n&uacute;meros de la pasta rondan entre 25 y 45, dependiendo del tipo, lo que la pone en la misma categor&iacute;a que muchas frutas y vegetales. En comparaci&oacute;n, el pan blanco ronda 75 en el &iacute;ndice gluc&eacute;mico; las papas y el cereal del desayuno, 80.</p>
<p>Los beneficios son muchos. Para las mujeres embarazadas, especialmente. Un estudio publicado en el British Journal of Nutrition, realizado sobre mujeres holandesas cuya dieta era, esencialmente, mediterr&aacute;nea, comprob&oacute; que dieron a luz beb&eacute;s m&aacute;s sanos en comparaci&oacute;n con mujeres que com&iacute;an m&aacute;s carnes y papas. Comer ensaladas en combinaci&oacute;n con pastas produce m&aacute;s r&aacute;pidamente la sensaci&oacute;n de estar lleno, lo que lleva a ingerir menos calor&iacute;as.</p>
<p>Para poder ingerir este buen carbohidrato se necesita cocinarla al dente; si se ablanda, el &iacute;ndice gluc&eacute;mico sube un poco. Y mucho m&aacute;s si se le agregan sal, carnes y queso. Como con todas las comidas, la pasta deber&iacute;a comerse en moderaci&oacute;n, sin agregarle tantos acompa&ntilde;amientos poco saludables.</p>

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