Italia: por favor, no se metan con el pesto

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Un trabajo sobre biotecnología lo reveló en 1999 y recién se sabe ahora. Al parecer, la albahaca transgénica produce pesto nocivo, pues un solo plato de tallarines podría contener 600 veces más metileugenolo que lo normal.

Ese efecto surge de triturar albahaca temprana, o sea plantitas de dos a tres centímetros de alto. El riesgo reside justamente en la edad de la materia primera usada para el pesto. “Si se fabrica con plantas inferiores a los ocho centímetros, puede contener metileugenolo, una substancia cancerígena con límites máximos estrictamente fijados por leyes en la Unión Europea y Estados Unidos”.

Así explica Francesco Sala, experto en biotecnología botánica de la universidad milanesa. El informe fue hecho para la fundación Umberto Veronese.

Ahora bien ¿qué tienen que ver los organismos géneticamente modificados en el asunto? Ocurre que se emplean OGM en el cultivo de la albahaca. Pero no la italiana, sino la que –siendo más barata y tierna- se importa masivamente de Kenia. Tampoco hay problemas con el pesto casero, sino con el producido industrialmente.

“Estamos indefensos ante grandes empresas que venden salsas con albahaca africana, substitutos de la nuez o el queso y conservantes en vez de una pizca de sal gruesa”. Eso afirman Sergio y Riccardo Bertola, chefs del “Gran Gotto” genovés, un tradicional reducto de las pastas.

Ese efecto surge de triturar albahaca temprana, o sea plantitas de dos a tres centímetros de alto. El riesgo reside justamente en la edad de la materia primera usada para el pesto. “Si se fabrica con plantas inferiores a los ocho centímetros, puede contener metileugenolo, una substancia cancerígena con límites máximos estrictamente fijados por leyes en la Unión Europea y Estados Unidos”.

Así explica Francesco Sala, experto en biotecnología botánica de la universidad milanesa. El informe fue hecho para la fundación Umberto Veronese.

Ahora bien ¿qué tienen que ver los organismos géneticamente modificados en el asunto? Ocurre que se emplean OGM en el cultivo de la albahaca. Pero no la italiana, sino la que –siendo más barata y tierna- se importa masivamente de Kenia. Tampoco hay problemas con el pesto casero, sino con el producido industrialmente.

“Estamos indefensos ante grandes empresas que venden salsas con albahaca africana, substitutos de la nuez o el queso y conservantes en vez de una pizca de sal gruesa”. Eso afirman Sergio y Riccardo Bertola, chefs del “Gran Gotto” genovés, un tradicional reducto de las pastas.

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