sábado, 30 de noviembre de 2024

Hipertensión arterial, la enfermedad silenciosa

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Generalmente no hay síntomas que anuncien la enfermedad. Sin embargo, un hipertenso –lo sepa o no– tiene alto riego de sufrir complicaciones cardíacas, vasculares, cerebrales o renales. Los controles periódicos y los hábitos de vida saludables son la clave para prevenirlo.

<p>Por Andrea Miranda</p>
<p>Se llama presi&oacute;n arterial a la fuerza que impulsa a la sangre a recorrer el sistema circulatorio. La sangre circula &ldquo;desde el sistema de alta presi&oacute;n (arterial) hacia el de baja presi&oacute;n (venoso) y cumple la finalidad de llevar los nutrientes y el ox&iacute;geno hacia los tejidos, y recoger los desechos &ndash;especialmente el anh&iacute;drido carb&oacute;nico&ndash; hacia el pulm&oacute;n para su eliminaci&oacute;n hacia el exterior del organismo. La bomba que suministra la energ&iacute;a para impulsar la sangre hacia la periferia del cuerpo es el coraz&oacute;n&rdquo;, explica el doctor Hugo Baglivo, subjefe de Hipertensi&oacute;n Arterial de Fundaci&oacute;n Favaloro.</p>
<p><strong>Convenciones sobre la hipertensi&oacute;n</strong><br />
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Actualmente se admite como m&aacute;ximo valor de normalidad &ndash;medido en consulta m&eacute;dica&ndash; cifras por debajo de 14/9 (140/90 mm Hg en t&eacute;rminos m&eacute;dicos). Sin embargo, el valor &oacute;ptimo &ndash;que implica menos riesgo&ndash;, es el menor de 12/8. Cuando los valores superan los considerados normales &ndash;tanto para la presi&oacute;n sist&oacute;lica (m&aacute;xima) como para la diast&oacute;lica (m&iacute;nima)&ndash;, se denomina hipertensi&oacute;n arterial. <br />
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Baglivo se&ntilde;ala que &ldquo;la normalidad&rdquo; es un valor establecido por convenci&oacute;n, surgida de sociedades cient&iacute;ficas nacionales e internacionales. Y que evolucion&oacute; con el tiempo cuando &ldquo;estudios de observaci&oacute;n demostraron que la aparici&oacute;n de complicaciones o enfermedades vinculadas a la hipertensi&oacute;n arterial se produce con mayor frecuencia a medida que las cifras de presi&oacute;n arterial de un individuo son m&aacute;s altas&rdquo;.<br />
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Cuando la presi&oacute;n se mide en el domicilio del paciente &ndash;o a trav&eacute;s de m&eacute;todos de medici&oacute;n ambulatoria&ndash; el valor normal l&iacute;mite es 13/8 (promedio de 24 horas) o 13,5/8,5 (promedio de las horas en que el paciente est&aacute; despierto). &ldquo;Actualmente &ndash;enfatiza el especialista&ndash; se da mucho valor a las mediciones fuera del consultorio m&eacute;dico porque se sabe que hasta 30% de los individuos tienen un fen&oacute;meno de &lsquo;alerta&rsquo; que aumenta su presi&oacute;n arterial cuando es medida por el facultativo&rdquo;.</p>
<p><strong>Problemas hipertensivos</strong><br />
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Existen diferencias entre un pico de presi&oacute;n arterial, una crisis hipertensiva, una emergencia hipertensiva y la hipertensi&oacute;n arterial cr&oacute;nica. &ldquo;El pico hipertensivo es una elevaci&oacute;n transitoria y brusca de la presi&oacute;n arterial y puede producirse, incluso, en una persona habitualmente normotensa (de presi&oacute;n normal) por una situaci&oacute;n de estr&eacute;s emocional o f&iacute;sico (ejercicio o un trabajo pesado); el paciente hipertenso puede tener picos hipertensivos por dichas causas o por transgresiones diet&eacute;ticas (por ejemplo, por consumir alimentos ricos en sodio) o por obviar la toma de alguno de los medicamentos prescriptos para su tratamiento antihipertensivo&rdquo;. <br />
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En la crisis hipertensiva, al aumento de los valores de presi&oacute;n arterial se suma la aparici&oacute;n de s&iacute;ntomas como cefaleas, mareos, falta de aire, palpitaciones o dolor en el pecho. Requiere consulta m&eacute;dica urgente.<br />
Se trata de una emergencia hipertensiva cuando el aumento de la presi&oacute;n arterial &ldquo;ocasiona un grave y agudo problema de salud (edema agudo de pulm&oacute;n, accidente cerebro vascular, rotura de aorta, etc.): precisa internaci&oacute;n urgente y tratamiento inmediato&rdquo;, alerta Baglivo. <br />
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Hay ocasiones en las que el aumento de la presi&oacute;n se asocia a otras enfermedades (infarto de miocardio o intoxicaciones por drogas il&iacute;citas, por ejemplo) en las cuales &ldquo;el tratamiento se dirige fundamentalmente a la causa originaria del problema y debe internarse al paciente&rdquo;, agrega el m&eacute;dico.<br />
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<strong>Causas y factores que inciden</strong><br />
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&ldquo;En alrededor de 90% de los casos &ndash;manifiesta&ndash; la causa es la denominada &lsquo;esencial&rsquo; o &lsquo;primaria&rsquo;, y predomina el factor de herencia familiar&rdquo;. Si existen antecedentes en ambas ramas, aumenta la posibilidad de que los descendientes sean hipertensos. El restante 10% son casos de hipertensi&oacute;n &ldquo;secundaria&rdquo;: es posible descubrir en ellos alguna afecci&oacute;n renal, arterial, glandular. Por esta raz&oacute;n, lo primero que el m&eacute;dico debe descartar o confirmar es la posibilidad de una hipertensi&oacute;n secundaria.<br />
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El sedentarismo es un factor negativo en el pron&oacute;stico del paciente hipertenso. &ldquo;La actividad f&iacute;sica peri&oacute;dica produce una relajaci&oacute;n de las arterias que induce al descenso de la presi&oacute;n arterial. El gasto energ&eacute;tico producido por el ejercicio favorece el descenso de peso y, asociado a una dieta adecuada, ayuda a mantenerlo&rdquo;, resalta el experto. Internacionalmente aconsejan hacer actividad al menos tres veces por semana en sesiones de 45 minutos cada vez, e incluso es suficiente una caminata a paso sostenido en per&iacute;odos m&aacute;s reducidos &ndash;15 minutos, por ejemplo&ndash; repetidos en el d&iacute;a. El objetivo es aumentar la masa muscular para disminuir el contenido de grasa corporal.</p>
<p><strong>S&iacute;ntomas</strong><br />
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El doctor Baglivo sostiene que cuando aparecen s&iacute;ntomas vinculados a la hipertensi&oacute;n arterial &ldquo;debe sospecharse alguna complicaci&oacute;n&rdquo;. Las se&ntilde;ales que pueden advertir sobre la presencia de alguna complicaci&oacute;n card&iacute;aca &ldquo;son la falta de aire provocada por esfuerzos de variada intensidad, el dolor opresivo en el pecho &ndash;a veces irradiado hacia el cuello o los miembros superiores, preferentemente el izquierdo&ndash;, la presencia de palpitaciones frecuentes&rdquo;, especifica. <br />
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En cambio, cuando las manifestaciones son &ldquo;dolor de cabeza persistente &ndash;asociado o no a alguna alteraci&oacute;n brusca de la agudeza visual&ndash;, mareos, alteraci&oacute;n del habla o p&eacute;rdida de fuerza muscular &ndash;o de movilidad en alguno de los miembros&ndash;, pueden indicar la presencia de un accidente cerebro vascular&rdquo;, puntualiza.</p>
<p><strong>Diagn&oacute;stico y tratamiento</strong><br />
La hipertensi&oacute;n arterial es conocida como la &ldquo;enfermedad silenciosa&rdquo; porque habitualmente se desarrolla sin s&iacute;ntomas caracter&iacute;sticos. Pero &ldquo;si no es tratada &ndash;o si el tratamiento es insuficiente&ndash; puede generar complicaciones card&iacute;acas, vasculares, cerebrales o renales&rdquo;, explica Baglivo. El diagn&oacute;stico se efect&uacute;a mediante la medici&oacute;n de la presi&oacute;n arterial. &ldquo;Es muy frecuente que se descubra por &ldquo;un examen casual (prelaboral, ingreso a la universidad o en un chequeo)&rdquo;, comenta.<br />
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De todos modos, cuando en la familia alg&uacute;n antecesor fue o es hipertenso, recomienda el m&eacute;dico, &ldquo;es prudente que los descendientes midan su presi&oacute;n arterial&rdquo; que es un m&eacute;todo eficaz para un diagn&oacute;stico precoz, incluso en la infancia.<br />
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El tratamiento de la enfermedad, en general, comprende dos partes: las modificaciones en la alimentaci&oacute;n y la supresi&oacute;n de h&aacute;bitos nocivos (tabaquismo, sedentarismo, alcoholismo, etc.), y el tratamiento con f&aacute;rmacos antihipertensivos indicados, exclusivamente, por el m&eacute;dico tratante.</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
<tbody>
<tr>
<td>
<p><font color="#dd5d3f"><strong>Prevenci&oacute;n y cuidados </strong></font></p>
<p>Los descendientes directos de un paciente hipertenso &ndash;aun los ni&ntilde;os&ndash;, deben medirse la presi&oacute;n arterial. Los ni&ntilde;os obesos o con sobrepeso, as&iacute; como los nacidos con bajo peso tienen m&aacute;s probabilidad de ser futuros hipertensos. <br />
Es fundamental controlar el consumo de sal (no agregar sal a las comidas preparadas y restringir la ingesta de fiambres, embutidos, alimentos en conserva, cremas, gaseosas con alto contenido de carbonato de sodio, sal de fruta, bicarbonato, etc.).<br />
El consumo de alcohol debe limitarse: no m&aacute;s de dos vasos de vino o dos latas de cerveza o una medida de bebida blanca por d&iacute;a en la mujer (en individuos delgados se reduce a la mitad). El alcoholismo es una de las causas m&aacute;s frecuentes de hipertensi&oacute;n secundaria. <br />
La coca&iacute;na, las gotas nasales que contienen catecolaminas, algunos antigripales o antial&eacute;rgicos con efedrina o derivados, muchos antiinflamatorios y los corticoides, pueden inducir hipertensi&oacute;n. El tabaquismo afecta en forma indirecta: favorece la aterosclerosis y otras lesiones arteriales.<br />
Mas informaci&oacute;n en Fundaci&oacute;n Favaloro:<br />
4378-1200/1300.</p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>

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