Fondos para escuelas necesitadas, a manos de los Bush

Neil Bush, hermano de George W., vende programas didácticos, tramita subsidios y saca ganancias ilegales. Según “Los Ángeles times”, también los padres de ambos están involucrados.

23 octubre, 2006

Se trata de ilícitos que usufructúan partidas federales destinadas, por una ley de 2002 -o sea, de este gobierno- conocida como ”No child left behind” (ningún chico dejado atrás). El régimen prevé fondos para escuelas con alumnos de familias pobres o en aprietos económicos. No precisamente la situación del clan Bush.

Según la denuncia publicada por el diario californiano –cuidadosamente soslayada en la prensa conservadora latinoamericana-, algunos de los beneficios no van a alumnos necesitados, sino a los bolsillos de Neil Bush y sus padres (George W.H., Barbara). Para eso, se emplea un sistema de programas multimedios que cuestan cada uno alrededor de US$ 3.800, suma bastante alta para ese tipo de software.

A primera vista, parece un caso de “nepotismo institucional”, similar a las relaciones entre el vicepresidente Richard Cheney y el grupo Halliburton. Sólo que los nexos no son jerárquicos (Cheney dejó la presidencia ejecutiva recién cuando ya era vice del país), sino familiares. Pero, en el pasado, Bush padre tuvo intereses comunes con el clan bin Laden vía Richmind Petroleum.

Neil hizo lo imposible para evitar la difusión del asunto a tan pocos días de los comicios parlamentarios, pero no lo logró. Por su parte, George W. afirmó no tener vínculo alguno con los negocios del hermano u otros miembros de una familia cada vez más parecida la de “Dinastía”, aunque sin buenos actores.

Pero las cosas no son tan fáciles. Luego del huracán Catalina, por ejemplo, Barbara Bush envió fondos a escuelas afectadas, con la condición de que le comprasen programas didácticos a su hijo, un millonario que realmente no precisa más dinero. Además, Neil tiene de socio a Sun Myung-moon, dueño de iglesia propia y procesado varias veces por evasión tributaria en Estados Unidos. Otros allegados al negocio son Sigmund Rogich (magnate de Las Vegas que aporta a las campañas de George W.), Aramco –la petrolera estatal saudí-, British Petroleum, Royal Dutch/Shell y otras estrellas del universo empresario.

Por las dudas, otro hermano de Neil, el gobernador de Florida (Jeb, célebre por el fraude armado en 2000 para que George W. obtuviese la presidencia) se declaró ajeno al nuevo problema. Pero, tiene bastante con el escándalo de su comprovinciano, el ex diputado Mark Foley, y los pajes del congreso.

Se trata de ilícitos que usufructúan partidas federales destinadas, por una ley de 2002 -o sea, de este gobierno- conocida como ”No child left behind” (ningún chico dejado atrás). El régimen prevé fondos para escuelas con alumnos de familias pobres o en aprietos económicos. No precisamente la situación del clan Bush.

Según la denuncia publicada por el diario californiano –cuidadosamente soslayada en la prensa conservadora latinoamericana-, algunos de los beneficios no van a alumnos necesitados, sino a los bolsillos de Neil Bush y sus padres (George W.H., Barbara). Para eso, se emplea un sistema de programas multimedios que cuestan cada uno alrededor de US$ 3.800, suma bastante alta para ese tipo de software.

A primera vista, parece un caso de “nepotismo institucional”, similar a las relaciones entre el vicepresidente Richard Cheney y el grupo Halliburton. Sólo que los nexos no son jerárquicos (Cheney dejó la presidencia ejecutiva recién cuando ya era vice del país), sino familiares. Pero, en el pasado, Bush padre tuvo intereses comunes con el clan bin Laden vía Richmind Petroleum.

Neil hizo lo imposible para evitar la difusión del asunto a tan pocos días de los comicios parlamentarios, pero no lo logró. Por su parte, George W. afirmó no tener vínculo alguno con los negocios del hermano u otros miembros de una familia cada vez más parecida la de “Dinastía”, aunque sin buenos actores.

Pero las cosas no son tan fáciles. Luego del huracán Catalina, por ejemplo, Barbara Bush envió fondos a escuelas afectadas, con la condición de que le comprasen programas didácticos a su hijo, un millonario que realmente no precisa más dinero. Además, Neil tiene de socio a Sun Myung-moon, dueño de iglesia propia y procesado varias veces por evasión tributaria en Estados Unidos. Otros allegados al negocio son Sigmund Rogich (magnate de Las Vegas que aporta a las campañas de George W.), Aramco –la petrolera estatal saudí-, British Petroleum, Royal Dutch/Shell y otras estrellas del universo empresario.

Por las dudas, otro hermano de Neil, el gobernador de Florida (Jeb, célebre por el fraude armado en 2000 para que George W. obtuviese la presidencia) se declaró ajeno al nuevo problema. Pero, tiene bastante con el escándalo de su comprovinciano, el ex diputado Mark Foley, y los pajes del congreso.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades