Elkann, entre una clínica de Arizona y la noche de Manhattan

“Quisiera volver a Italia y a mi cargo en Fiat. Pero por ahora no puede ser”, confesó a “Vanity Fair” –curioso vehículo- John Philip. El nieto favorito de Giovanni Agnelli fue descubierto en un bar del Village neoyorquino.

22 diciembre, 2005

Esa vida entre el centro privado de desintoxicación en el desierto y la noche de Manhattan “es dura, pero creo que pude soportarla”. Así sostuvo el frustrado delfín, un joven de elegante presencia y gustos refinados a quien apodan “Lapo”, se ignora por qué.

“En este momento, debo replegarme en mí mismo, mirarme al espejo y tratar de entender cómo llegué adonde había llegado”, agregó con notable lucidez. Sin embargo, no cree que le deba explicaciones a nadie. Aunque su conducta haya tenido efectos deletéreos en la imagen de un clan que, en poco tiempo, perdió sus referentes fundamentales: Giovanni y Umberto Agnelli.

El 10 de octubre, a la madrugada, John Philip era internado de emergencia en el hospital Mauriziano, Turín, víctima de una brutal sobredosis de cocaína, durante una fiesta con travestis. Parecía una mezcla de “La dolce vita” y “La notte americana”. Ni siquiera su ex novia, la actriz Martina Stella, pudo comprender qué le había sucedido a Lapo tras el rompimiento.

Por supuesto, a la familia y la empresa –hoy conducida por Luca Cordero Montezemolo, del riñón y a la altura de los Agnelli- no les hizo la menor gracia que John Philip Elkann fuese ubicado por “Vanity Fair”, y no por “Forbes”, en la noche del Village. La nota se publicó con fotos y todo.

Esa vida entre el centro privado de desintoxicación en el desierto y la noche de Manhattan “es dura, pero creo que pude soportarla”. Así sostuvo el frustrado delfín, un joven de elegante presencia y gustos refinados a quien apodan “Lapo”, se ignora por qué.

“En este momento, debo replegarme en mí mismo, mirarme al espejo y tratar de entender cómo llegué adonde había llegado”, agregó con notable lucidez. Sin embargo, no cree que le deba explicaciones a nadie. Aunque su conducta haya tenido efectos deletéreos en la imagen de un clan que, en poco tiempo, perdió sus referentes fundamentales: Giovanni y Umberto Agnelli.

El 10 de octubre, a la madrugada, John Philip era internado de emergencia en el hospital Mauriziano, Turín, víctima de una brutal sobredosis de cocaína, durante una fiesta con travestis. Parecía una mezcla de “La dolce vita” y “La notte americana”. Ni siquiera su ex novia, la actriz Martina Stella, pudo comprender qué le había sucedido a Lapo tras el rompimiento.

Por supuesto, a la familia y la empresa –hoy conducida por Luca Cordero Montezemolo, del riñón y a la altura de los Agnelli- no les hizo la menor gracia que John Philip Elkann fuese ubicado por “Vanity Fair”, y no por “Forbes”, en la noche del Village. La nota se publicó con fotos y todo.

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