Tras la mejora continua

Un desafiante modelo de negocios

Siempre lo remarcamos, en Kimberly-Clark la sustentabilidad es la esencia de nuestra estrategia corporativa. Atraviesa cada una de las áreas de nuestra compañía, y nos ha hecho consolidar nuestras operaciones y negocios, contribuyendo al mismo tiempo a la creación de valor compartido.

20 diciembre, 2013

Por Fernando Hofmann (*)

Estamos orgullosos de gestionar sustentablemente hace 21 años en la Argentina y más de 140 años en los países del mundo en los que estamos presentes. 
Para nosotros, llevar adelante nuestra operación de manera sustentable implica producir cuidando el medio ambiente, brindar condiciones excelentes de desarrollo a nuestros colaboradores, apoyar a las comunidades donde operamos y ofrecer productos innovadores y de calidad a nuestros clientes. Nuestra larga tradición con el cuidado de las personas y del ambiente y la fortaleza de nuestras marcas nos permiten ser una empresa líder tanto a escala local como internacional. 
El compromiso con nuestro entorno nos propone una mirada sobre nuestra manera de gestionar la operación que nos lleva a la búsqueda permanente de la mejora continua y asumir los desafíos constantes que plantea el camino de la sustentabilidad. 
Distintos estudios e investigaciones de mercado tanto en el plano global como local demuestran cómo año a año los conceptos de Responsabilidad Social Empresaria y sustentabilidad empiezan a ser tenidos cada vez más en cuenta por los consumidores a la hora de elegir un servicio o producto. Este nuevo consumidor responsable comienza a interesarse, de manera paulatina, no solo por los beneficios del producto que está adquiriendo sino también sobre cómo fue producido, si la compañía que lo produce contempló por ejemplo criterios ambientales y sociales. Y esto está empezando a tener incidencia en la decisión de compra.
Quienes lideran esta nueva tendencia son los jóvenes de la generación “millenials”. No solo tienen en cuenta estos criterios de sustentabilidad a la hora de comprar un producto sino que también toman en cuenta estas variables a la hora de elegir dónde trabajar y desarrollarse profesionalmente. Esta nueva generación nos desafía y nos estimula en la búsqueda constante de mejora en nuestros procesos y propuesta de valor, en cómo comunicamos nuestro accionar. Al hacer públicos los esfuerzos, por ejemplo, en el cuidado del medio ambiente se asume un compromiso mayor para seguir trabajando en ese sentido. Esto además permite el intercambio con otros actores para compartir prácticas o trabajar en conjunto.
En este sentido, es importante resaltar la importancia de articularnos entre empresas, ONG y el sector gubernamental ya que es sumamente positivo y hay casos concretos de éxito que demuestran que cuando cada uno aporta desde su experiencia y rol, complementándose, se logran resultados positivos en pos de un objetivo común.
Como actores y promotores de este nuevo modelo de gestión sustentable de negocio, contamos además con la responsabilidad de contribuir a educar e incorporar hábitos de vida sustentables en todos los públicos con quienes trabajamos. La colaboración es fundamental en todo este proceso. De esta manera se genera un círculo virtuoso, en el cual las empresas llevan a los consumidores a ser más sustentables y viceversa. Sin dudas, esta será claramente la nueva ventaja competitiva para el negocio a mediano y largo plazo.

(*) Fernando Hofmann es director de Asuntos Legales y Corporativos de Kimberly-Clark Región Austral.

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