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<p>Muy bien, ¿y qué se necesita para tener un alto perfil tecnológico? Según la edición por el décimo aniversario, justamente, del Informe Global sobre Tecnología Informática (IGTI), parece que ser escandinavo ayuda: no es la primera vez que Suecia figura número uno ni que otros tres países de la región aparecen en los puestos siguientes (Dinamarca, Finlandia, Noruega). <br />
¿Qué hay tras este talento nórdico por lo digital?, se pregunta Sumitra Dutta –descartando el clima–, profesor de tecnología y sistemas informáticos en Insead (además, fundador y coautor del informe). Por supuesto, las razones son muy otras. “No es casual, tampoco, que los escandinavos exhiban tan alta calidad de vida o inviertan masivamente en capital humano. También influyen –añade Dutta– los empinados niveles de educación e innovación, los elencos docentes y una mentalidad proclive a lo tecnológico”.</p>
<p><strong>Brisas del norte</strong><br />
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Un ejemplo ya clásico de esa actitud intelectual en la finesa Nokia. Esta empresa comenzó a mediados del siglo 19 como molino de pasta celulósica, insumo del papel. Hoy es la principal abastecedora de dispositivos móviles en toda Europa y su foco básico es, claro, la tecnología. En rigor, apunta Dutta, “la evolución de Nokia refleja la del país. Todavía a fines de los años 80 e inicios de los 90, la economía finesa se fundamentaba esencialmente en explotar recursos naturales”. En ese punto se derrumbó la Unión Soviética, hasta entonces socia comercial clave de Finlandia. Naturalmente, su economía comenzó a contraerse en forma impresionante. Poco después, “fundamentales decisiones estratégicas involucraron al Gobierno, las universidades y dirigentes del sector privado –en ese orden– en un objetivo que Peter Drucker hubiese aplaudido a rabiar: una economía de conocimiento”. El papel estratégico que los Gobiernos inteligentes desempeñan generando políticas en apoyo de la tecnología, especialmente informática, forma parte de los criterios fijados por los IGTI. Dutta cree que los estados mejor librados en la materia cuentan con fuertes dosis de liderazgo gubernamental. Esto no se limita a los países nórdicos. Asia oriental, sudoriental, meridional y occidental también han hecho grandes progresos en la materia. Así, Singapur –pequeño estado insular y centro financiero– marcha segundo en la región, gracias a una fórmula similar, pero cifrada en bienes raíces y especulación financiera.</p>
<p><strong>Dilema en Levante</strong><br />
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Otros expertos de Fontainebleau estiman que, con matices, esos modelos funcionan en el golfo Pérsico, obviando inevitables diferencias culturales. Varios emiratos han estado presionando por mayor acceso a tecnologías instrumentando servicios estilo gobierno electrónico.<br />
Ello pese a la ausencia de ideas progresistas en lo institucional, siendo sociedades en parte aún feudales. “El resultante desajuste entre avances tecnológicos –observa Dutta– y rigidez política, social o religiosa, que se ve en muchas instituciones gubernamentales, campea en el trasfondo”.<br />
Por consiguiente, si existe una creciente brecha entre lo que la gente puede hacer y lo que se siente dispuesta a hacer o lo que el sistema le permite, surgirán fricciones de todo tipo. Turquía, Líbano, Irak, Jordania o Palestina son excepciones “democráticas” y, en sentido contrario, lo son Siria, Irán, Yemen u Omán.</p>
<p><strong>Japón y Estados Unidos</strong><br />
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Japón figura décimonono en la lista del último IGTI. Por las dudas, Dutta –redactor del informe– aclara que ese lugar del “ranking” sigue siendo positivo. Pero el Sol Naciente cede puntos en el frente económico, lo cual sugiere que el entorno político y macro es más burocrático, lento y rígido, comparado con otras economías desarrolladas <br />
Por ende, “emprender negocios –sostiene el experto– es más difícil en el archipiélago, pues disminuye la capacidad de usar tecnología y otros recursos”. Entonces, si bien Japón dispone de un enorme semillero local de talentos, no es muy eficaz atrayéndolos desde el exterior.<br />
Justamente, esa captación es uno de los puntos fuertes de Estados Unidos, quinto entre los 20 de la nómina Insead. No obstante –subraya Dutta–, “la dinámica de la primera economía se frena por sus complejas instituciones. Por eso, Washington debe aceptar que su posición dominante no está garantizada y (rasgo más relevante) le es preciso comprender qué factores claves lo retrasan”.<br />
El sistema jurídico estadounidense afirma el Insead, “puede ser un obstáculo para los negocios del sector privado. Por otra parte, aunque el país ostente algunas de las mejores y más caras universidades del planeta, su calidad media en matemáticas y otras ciencias exactas es relativamente baja en los niveles secundario <em>(“high school”) </em>y terciario.</p>
<p><strong>¿Qué se avecina?</strong><br />
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Los últimos 10 a 11 años han sido testigos no solo del impetuoso incremento de la tecnología informática y sus instrumentos. Desde las computadoras portátiles y las <em>notebooks</em> hasta los celulares inteligentes y las tabletas tipo iPad. Pero luego surgen las redes sociales, cuyo uso crece en forma exponencial desde principios de 2010. <br />
Esto es, llevan ya más de 18 meses en expansión y multiplicación. “Medir el fenómeno de manera formal, consistente –explica Dutta– es dificultoso. Para nuestro informe anual, ese problema se cierne sobre el resto de la década y no es ajeno a la persistente volatilidad. Por hoy, se manifiesta en tres frentes: la lenta recuperación estadounidense, la crisis del endeudamiento soberano en la Eurozona y la ola de rebeliones árabes. Por encima, sobrevuela el poderoso, casi inexpugnable dragón chino”. <br />
En varias partes del mundo, pese a conflictos entre expectativas y realidades, la TI tiene efectos básicamente positivos en el desarrollo. Por ejemplo, difundir la telefonía móvil aumenta el Producto Bruto Interno, particularmente en países emergentes o subdesarrollados sin redes fijas preexistentes. La penetración de celulares en India –tierra de Dutta– es al presente muy alta y representa 60 a 70% de la población. Un amplio sector de gente pobre va mejorando condiciones de vida porque accede a la información. <br />
Por otra parte, las condiciones sociales de las personas se elevan. La gente tiende a sentir que las tecnologías informáticas y de comunicaciones (TIC) desempeñan creciente papel en la lucha contra la pobreza. Sea vía generación directa de ingreso u oportunidades de empleo más diverso o seguro. En un plano diferente, la TI puede modificar la cultura, las interacciones humanas hasta los cánones operativos de los Gobiernos nacionales, provinciales y, en particular, locales.<br />
Al respecto, Dutta estima que, en la actualidad, el reto consiste en “asegurarse de que el IGIT sirva como guía efectiva para lo venidero. Resulta inevitable, porque la tecnología misma se filtra en los tejidos de la sociedad”.</p>
<p><strong>Singapur, esa rara avis </strong><br />
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Apenas un mero punto separa a la isla-estado de Suecia, ranqueada primera en el IGIT 2010/11 del Insead. Es la segunda vez que sucede. La ciudad se halla controlada por la etnia china y está manejada políticamente con mano dura. <br />
Su perfil autoritario, menos marcado que en los emiratos del golfo Pérsico, no impide que se lo considere el mejor contexto mundial para tecnología informática y de comunicaciones (TIC). Este factor, no el régimen poco democrático, se define como clave del continuo éxito singapurés.<br />
El informe no vacila en ligar el desarrollo con políticas favorables al sector privado internacional. Como en Suecia o Finlandia, impera un sistema educativo de primera clase, aunque más proclive al inglés y al mandarín que al malayo, el idioma de la mayoría. Por supuesto, el Gobierno invierte activamente en recursos humanos, investigación y desarrollo.<br />
“Lo destacado en la ciudad-estado es haber figurado en posiciones altas desde que se compila el GITR”, observa Bruno Lanvin, director ejecutivo del eLab, división informática del Insead. Por cierto, Singapur nunca bajó del décimo lugar, detalle que suele ser criticado en otras “usinas intelectuales”, tanto en Europa occidental como en EE.UU.</p>
Países que lograron un alto perfil tecnológico
Hace 11 años se venía abajo la burbuja puntocom. Pero, lejos de agotarse, la era TI trajo un avance tecnológico tras otro. Este fenómeno lo describe un documento sobre el estado de la tecnología en escala internacional, compilado en conjunto por el Institut Européen pour Administration des Affairs (Insead, Fontainebleau) y el Foro Económico Mundial.