domingo, 22 de diciembre de 2024

Lo que se necesita es el BADI, Banco Argentino de Inversión

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Si se corrigieran los desajustes actuales, sería posible retomar un sendero de crecimiento no inflacionario, con mayor inversión y un aumento de la producción y el empleo. Lograrlo requiere un proceso de inversiones sólido, donde la tasa de inversión (respecto del PIB) debería aumentar constantemente, alcanzando niveles similares a los del quinquenio previo.

<p>El panorama macroecon&oacute;mico que exhibe la Argentina se caracteriza por: super&aacute;vit externo, sistema financiero saneado, menor incidencia de la deuda, un creciente desequilibrio fiscal, alta inflaci&oacute;n y un proceso de inversi&oacute;n muy poco din&aacute;mico que limita la oferta de bienes.<br />
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Precisamente, el proyecto de creaci&oacute;n del BADI (Banco Argentino de Inversi&oacute;n) se inserta en el centro de este enorme requerimiento de inversi&oacute;n que indudablemente no podr&iacute;a ser satisfecho con los instrumentos actuales. <br />
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El centro de este estudio es presentar una propuesta de entidad financiera de desarrollo, destinada fundamentalmente al financiamiento de proyectos de inversi&oacute;n de mediana y gran envergadura. Aquellos para los cuales los instrumentos de acumulaci&oacute;n financiera de la Argentina no poseen capacidad y aptitud suficientes. Convencional y preliminarmente, se la ha denominado BADI (Banco Argentino de Inversi&oacute;n).<br />
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El criterio que subyace en este planteo es que no existen en el pa&iacute;s fuentes de financiamiento adecuadas para proyectos de envergadura, de los cuales depende la posibilidad de abastecer la demanda de insumos, partes, materiales, energ&iacute;a, transporte, comunicaciones, almacenaje, etc., bienes y servicios que est&aacute;n implicados en el funcionamiento de toda la econom&iacute;a y de los cuales depende su crecimiento. <br />
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Adem&aacute;s, al financiar proyectos de mediana y gran envergadura y los primeros eslabones de la cadena de valor a ellos asociada, el BADI estar&aacute; creando el contexto de desarrollo de las Pyme, lo que les facilitar&aacute; la obtenci&oacute;n de recursos promocionales apropiados, por ejemplo, las sociedades de Garant&iacute;a Reciprocas (SGR).<br />
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Por otra parte, si la Argentina no logra recuperar un sector de empresas l&iacute;deres competitivas a escala internacional, la interrelaci&oacute;n externa de la econom&iacute;a &ndash;a excepci&oacute;n del sector agropecuario&ndash; seguir&aacute; debilit&aacute;ndose.<br />
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Resulta claro, asimismo, que el sistema financiero argentino (bancos y mercado de capitales) no est&aacute; en condiciones de financiar por s&iacute; solo este tipo de emprendimientos en t&eacute;rminos de magnitudes, plazos y tasas consistentes con la naturaleza de proyectos de inversi&oacute;n de gran tama&ntilde;o.<br />
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En el caso de las Pyme, en cambio, diferentes mecanismos promocionales, como el subsidio de tasas y otros que puedan instrumentarse, pueden generar las condiciones para el financiamiento de la inversi&oacute;n a trav&eacute;s del sistema bancario y de los mecanismos espec&iacute;ficos establecidos en el mercado de capitales. <br />
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En este segmento, las magnitudes se adaptan m&aacute;s a las dimensiones de ambos mercados. Por otra parte, como se desarrolla en un apartado especial, la banca p&uacute;blica tiene una presencia activa en este segmento que podr&iacute;a incrementarse.</p>
<p><strong>Grandes y medianos proyectos</strong><br />
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El esquema que se presenta se basa en unas dimensiones que son resultado de un doble razonamiento. Por un lado, se apoya en las proyecciones macroecon&oacute;micas globales que orientan todos los trabajos, que incorporan una magnitud de la inversi&oacute;n, asociada a un sendero de crecimiento considerado factible. <br />
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Simult&aacute;neamente, se plantea como aspiraci&oacute;n que el impulso del BADI a la financiaci&oacute;n de la inversi&oacute;n argentina sea equivalente a la del BNDS (O Banco Nacional de Desenvolvimento Econ&ocirc;mico e Social) en Brasil. En el per&iacute;odo de lanzamiento, que es el que estamos tratando, su actividad equivaldr&aacute; a 50% del BNDS. <br />
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El soporte de este razonamiento es que el BADI debe tener una magnitud b&aacute;sica imprescindible para convertirse en palanca efectiva del desarrollo. Es indispensable dimensionar el esfuerzo necesario para evitar iniciativas bien intencionadas, pero de magnitud u orientaci&oacute;n no acorde con los objetivos.<br />
El proyecto plantea desde el inicio compromisos claros asociados a un determinado sendero de crecimiento de la econom&iacute;a, es decir una visi&oacute;n de mediano plazo. Desde luego, esta visi&oacute;n debe insertarse en un programa global del que hoy la Argentina carece.<br />
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Esta visi&oacute;n de mediano plazo de car&aacute;cter macroecon&oacute;mico debe trasladarse al campo sectorial. Esto torna imprescindible que el BADI sea parte del &aacute;rea de promoci&oacute;n de la actividad productiva y no de la Secretar&iacute;a de Finanzas. Este es el esquema que se maneja en Brasil, una vinculaci&oacute;n del banco como financiador de sectores, actividades y proyectos que se encuadran en un sendero m&aacute;s amplio de desarrollo econ&oacute;mico y social.<br />
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Al mismo tiempo, es necesario que el proyecto sea factible en t&eacute;rminos financieros o m&aacute;s espec&iacute;ficamente, de fondeo. Como se ver&aacute; m&aacute;s adelante, este requisito se cumple, en particular porque &ndash;necesariamente&ndash; el crecimiento de una entidad de este tipo ser&aacute; progresivo. Es decir, hay un per&iacute;odo de maduraci&oacute;n que en este caso se ha estimado en cinco a&ntilde;os.</p>
<p><strong>Objetivo</strong><br />
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El objetivo b&aacute;sico de la entidad ser&aacute; contribuir a financiar entre 15% y 20% de la inversi&oacute;n neta anual de la Argentina en equipo durable de producci&oacute;n y construcci&oacute;n no residencial, espec&iacute;ficamente en lo que se refiere a la provisi&oacute;n de los recursos financieros necesarios para el desarrollo de proyectos y programas de inversi&oacute;n de mediana y gran envergadura incluyendo los primeros eslabones de las cadenas de valor asociadas, cuando sea pertinente.</p>
<p><strong>Magnitud</strong><br />
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Para un sendero de crecimiento estable, que alcance progresivamente 6% anual en 2014, se requiere una inversi&oacute;n bruta media anual en equipo durable de producci&oacute;n y construcci&oacute;n no residencial de US$ 59.461 millones. De acuerdo a algunas estimaciones hist&oacute;ricas la inversi&oacute;n neta (nuevos proyectos) ser&iacute;a de alrededor de 50% de esa cifra.<br />
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Asumiendo una dimensi&oacute;n razonable, se podr&iacute;a estimar que una entidad como la propuesta financie proyectos de inversi&oacute;n por aproximadamente US$ 25.000 millones a lo largo de cinco a&ntilde;os, lo que equivale, como se mencion&oacute;, a entre 15% y 20% de la inversi&oacute;n neta total.</p>
<p><strong>Modelo de distribuci&oacute;n de fondos</strong><br />
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A manera de ejemplo, se incluye en el recuadro m&aacute;s arriba un ejercicio de simulaci&oacute;n de la cantidad de proyectos que podr&iacute;an financiarse conforme al diferente tama&ntilde;o de los mismos.</p>
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<p><strong>Origen de fondos</strong><br /><br />Una idea acerca del posible origen de los fondos necesarios para la operaci&oacute;n de la instituci&oacute;n propuesta se observan en el cuadro.<br />Se prev&eacute;n varios or&iacute;genes de fondos, sin ubicar al Estado argentino como la fuente dominante a nivel agregado. En este sentido, se prev&eacute; un aporte de los organismos multilaterales de cr&eacute;dito como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporaci&oacute;n Financiera Internacional y otros. A ello se sumar&iacute;an aportes (v&iacute;a compra de bonos, por ejemplo) de grandes bancos internacionales privados y finalmente tambi&eacute;n recursos originados en el sistema financiero local y eventualmente de Brasil v&iacute;a el BNDS.<br /><br />En principio, la magnitud de la cifra llama la atenci&oacute;n. Pero si se plantea la integraci&oacute;n de los fondos en un per&iacute;odo de cinco a&ntilde;os, el aporte completo anual es de US$ 1.500 millones. Al Estado por ejemplo, le corresponder&iacute;an US$ 500 millones anuales, cifra perfectamente afrontable ya que se trata de apenas 0,5% del gasto p&uacute;blico nacional.<br /><br />En el documento elaborado se incluye un desarrollo de los criterios de aplicaci&oacute;n de los recursos, conformaci&oacute;n societaria y otros aspectos relacionados con la operaci&oacute;n.<br /><br />Tambi&eacute;n se examina la deteriorada situaci&oacute;n actual en materia de financiamiento, lo que pone de relieve la necesidad de una fuente como la propuesta.</p> <p>(*) Jorge Todesca es economista, presidente de Finsoport Consultores Econ&oacute;micos y ex viceministro de Econom&iacute;a. Ricardo Kesselman es economista de Fundaci&oacute;n Crear.</p> <p><img src="../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1109_55_3.gif" alt="" /></p>

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