La prospectiva, superadora de la previsión y la futurología

La incertidumbre avanza junto a la crisis global; es cada día menos eficaz elaborar estrategias de negocios extrapolando el pasado o imágenes intuitivas del presente. El futuro se presenta con un elevado nivel de complejidad, su detección requiere de la recopilación y buen procesamiento de grandes masas de información donde pululan las contradicciones y zonas borrosas.

20 febrero, 2012

<p><img src="../../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1121_10_1.jpg" alt="" /></p>
<p>La elaboraci&oacute;n de pron&oacute;sticos de precios, demandas, innovaciones, fen&oacute;menos sociales y pol&iacute;ticos no puede ser resuelta con modelos simples a veces atractivos pero poco rigurosos. <br />
La prospectiva es una disciplina consagrada a la elaboraci&oacute;n de pron&oacute;sticos (es decir &ldquo;escenarios&rdquo;: trayectorias temporales de fen&oacute;menos complejos) empleando estrategias de actores y variables cuantificables o no.<br />
Los equipos de prospectiva se diferencian de los futur&oacute;logos o de quienes emplean esquemas simples por la utilizaci&oacute;n de una gran variedad de t&eacute;cnicas seleccionadas y adaptadas a cada caso.<br />
Actualmente, los principales Gobiernos y empresas del mundo contratan o incluyen servicios prospectivos de todo tipo, en el primer caso para desarrollar pol&iacute;ticas de Estado, estrategias macroecon&oacute;micas, militares, programas de desarrollo regional, etc. y en el segundo, para lanzar nuevos productos al mercado, introducir innovaciones, implementar expansiones de largo aliento, realizar especulaciones financieras de corto plazo, etc. <br />
El argentino Jorge Beinstein tiene una larga trayectoria en prospectiva. Sus trabajos arrancan desde los or&iacute;genes de la disciplina, en Francia en los a&ntilde;os 1970, donde form&oacute; parte de los equipos pioneros en el tema. Desde entonces, dirigi&oacute; numerosos ejercicios prospectivos en Europa y Am&eacute;rica latina, tanto en el &aacute;mbito empresario como en el sector p&uacute;blico. <br />
Es doctor de Estado en Ciencias Econ&oacute;micas de la Universidad de Franche Comt&eacute;-Besan&ccedil;on, Francia, actualmente es profesor titular de la Universidad de Buenos Aires, dicta cursos y seminarios de posgrado y entrenamientos empresarios en prospectiva en varios pa&iacute;ses de Am&eacute;rica latina y Europa. Tambi&eacute;n desarrolla consultor&iacute;as prospectivas para empresas y Gobiernos.<br />
Ha colaborado frecuentemente en <em>Mercado</em> sobre estos temas. En esta entrevista alude al estado de la disciplina en el mundo y ejemplifica con la realidad m&aacute;s acuciante la situaci&oacute;n geopol&iacute;tica mundial.</p>
<p><strong>&ndash;El mundo transita actualmente situaciones inesperadas, las grandes potencias tradicionales se hunden en una crisis gigantesca: Jap&oacute;n offline, la Uni&oacute;n Europea al borde de la desintegraci&oacute;n, Estados Unidos aplastado por un deuda que no puede superar, el oro rompiendo la barrera de los US$ 1.600… &iquest;qui&eacute;n lo hubiera imaginado hace un lustro?</strong><br />
<br />
&ndash;La situaci&oacute;n actual era predecible hace un lustro y, como se puede confirmar en la colecci&oacute;n de esta revista, en especial desde 2005 (ver algunos art&iacute;culos como &ldquo;La pr&oacute;xima crisis&rdquo; – <em>Mercado</em>, noviembre 2005; &ldquo;Es hoy aquel ma&ntilde;ana de ayer&rdquo; – <em>Mercado</em>, enero 2008). &ldquo;The Economist&rdquo;, por ejemplo, alertaba hacia esa &eacute;poca acerca del inminente desinfle de las burbujas inmobiliarias. <br />
Exist&iacute;an pron&oacute;sticos acertados, el problema es que los grandes medios globales de comunicaci&oacute;n concertados con las burocracias de los organismos internacionales (FMI, Banco Mundial, etc.) y los Gobiernos de las grandes potencias se dedicaron de manera sistem&aacute;tica a distorsionar la realidad y, cuando la crisis estall&oacute; en 2008, trataron de minimizarla, la presentaron como un fen&oacute;meno pasajero r&aacute;pidamente superable. Creo que jam&aacute;s en la historia moderna ha existido una manipulaci&oacute;n medi&aacute;tica tan exitosa y de semejante magnitud.</p>
<p><img src="../../../../../mercado/ro/imagenes/foto_nota_1121_10_2.jpg" alt="" /><br />
Jorge Beinstein</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Podemos decir entonces que hemos sido victimas de una conspiraci&oacute;n, de un ocultamiento sistem&aacute;tico de la realidad?</strong><br />
<br />
&ndash;En parte fue as&iacute; aunque tambi&eacute;n hubo autoenga&ntilde;o, confusi&oacute;n entre los deseos y la realidad. Hacia mediados de la d&eacute;cada pasada un miembro prominente del equipo de G. W. Bush repet&iacute;a que Estados Unidos era el mayor imperio de la historia y que en consecuencia estaba en condiciones de fabricar su propia realidad, lo que expresaba una profunda crisis psicol&oacute;gica que se extendi&oacute; hacia sectores decisivos de las &eacute;lites globales. <br />
La misma se basaba en la sobrestimaci&oacute;n del poder imperial, predominaba el convencimiento difundido hasta el hartazgo de que la superpotencia era <em>&ldquo;demasiado grande como para caer&rdquo;</em>; ahora constatamos su declinaci&oacute;n y que precisamente por ser desmesuradamente grande no hay nadie en el planeta capaz de rescatarla. Yo creo que existe una correlaci&oacute;n muy fuerte entre la decadencia estructural marcada por el proceso de <em>financierizaci&oacute;n</em> y la crisis de percepci&oacute;n de esos dirigentes.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Esa irracionalidad del poder no nos estar&iacute;a demostrando que el futuro es impredecible, que puede ocurrir cualquier cosa a escala global?</strong><br />
&ndash;No lo creo, yo dir&iacute;a que el futuro es plural, que existen diversos escenarios posibles determinados por combinaciones muy complejas entre lo que denominamos &ldquo;el pasado&rdquo; y la libre decisi&oacute;n de los seres humanos, quienes en &uacute;ltima instancia son actores con historia acumulada, con cultura, estructuras tecnol&oacute;gicas etc., lo que respalda pero tambi&eacute;n limita sus acciones. <br />
Un gran historiador, Le Roy Ladurie, se&ntilde;al&oacute; que <em>&ldquo;la crisis propone pero que la cultura dispone&rdquo;</em>, los protagonistas visibles u ocultos, presentes o potenciales no pueden hacer cualquier cosa, aunque en ciertas circunstancias puedan llegar a confundir sus deseos con la realidad y cometan tonter&iacute;as a veces tr&aacute;gicas.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Por ejemplo?</strong><br />
&ndash;El caso de la crisis energ&eacute;tica es bien ilustrativo. A mediados de los a&ntilde;os 50, uno de los ge&oacute;logos m&aacute;s prestigiosos de Estados Unidos, King Hubbert pronostic&oacute; sobre la base de estudios muy rigurosos que hacia comienzos de los a&ntilde;os 1970 ese pa&iacute;s habr&iacute;a consumido la mitad de sus reservas originales de petr&oacute;leo y que, en consecuencia, a partir de ese momento dicha producci&oacute;n comenzar&iacute;a a declinar. <br />
Como sabemos eso fue lo que ocurri&oacute;, pero cuando Hubbert public&oacute; la curva de extracci&oacute;n que ahora lleva su nombre, los medios de comunicaci&oacute;n empujados por los intereses inmediatos de las grandes empresas petroleras desestimaron completamente su descubrimiento, argumentando que estaban a disposici&oacute;n cuantiosas reservas en los pa&iacute;ses perif&eacute;ricos y que los avances de la tecnolog&iacute;a no solo permitir&iacute;an explotar radicalmente mejor los recursos restantes a escala nacional (estirando su potencial hasta el infinito), sino tambi&eacute;n aportar innovaciones que permitir&iacute;an aprovechar fuentes energ&eacute;ticas en ese momento desconocidas.</p>
<p><strong>Ni magia ni generosidad</strong><br />
En suma la magia de la ciencia m&aacute;s la generosidad de la naturaleza resolver&iacute;an el problema; no hab&iacute;a por qu&eacute; preocuparse. Actualmente Estados Unidos importa m&aacute;s de 65% del petr&oacute;leo que consume. No fue emprendido ning&uacute;n programa serio de reconversi&oacute;n energ&eacute;tica y productiva a largo plazo; pudo m&aacute;s la obtenci&oacute;n de beneficios en el corto o mediano plazo de las empresas petroleras y un amplio abanico de sectores industriales y comerciales (como los del sector del autom&oacute;vil) a los que se sum&oacute; alegremente una poderosa red de intereses pol&iacute;ticos e institucionales. La l&oacute;gica concreta del sistema lo condujo hacia un callej&oacute;n sin salida. <br />
M&aacute;s adelante, el escenario estadounidense se instal&oacute; a escala mundial. La generosidad de los yacimientos del Golfo P&eacute;rsico, de la Cuenca del Mar Caspio, etc., etc. ten&iacute;a su l&iacute;mite y desde mediados de la d&eacute;cada pasada la producci&oacute;n petrolera global est&aacute; estancada. Tal vez crezca algo m&aacute;s en el futuro antes de iniciar su inevitable recorrido descendente, ya que hemos consumido aproximadamente la mitad de las reservas mundiales originales de petr&oacute;leo. En el futuro, puede llegar a darse la paradoja de un producto bruto global estancado o en descenso con precios del petr&oacute;leo altos y en ascenso.<br />
Tanto en el caso estadounidense como m&aacute;s adelante en el global los pron&oacute;sticos exist&iacute;an y fueron acertados, no los produc&iacute;an algunos iluminados marginales sino c&iacute;rculos cient&iacute;ficos reconocidos, sin embargo no pudieron imponer soluciones racionales. Yo creo que el problema no es que carezcamos de buenos pron&oacute;sticos sino que muchas veces quienes tienen que utilizarlos para tomar decisiones racionales no lo hacen.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Por qu&eacute;?</strong><br />
&ndash;Existe una amplia variedad de causas. La m&aacute;s obvia es que los encargados de tomar decisiones reaccionan de manera simplista, intuitiva, ante fen&oacute;menos que creen entender pero que los superan, aunque tambi&eacute;n puede ocurrir porque sus organizaciones (empresas, Estados u otras instituciones) est&aacute;n bloqueadas por rutinas, falsas ilusiones o intereses mezquinos que les impiden resolver los problemas que la evaluaci&oacute;n prospectiva pone en evidencia.</p>
<p><strong>&ndash;Usted menciona la palabra prospectiva y tengo la sensaci&oacute;n de que presenta a dicha disciplina como expresi&oacute;n de la verdad cient&iacute;fica opuesta muchas veces a decisiones irracionales que ignoran sus descubrimientos. &iquest;No est&aacute; mostrando una imagen exagerada?, &iquest;es tan eficaz la prospectiva?</strong><br />
&ndash;Es posible que la contundencia de los casos que he se&ntilde;alado produzcan ese efecto; estar&iacute;amos sobrevalorando el potencial cient&iacute;fico de la disciplina dejando de lado sus insuficiencias.<br />
La <em>prospectiva</em> como disciplina de las ciencias sociales naci&oacute; en Europa hacia los a&ntilde;os 1970, desafiando metodolog&iacute;as tradicionales incapaces de incorporar un mayor nivel de complejidad de los fen&oacute;menos estudiados. En esa &eacute;poca, con el estallido de las crisis energ&eacute;tica y monetaria y el fin de prosperidad estable de las dos d&eacute;cadas anteriores, se hizo evidente que era imposible pronosticar cosas tales como el Producto Bruto Interno de una gran econom&iacute;a, el precio del petr&oacute;leo o la demanda de autom&oacute;viles haciendo extrapolaciones de esas variables aunque sean sofisticadas, que es lo que hac&iacute;a la llamada &ldquo;<em>previsi&oacute;n</em>&rdquo; (productiva, financiera, comercial, tecnol&oacute;gica, etc.) o bien pronosticar la evoluci&oacute;n de un gran sistema urbano solo encuestando a un grupo de expertos como lo hac&iacute;a la &ldquo;<em>futurolog&iacute;a</em>&rdquo; o combinando ambas escuelas. <br />
La realidad se expresa a trav&eacute;s de numerosos actores (dirigentes pol&iacute;ticos, empresarios, comunicadores, grupos sociales din&aacute;micos, etc.) y de una gran cantidad de variables, algunas cuantificables (un precio, un volumen de ventas, un resultado electoral…) y otras no cuantificables vulgarmente llamadas &ldquo;cualitativas&rdquo; (el estado de &aacute;nimo de los consumidores, el clima pol&iacute;tico o social…) en ciertos casos cuantificadas de manera m&aacute;s o menos arbitraria. La naciente disciplina trat&oacute; de incluir todas esas componentes en sus evaluaciones del futuro aportando nuevos instrumentos metodol&oacute;gicos.</p>
<p><strong>Un punto de vista flexible</strong><br />
<br />
Una segunda caracter&iacute;stica es que a diferencia de la <em>previsi&oacute;n</em> y de la <em>futurolog&iacute;a</em> que elaboraban futuros &uacute;nicos para cada fen&oacute;meno estudiado, la <em>prospectiva</em> asume un punto de vista mucho m&aacute;s flexible, presentando una amplia variedad de caminos posibles hacia un horizonte futuro determinado, es decir <em>escenarios</em> alternativos, complejos, cargados de interacciones entre actores y variables. Esto resultaba sumamente &uacute;til para la elaboraci&oacute;n de planes estrat&eacute;gicos a distintos niveles (empresarios, nacionales, internacionales…) una de cuyas fortalezas decisivas radica precisamente en su flexibilidad, la din&aacute;mica de los cambios demostraba la ineficacia de los planes r&iacute;gidos. Planeamiento estrat&eacute;gico y prospectiva marcharon paralelos.<br />
Yo dir&iacute;a que hasta los a&ntilde;os 1990 se produjo de hecho una suerte de divisi&oacute;n del trabajo entre prospectiva y previsi&oacute;n. Por su parte la futurolog&iacute;a fue siendo poco a poco relegada a trabajos de difusi&oacute;n medi&aacute;tica destinados a influir sobre grandes masas de poblaci&oacute;n, a veces adornando documentos p&uacute;blicos con pretensiones estrat&eacute;gicas. <br />
En s&iacute;ntesis, tanto la previsi&oacute;n (que buscaba renovar sus t&eacute;cnicas) como la prospectiva aparec&iacute;an como instrumentos &uacute;tiles pero con fronteras de aplicaci&oacute;n, restricciones, debilidades.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Y despu&eacute;s de los a&ntilde;os 90?…</strong><br />
<br />
&ndash;Desde fines del siglo pasado fue emergiendo lo que al principio sol&iacute;a ser denominada <em>prospectiva de segunda generaci&oacute;n</em> y que multiplicando sus m&eacute;todos e incorporando incluso como instrumentos complementarios al conjunto de t&eacute;cnicas m&aacute;s avanzadas de la previsi&oacute;n y la futurolog&iacute;a es capaz ahora de elaborar escenarios de corto, mediano y largo plazo, evaluar el recorrido futuro de grandes fen&oacute;menos (macroprospectiva) o de realidades de peque&ntilde;a dimensi&oacute;n (microprospectiva). Actualmente, se realizan estudios prospectivos utilizados en planes estrat&eacute;gicos o en decisiones importantes de grandes empresas, Gobiernos y organismos regionales e internacionales pero tambi&eacute;n de peque&ntilde;as empresas, localidades, etc.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Puede darme algunos ejemplos?</strong><br />
<br />
&ndash;Podr&iacute;amos empezar citando un caso hoy en d&iacute;a acusado justificadamente de muchos pecados, como es el de la especulaci&oacute;n financiera.<br />
Esa actividad, sobre todo la que opera a escala global, trabaja con grandes cifras y en plazos muy cortos; puede ser un &iacute;ndice burs&aacute;til, una tasa de inter&eacute;s, el precio futuro de una acci&oacute;n, del oro, de alg&uacute;n <em>commoditie</em> o sobre el comportamiento de un amplio conjunto de productos financieros derivados. <br />
La ventaja de la prospectiva es que no se limita a unas pocas variables, rechaza todo lo posible las simplificaciones y trata de operar con la mayor complejidad a su alcance. Si tomamos el ejemplo del precio del oro, una buena evaluaci&oacute;n prospectiva (m&aacute;s all&aacute; del plazo considerado) adem&aacute;s de trabajar con esas variables extrapolando, detectando ciclos, haciendo correlaciones con otras variables (como la producci&oacute;n de oro, los principales &iacute;ndices burs&aacute;tiles, algunos precios de <em>commodities</em>, etc.) lo har&aacute; tambi&eacute;n con el comportamiento real, las estrategias supuestas o conocidas de actores decisivos como algunos Gobiernos, bancos centrales, especuladores financieros, etc. El resultado son escenarios que permiten al especulador alejarse de la mentalidad del jugador de poker y adoptar decisiones racionales (un buen ejemplo es el art&iacute;culo &ldquo;La tercera burbuja y el irresistible ascenso del oro &ndash;<em>Mercado</em>, abril 2006&ndash;. Yo advert&iacute;a acerca de la posibilidad (alta) de que el precio del oro atravesara c&oacute;modamente en menos de un lustro la barrera de US$ 1.000 (hoy est&aacute; por encima de US$ 1.600 d&oacute;lares).<br />
Un cuarto ejemplo es el de una gran empresa que estudia el lanzamiento de un nuevo producto al mercado, lo que requiere recursos humanos calificados, nuevas tecnolog&iacute;as, conocimiento de la demanda, las estrategias de inversi&oacute;n, que por lo general presentan diferentes alternativas con sus ventajas y costos, pueden ser muy bien orientadas por escenarios complejos (aunque presentados de manera sencilla, &uacute;tiles en la toma de decisiones).<br />
Todos estos ejemplos los estoy tomando de los miles de estudios prospectivos realizados y en curso desde el nacimiento de la disciplina cuyo objetivo, no est&aacute; de m&aacute;s se&ntilde;alarlo, no es el de predecir el futuro (para eso est&aacute;n los adivinos y los profetas) sino desarrollar un riguroso abanico de caminos futuros posibles que depender&aacute;n tanto de acontecimientos no controlados por quien toma las decisiones en una organizaci&oacute;n determinada como de las decisiones de dicha organizaci&oacute;n.</p>
<p><strong>&ldquo;La pr&oacute;xima crisis&rdquo;</strong> – <em>Mercado</em>, noviembre 2005.<br />
<a target="_blank" href="../../../../../archivo_nota_revista.php?id=9&amp;id_edicion=1052">http://www.mercado.com.ar/archivo_nota_revista.php?id=9&amp;id_edicion=1052</a><br />
<br />
<strong>&ldquo;Es hoy aquel ma&ntilde;ana de ayer&rdquo;</strong> – <em>Mercado</em>, enero 2008.<br />
<a target="_blank" href="../../../../../archivo_nota_revista.php?id=9&amp;id_edicion=1078">http://www.mercado.com.ar/archivo_nota_revista.php?id=9&amp;id_edicion=1078</a><br />
<br />
<strong>&ldquo;La tercera burbuja y el irresistible ascenso del oro&rdquo;</strong> – <em>Mercado</em>, abril 2006.<br />
<a target="_blank" href="../../../../../archivo_nota_revista.php?id=8&amp;id_edicion=105">http://www.mercado.com.ar/archivo_nota_revista.php?id=8&amp;id_edicion=105</a></p>

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