Leer libros como hobby. Leer es un hobby increíblemente barato. Teniendo en cuenta que se pueden sacar libros de la escuela, que los libros se intercambian y que existe la posibilidad de comprarlos usados, la lectura es la actividad más barata que existe por hora de entretenimiento.
Usar la biblioteca pública. Las bibliotecas rebosan de libros, y a veces también de discos y videos; además, están en todos los barrios. Visitarlas con frecuencia y sacar libros o videos para entretenerse es algo divertido para hacer con los niños. La búsqueda de algo para llevar es en sí misma una actividad motivante.
Practicar fútbol. Es el deporte más barato que existe. Sólo hace falta una pelota y un lugar para correr, que bien puede ser un parque público. También, en un lugar limitado, se puede jugar a hacerla rebotar con el pie la mayor cantidad de veces sin tocar el suelo o hacer piruetas con ella. No solo los ayuda a estar físicamente activos sino que además les demuestra que es posible entretenerse con un equipo mínimo.
Usar los parques públicos. Suelen tener lugares para jugar a la pelota, lugares también para hacer picnics, caminos para correr y espacios para hacer todo tipo de ejercicios mientras al mismo tiempo se disfruta de la naturaleza con costo cero.
Asignarles pocas actividades extracurriculares. Eso les permitirá enfocarse en una o dos a lo sumo a la vez hasta encontrar la que más les gusta. Sobrecargarlos con muchas cosas les genera estrés en un momento de la vida en que tienen que aprender cosas con tranquilidad. No se pueden dedicar a ninguna con mucho entusiasmo si tienen muchas. Por eso una es lo ideal además de lo más barato.