Sólo pasando la mano por el aire alrededor de algo para obtener la sensación de tacto. ¿Para qué puede servir?
Por ejemplo, puede usarse para que un conductor realice controles de circulación, como conectar el regulador de velocidad, sólo moviendo la mano. El conductor, sin necesidad de distraer la mirada, puede percibir el gesto como si hubiera presionado el interruptor.
La seguridad es otro campo de evidente aplicación, ya que el dispositivo permite retroalimentar un interfaz de usuario sin necesidad de tocar la pantalla.
En hospitales, este sistema impide la transmisión de virus entre aparatos al no producirse contacto. Los botones de un ascensor tampoco contagiarían bacterias de otro usuario anterior.
La tecnología también se puede aplicar en domótica y en centros de trabajo. Los controles de calefacción, alumbrado, los sistemas de mantenimiento e incluso las terminales de trabajo más modernas, que ahora requieren el tacto para su activación (por ejemplo, teclados, ratones, etc.) podrían sustituirse por simples gestos de retroalimentación háptica.