Cada uno de los cuatro mayores proveedores de servicio de Internet y correo electrónico de Estados Unidos presentó querellas judiciales ante cortes federales de los estados de California, Georgia, Virginia y Washington, que, según indicaron las compañías, incluyen a algunos de los más famosos “spammers” del mundo.
La nueva ley, denominada “control del ataque de pornografía y marketing no solicitado”, conocida en inglés como CAN-SPAM, penaliza tácticas específicas que los spammers usan para propagar el correo electrónico basura, tales como poner asuntos o temas engañosos, direcciones de retorno falsas y el uso de computadoras de terceros para disfrazar su punto de origen.
¿Precio por e-mail?
Los usuarios de correo electrónico podrían tener que pagar por cada mensaje si prosperan las iniciativas de Microsoft y otras compañías que proponen “sellos” informáticos para frenar la plaga del correo basura.
Los costos derivados del envío de millones de correos electrónicos con publicidad sobre productos para alargar el pene, ver pornografía o con milagrosas recetas para hacerse millonario en cuatro días son ridículamente bajos. Este es el motivo, alegan Microsoft y otras empresas, de que los buzones se abarroten con publicidad no deseada y, en la mayor parte de los casos, inservible.
Sin embargo, a grandes males grandes remedios. El “sello” informático, que pondría un precio a cada mensaje electrónico que se envíe, al igual que ocurre con las cartas de correo tradicional es, en opinión de Bill Gates, fundador de Microsoft, la solución contra esta plaga que ocupa entre la mitad y las tres cuartas partes de todo el correo electrónico que se envía en el mundo.
Microsoft dio recientemente más detalles sobre su proyecto, llamado “Penny Black”, en referencia al sello que se introdujo en Gran Bretaña en el siglo XIX, el primer método que obligaba a pagar al remitente en lugar de al destinatario de las cartas.
En lugar de pagar con dinero, el proyecto sugiere que el remitente pague el franqueo con los segundos que emplearía en resolver una sencilla ecuación matemática.
Aunque las molestias para los internautas serían mínimas, alegan los investigadores de Microsoft, la fórmula causaría un gran trastorno a los propagadores de correo basura o “spammers”, que tendrían que utilizar equipos informáticos adicionales para resolver las cuentas.
Sin embargo, la propuesta cosecha varias críticas relativas a la censura, el destino del dinero extra que se generaría y los mecanismos que obligarían a las empresas a pagar este servicio.
De todas maneras, Gates insiste en la viabilidad de la propuesta, y recientemente señaló que en un par de años el problema del “spam” estará resuelto gracias a los métodos que harán pagar a los “spammers”. De hecho, Microsoft, dueño de los servicios de correo electrónico MSN y Hotmail, ya ha formado una alianza con America Online, Earthlink y Yahoo para explorar y coordinar la estrategia “anti-spam” a escala global.
Cada uno de los cuatro mayores proveedores de servicio de Internet y correo electrónico de Estados Unidos presentó querellas judiciales ante cortes federales de los estados de California, Georgia, Virginia y Washington, que, según indicaron las compañías, incluyen a algunos de los más famosos “spammers” del mundo.
La nueva ley, denominada “control del ataque de pornografía y marketing no solicitado”, conocida en inglés como CAN-SPAM, penaliza tácticas específicas que los spammers usan para propagar el correo electrónico basura, tales como poner asuntos o temas engañosos, direcciones de retorno falsas y el uso de computadoras de terceros para disfrazar su punto de origen.
¿Precio por e-mail?
Los usuarios de correo electrónico podrían tener que pagar por cada mensaje si prosperan las iniciativas de Microsoft y otras compañías que proponen “sellos” informáticos para frenar la plaga del correo basura.
Los costos derivados del envío de millones de correos electrónicos con publicidad sobre productos para alargar el pene, ver pornografía o con milagrosas recetas para hacerse millonario en cuatro días son ridículamente bajos. Este es el motivo, alegan Microsoft y otras empresas, de que los buzones se abarroten con publicidad no deseada y, en la mayor parte de los casos, inservible.
Sin embargo, a grandes males grandes remedios. El “sello” informático, que pondría un precio a cada mensaje electrónico que se envíe, al igual que ocurre con las cartas de correo tradicional es, en opinión de Bill Gates, fundador de Microsoft, la solución contra esta plaga que ocupa entre la mitad y las tres cuartas partes de todo el correo electrónico que se envía en el mundo.
Microsoft dio recientemente más detalles sobre su proyecto, llamado “Penny Black”, en referencia al sello que se introdujo en Gran Bretaña en el siglo XIX, el primer método que obligaba a pagar al remitente en lugar de al destinatario de las cartas.
En lugar de pagar con dinero, el proyecto sugiere que el remitente pague el franqueo con los segundos que emplearía en resolver una sencilla ecuación matemática.
Aunque las molestias para los internautas serían mínimas, alegan los investigadores de Microsoft, la fórmula causaría un gran trastorno a los propagadores de correo basura o “spammers”, que tendrían que utilizar equipos informáticos adicionales para resolver las cuentas.
Sin embargo, la propuesta cosecha varias críticas relativas a la censura, el destino del dinero extra que se generaría y los mecanismos que obligarían a las empresas a pagar este servicio.
De todas maneras, Gates insiste en la viabilidad de la propuesta, y recientemente señaló que en un par de años el problema del “spam” estará resuelto gracias a los métodos que harán pagar a los “spammers”. De hecho, Microsoft, dueño de los servicios de correo electrónico MSN y Hotmail, ya ha formado una alianza con America Online, Earthlink y Yahoo para explorar y coordinar la estrategia “anti-spam” a escala global.