Nueva puja armamentista, pero en pos de otra megacomputadora

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Se ha desatados una carrera internacional para marcar el próximo hito en materia informática. La meta es ambiciosa: una supercomputadora muchas veces más veloz que las líderes actuales.

La diferencia geopolítica con pujas anteriores es toda una clave. Esta vez, a la tradicional rivalidad entre Estados Unidos, Japón y la Unión Europes se suma la potencia emergente en boga, China. Hasta cierto punto, esto es curioso, porque su vecina, India, parece haber avanzado más en informática (si no en fierros).

Sin embargo, la apertura del abanico –como ociurre con la energía nuclear- refleja una realidad: codificadores, descodificadores y máquinaa ultrarrápidas van dejando de ser dominio exclusivo de pocos países. De hecho, muchos avances tecnológico se aplican al diseño, la producción o la operación de bienes y servicios cotidianos. Así, por ejemplo, Procter & Gamble utiliza un supercomputador para estudiar los flujos de aire que impiden el “desbande” de paps fritas Pringle’s en el proceso de fabricación y envase.

Dada la creciente gama de aplicaciones, la velocidad de ordenadores futuros sólo depende de los cotos, la dispiobilidad de energía eléctiroc y as posibilidades de mantener fríos los sistemas. Ya en la actualidad, éstas instalaciones suelen ocupar miles de metros cuadrados.

Por lo pronto, China posee diecinueve supercomputadoras que figuran entre las quinientas más veloces del mundo. En el plano político y según la prensa local, Beijing le da especial relevancia a desarrollo de megaordenadores ultrarrápidos y tecnologías de alto desempeño, para superrar su dependencia de EE.UU. y Japón. Las espectaculares maniobras militares rusochinas (18 al 29 de agosto) ilustran ese tipo de prioridades.

Por ciertto, desde julio circulan informaciones de que Japón y China palnean más inversiones en quebrar la “barrera petaflop”. El término designa la posibilidad de efectuar mil billones de operaciones matemáticas por segundo. Vale decir, ocho veces el máximo actual. A su vez, se sospecha que los rusos están analizando con la UE en pos de metas similares.

Al presente, la computadora más veloz del planeta es la Blue Gene/L de IBM. Instalada em el laboratorio nacional Lawrene Livermore (EE.UU.). Ersta máquina ha llegado a 136 billones de operaciones por segundo, 100.000 más que la mejor PC. Pero se proyecta doblar esa cifra para fin de año, en el mismo ordenador. Por otra parte, hasta el momento se han invertido sumad modestas en el diseño de una megacomputadora “petaflop”. Según expertos de Tokio y Washington, semejante máquina costaría casi mil millones de dólares por unidad.

Pese a ello, diez empresas del sector están efectuando estudios y ensayos preliminares. Entre ellas, las norteamericanas IBM, Cray y Sun Microsystems. En este caso, porque compiten para llegar a fines de la década y ganar un proyecto financiado por el Pentágono, en el programa “sistemas computadores de alto rendimiento”, que maneja la agencia de investigaciones avanzadas (Darpa en inglés). Pero esta iniciativa es simple repuesta al superodandor japonés “simulador terrestre”, que se impuso en 2002 como el más veloz, durante un año.

El mes pasado, en China, el grupo Lenovo (que compró el negocio local de IBM en 2004) anunció que se asociaría al gobierno en un esfuerzo para construir una máquina petaflop hacia 2010. Poco despúes, otros dos firmas locales, Dwaning y Galacting Computing, señalaron intenciones de desarrollar algo similar. En la UE, un programa informático militar –conducido por Bull. Tiene planes para alcnazar su propia petaflop en 2013.

La diferencia geopolítica con pujas anteriores es toda una clave. Esta vez, a la tradicional rivalidad entre Estados Unidos, Japón y la Unión Europes se suma la potencia emergente en boga, China. Hasta cierto punto, esto es curioso, porque su vecina, India, parece haber avanzado más en informática (si no en fierros).

Sin embargo, la apertura del abanico –como ociurre con la energía nuclear- refleja una realidad: codificadores, descodificadores y máquinaa ultrarrápidas van dejando de ser dominio exclusivo de pocos países. De hecho, muchos avances tecnológico se aplican al diseño, la producción o la operación de bienes y servicios cotidianos. Así, por ejemplo, Procter & Gamble utiliza un supercomputador para estudiar los flujos de aire que impiden el “desbande” de paps fritas Pringle’s en el proceso de fabricación y envase.

Dada la creciente gama de aplicaciones, la velocidad de ordenadores futuros sólo depende de los cotos, la dispiobilidad de energía eléctiroc y as posibilidades de mantener fríos los sistemas. Ya en la actualidad, éstas instalaciones suelen ocupar miles de metros cuadrados.

Por lo pronto, China posee diecinueve supercomputadoras que figuran entre las quinientas más veloces del mundo. En el plano político y según la prensa local, Beijing le da especial relevancia a desarrollo de megaordenadores ultrarrápidos y tecnologías de alto desempeño, para superrar su dependencia de EE.UU. y Japón. Las espectaculares maniobras militares rusochinas (18 al 29 de agosto) ilustran ese tipo de prioridades.

Por ciertto, desde julio circulan informaciones de que Japón y China palnean más inversiones en quebrar la “barrera petaflop”. El término designa la posibilidad de efectuar mil billones de operaciones matemáticas por segundo. Vale decir, ocho veces el máximo actual. A su vez, se sospecha que los rusos están analizando con la UE en pos de metas similares.

Al presente, la computadora más veloz del planeta es la Blue Gene/L de IBM. Instalada em el laboratorio nacional Lawrene Livermore (EE.UU.). Ersta máquina ha llegado a 136 billones de operaciones por segundo, 100.000 más que la mejor PC. Pero se proyecta doblar esa cifra para fin de año, en el mismo ordenador. Por otra parte, hasta el momento se han invertido sumad modestas en el diseño de una megacomputadora “petaflop”. Según expertos de Tokio y Washington, semejante máquina costaría casi mil millones de dólares por unidad.

Pese a ello, diez empresas del sector están efectuando estudios y ensayos preliminares. Entre ellas, las norteamericanas IBM, Cray y Sun Microsystems. En este caso, porque compiten para llegar a fines de la década y ganar un proyecto financiado por el Pentágono, en el programa “sistemas computadores de alto rendimiento”, que maneja la agencia de investigaciones avanzadas (Darpa en inglés). Pero esta iniciativa es simple repuesta al superodandor japonés “simulador terrestre”, que se impuso en 2002 como el más veloz, durante un año.

El mes pasado, en China, el grupo Lenovo (que compró el negocio local de IBM en 2004) anunció que se asociaría al gobierno en un esfuerzo para construir una máquina petaflop hacia 2010. Poco despúes, otros dos firmas locales, Dwaning y Galacting Computing, señalaron intenciones de desarrollar algo similar. En la UE, un programa informático militar –conducido por Bull. Tiene planes para alcnazar su propia petaflop en 2013.

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