viernes, 27 de diciembre de 2024

La Unión Europea comienza a probar autos totalmente automatizados

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Automatización completa quiere decir autos sin volante, sin pedales y sin conductor. La UE ya los prueba en varios países de la comunidad con el fin de mejorar la tecnología y el transporte público en pocos años.

Comandados por una computadora central, estos aparatos de forma extraña no hacen ruido ni contaminar. En tres ciudades del continente vehículos sin conductor circularán por especios adaptados hasta 2008. Si el experimento resulta, su uso se extendería para aumentar seguridad en las carreteras, disminuir congestiones en las ciudades, y propiciar un medioambiente más limpio. Se trata del proyecto CityMobil del VI Programa Marco de la UE. Heathrow, Roma y Castellón, en España, son las ciudades piloto.

No es ciencia ficción, desde 1999 hay un proyecto similar funcionando en los Países Bajos, en Cappelle aan de Ijssel, cerca de Rótterdam: allí, un camión eléctrico se desplaza por su propio camino separado del tráfico común, de manera totalmente automática, aunque a una velocidad máxima de sólo 40 kilómetros por hora.

Pero lo que resulta más difícil de creer es que estos coches automáticos puedan llegar a ser una solución para los tradicionales embotellamientos urbanos. Ya algunas ciudades europeas ensayan soluciones propias: Atenas prohíbe el uso de vehículos alternado de vehículos según sus placas (experimento también ensayado en algún momento en Argentina y Venezuela). Londres ha establecido un impuesto de “atasco” para evitar que los conductores muevan su coche por la ciudad.

Ahora la propuesta es tecnológica: un revolucionario sistema que se situaría a mitad de camino entre los conceptos actuales de transporte público y privado. Serían coches guiados que aprovecharían las infraestructuras viales ya existentes y aumentarían los servicios de transporte públicos, reduciendo así el tráfico urbano.

Sin conductor

El proyecto CityMobil pretende establecer sistemas de transporte público sin conductor que lleven al pasajero cuándo y adónde quiera ir. Es decir, serían como “taxis” que pudieran contratarse en cualquier momento a título individual, pero que no estarían conducidos por nadie. Un ordenador central controlaría sus movimientos.

De esta forma, aumentarían las facilidades para moverse por la ciudad en un transporte público, con la consecuente reducción de atascos y contaminación. Las bases de este proyecto son los proyectos CyberMove y CyberCars, del V Programa Marco de la Unión Europea.

Comandados por una computadora central, estos aparatos de forma extraña no hacen ruido ni contaminar. En tres ciudades del continente vehículos sin conductor circularán por especios adaptados hasta 2008. Si el experimento resulta, su uso se extendería para aumentar seguridad en las carreteras, disminuir congestiones en las ciudades, y propiciar un medioambiente más limpio. Se trata del proyecto CityMobil del VI Programa Marco de la UE. Heathrow, Roma y Castellón, en España, son las ciudades piloto.

No es ciencia ficción, desde 1999 hay un proyecto similar funcionando en los Países Bajos, en Cappelle aan de Ijssel, cerca de Rótterdam: allí, un camión eléctrico se desplaza por su propio camino separado del tráfico común, de manera totalmente automática, aunque a una velocidad máxima de sólo 40 kilómetros por hora.

Pero lo que resulta más difícil de creer es que estos coches automáticos puedan llegar a ser una solución para los tradicionales embotellamientos urbanos. Ya algunas ciudades europeas ensayan soluciones propias: Atenas prohíbe el uso de vehículos alternado de vehículos según sus placas (experimento también ensayado en algún momento en Argentina y Venezuela). Londres ha establecido un impuesto de “atasco” para evitar que los conductores muevan su coche por la ciudad.

Ahora la propuesta es tecnológica: un revolucionario sistema que se situaría a mitad de camino entre los conceptos actuales de transporte público y privado. Serían coches guiados que aprovecharían las infraestructuras viales ya existentes y aumentarían los servicios de transporte públicos, reduciendo así el tráfico urbano.

Sin conductor

El proyecto CityMobil pretende establecer sistemas de transporte público sin conductor que lleven al pasajero cuándo y adónde quiera ir. Es decir, serían como “taxis” que pudieran contratarse en cualquier momento a título individual, pero que no estarían conducidos por nadie. Un ordenador central controlaría sus movimientos.

De esta forma, aumentarían las facilidades para moverse por la ciudad en un transporte público, con la consecuente reducción de atascos y contaminación. Las bases de este proyecto son los proyectos CyberMove y CyberCars, del V Programa Marco de la Unión Europea.

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