(EFE).- Las nuevas tecnologías han reducido el costo de la reproducción de discos compactos piratas en Latinoamérica, informó un representante para la región de la Federación Internacional de Industrias Fonográficas (IFPI).
El director legal y de negocios para América latina de IFPI, el venezolano Juan Luis Marturet, dijo que “hay un movimiento de nuevas tecnologías capaces de reproducir copias musicales y grabaciones (discográficas), y producir una cantidad enorme de copias sin limitaciones, con costos bajos”.
Según Marturet, que participó de un seminario sobre propiedad intelectual dirigido a jueces y funcionarios de aduanas panameños, anteriormente instalar una planta industrial de discos compactos costaba al menos US$ 1 millón, pero hoy se puede hacer una producción similar con menos de US$ 10.000.
El funcionario indicó que “los famosos quemadores para computadoras (para grabar discos) han pasado de ser de una bandeja individual para producir un disco a verdaderas torres que pueden producir simultáneamente hasta 10 copias”.
De acuerdo con Marturet, “estamos frente a una dispersión de la piratería donde prácticamente cualquier casa o recinto cerrado sirve para producción masiva” de discos piratas.
Según un informe de la IFPI de 2000, el número de discos piratas vendidos el año pasado en el mundo subió 25% en relación con 1999.
Según el documento, la venta de discos compactos y discos de formato cd-rom (para programas de computadoras) aumentó de los 510 millones vendidos en 1999 a los 640 millones de 2000.
Marturet dijo, sin especificar cifras, que “Latinoamérica como región es sólo superada por el sudeste asiático” en la piratería de discos musicales y que los países donde mayormente se comete este delito son Brasil, México y Paraguay, donde la industria pierde cifras multimillonarias.
También mencionó que este delito ha aumentado a niveles alarmantes en la Argentina, Colombia, Perú y Venezuela, mientras la piratería en Centroamérica y Panamá está por encima de 50% del mercado.
El funcionario explicó que en las naciones latinoamericanas, “todos tienen legislación sobre propiedad intelectual, pero no es un problema de legislación sino de vigilancia”.
El problema, según Marturet, es “convertir las normas abstractas en cumplimiento efectivo, es un gran reto porque tenemos muy buenas leyes pero pocas sentencias, tenemos excelentes conexiones internacionales pero no tenemos un sólo pirata en la cárcel”.
El seminario fue organizado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y el Ministerio panameño de Comercio e Industrias.
(EFE).- Las nuevas tecnologías han reducido el costo de la reproducción de discos compactos piratas en Latinoamérica, informó un representante para la región de la Federación Internacional de Industrias Fonográficas (IFPI).
El director legal y de negocios para América latina de IFPI, el venezolano Juan Luis Marturet, dijo que “hay un movimiento de nuevas tecnologías capaces de reproducir copias musicales y grabaciones (discográficas), y producir una cantidad enorme de copias sin limitaciones, con costos bajos”.
Según Marturet, que participó de un seminario sobre propiedad intelectual dirigido a jueces y funcionarios de aduanas panameños, anteriormente instalar una planta industrial de discos compactos costaba al menos US$ 1 millón, pero hoy se puede hacer una producción similar con menos de US$ 10.000.
El funcionario indicó que “los famosos quemadores para computadoras (para grabar discos) han pasado de ser de una bandeja individual para producir un disco a verdaderas torres que pueden producir simultáneamente hasta 10 copias”.
De acuerdo con Marturet, “estamos frente a una dispersión de la piratería donde prácticamente cualquier casa o recinto cerrado sirve para producción masiva” de discos piratas.
Según un informe de la IFPI de 2000, el número de discos piratas vendidos el año pasado en el mundo subió 25% en relación con 1999.
Según el documento, la venta de discos compactos y discos de formato cd-rom (para programas de computadoras) aumentó de los 510 millones vendidos en 1999 a los 640 millones de 2000.
Marturet dijo, sin especificar cifras, que “Latinoamérica como región es sólo superada por el sudeste asiático” en la piratería de discos musicales y que los países donde mayormente se comete este delito son Brasil, México y Paraguay, donde la industria pierde cifras multimillonarias.
También mencionó que este delito ha aumentado a niveles alarmantes en la Argentina, Colombia, Perú y Venezuela, mientras la piratería en Centroamérica y Panamá está por encima de 50% del mercado.
El funcionario explicó que en las naciones latinoamericanas, “todos tienen legislación sobre propiedad intelectual, pero no es un problema de legislación sino de vigilancia”.
El problema, según Marturet, es “convertir las normas abstractas en cumplimiento efectivo, es un gran reto porque tenemos muy buenas leyes pero pocas sentencias, tenemos excelentes conexiones internacionales pero no tenemos un sólo pirata en la cárcel”.
El seminario fue organizado por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA) y el Ministerio panameño de Comercio e Industrias.