De la noche a la mañana las reuniones sociales y de trabajo de realizaron por zoom, las clases se impartieron mediante plataformas de educación a distancia y el entretenimiento llegó exclusivamente por streaming. Todo eso sy bastante más infló desmedidamente el uso de soluciones de cloud computing.
La computación en la nube – que consiste en poner datos y aplicaciones en grandes centros de datos a los que se accede por Internet en lugar de guardarlos en dispositivos – es lo que hizo posible todas estas tecnologías y las puso al alcance de casi todos los consumidores.
Sin embargo, algunas empresas están descubriendo que la migración a la nube puede ser un camino difícil. El gran atractivo que tiene la nube para las empresas es que les permite aumentar la potencia computacional con solo tocar un botón y pagar solamente por lo que usan. Sus gastos en servicios de nube pública crecerán 18% en 2021, según pronostica la investigadora Gartner.
Pero más allá de ese crecimiento, algunas experimentaron cierta desilusión después de pasar el software que antes almacenaban en sus propias instalaciones a centros de datos manejados por los proveedores de la nube. Solo 37% de las empresas encuestadas por la consultora Accenture, dijeron estar obteniendo todo el valor que esperaban de la tecnología cloud.
Los problemas que identificó la investigación de Accenture incluyen escasez de las habilidades necesarias en los clientes y dificultades para trasladar viejos sistemas a la nube. Los proyectos cloud son los más complicados en TI porque la tecnología afecta a casi todos los sectores de un negocio.
Aun así, muchas veces se descubre que los clientes tienen expectativas poco realistas de los ahorros que harán y subestiman el costo de modificar los sistemas de TI para que funcionen en la nube y el de capacitar al personal.