La energía hogareña en el futuro
Las nuevas tecnologías podrían, para 2020, hacer que un hogar medio consuma 90% menos de energía de lo que consume actualmente. Pero llegar a esa meta debe haber cambios en la conducta de las proveedoras de energía y en los consumidores.
2 diciembre, 2011
<p>El consumo de energía crece menos en Europa a medida que se van imponiendo las medidas para reducirlo. Una investigación de la consultora McKinsey indica que si algunas tecnologías existentes se aplicaran al pie de la letra, para el año 2020 un hogar consumiría casi 90% menos de energía, ya se trate de gas o de electricidad. <br />
Hoy mismo ya se puede empezar a sentir la diferencia. Una familia actual podría recortar de 35 a 40% la energía que consume. Para los proveedores eso significa menores ingresos y menores ganancias, tanto en venta minorista como en generación de energía. <br />
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La investigación de McKinsey cubrió cuatro países – Alemania, Italia, Suecia y Gran Bretaña – que, combinados, forman una buena imagen del mercado europeo. Muestra cómo la tecnología, regulación y conducta del consumidor van a transformar el mercado de la energía residencial en los próximos diez años. Para salir adelante en este nuevo panorama, los servicios públicos deben apostar a segmentos donde puedan crear valor y desarrollar capacidades ganadoras más allá de sus negocios tradicionales. Tal vez eso implique buscar sociedades con empresas de otros sectores. Deberán, también, salir de sus zonas de comodidad para desarrollar o adquirir nuevas capacidades. <br />
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No se esperan tecnologías verdaderamente revolucionarias en los próximos diez años que vayan a conducir el camino hacia el hogar de baja energía del futuro. El ritmo de desarrollo de las nuevas tecnologías y el tiempo que tiene que pasar para que sean comercialmente viables es largo. Luego tienen que lograr producción en escala y recién entonces se verá la reducción de costos y la posibilidad de adopción masiva. <br />
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Muchas tecnologías ya están recuperando sus inversiones, a veces con ayuda regulatoria. Entre ellas figuran bombas de calor, ventanas con doble y triple vidriado, luz eficiente y paneles solares. <br />
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Otras tecnologías tienen un potencial mayormente sub-explotado hasta la fecha, como los sistemas de calefacción, ventilación y de aire acondicionado que utilizan sensores de ocupación que manejan automáticamente cuándo aplicar calefacción o refrigeración. Y hay otras tecnologías, actualmente en desarrollo, que tienen un inmenso potencial y podrían ser comercialmente viables para finales de la década. Un ejemplo son las “ventanas activas” con cubiertas que bloquean la entrada de luz cuando las temperaturas son altas. Ellas podrían recuperar la inversión en menos de tres años cuando los nuevos hogares las instalen. <br />
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<strong>La conducta del consumidor<br />
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Los consumidores están a favor del ahorro de energía, según la investigación de McKinsey, pero esperan que sean las empresas o el gobierno los que tomen la delantera en el camino hacia el hogar con bajo consumo energético. <br />
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Para muchos, el costo es la única razón para reducir su consumo. Pero consideran más importantes la funcionalidad, simplicidad tecnológica, marca y diseño que el ahorro de energía cuando compran electrodomésticos. La mayoría de los consumidores perciben que los productos de bajo consumo energético tienen un rendimiento inferior al de los demás. Este descubrimiento sugiere que las empresas deben trabajar para bajar costos, subir la calidad de sus productos y educar a los consumidores sobre los ahorros que pueden lograr a largo plazo.</p>