Israel y Palestina en una nueva era del proceso de paz

Estados Unidos, Israel y la autonomía palestina lanzaron la puesta en marcha de la "Hoja de Ruta", el plan que intenta reconducir el proceso de paz y la creación de un estado palestino para el año 2005.

4 junio, 2003

La cumbre de Aqaba entre el presidente estadounidense, George W.
Bush, y los primeros ministros de Israel, Ariel Sharón, y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Majmud Abás (Abú Mazen), trató de mostrar un nuevo renacer para el proceso, a pesar de que los riegos y la desconfianza entre las partes siguen siendo muy grandes.
“Con fe y valor es posible lograr la paz en Oriente Medio”, afirmó Bush en las declaraciones finales juntó a Sharón y Mazen y el rey Abdalá de Jordania.

La comparecencia de los tres dirigentes no mostró grandes novedades, ya que en los últimos días se habían avanzado los contenidos, pero sí simbolizó el intento de retomar la vía del diálogo con un objetivo al final del camino.
Situados a pocos metros de distancia, Sharón y Mazen coincidieron en resaltar sus objetivos respectivos y en reconocer los agravios de la otra parte.

Mazen recalcó su compromiso de luchar contra el terrorismo radical e hizo un llamamiento al final de la violencia y el terrorismo contra Israel.
“Emplearemos todos nuestros esfuerzos” para combatir el terrorismo, dijo el primer ministro palestino, quien señaló que “está en juego nuestro futuro nacional y no permitiremos que nadie lo ponga en peligro”.
Mazen pidió la mejora de la situación de los palestinos de los pueblos ocupados.

Por su parte, Sharón se comprometió a tomar inmediatamente medidas para mejorar la “dignidad” de la vida del pueblo palestino, sujeto a graves restricciones por parte de las tropas ocupantes israelíes.
Sharón también hizo una referencia clara a otro asunto clave para los palestinos, al prometer que se desmantelarán “los puestos no autorizados”, en referencia a los asentamientos judíos ilegales en los territorios ocupados.

George W. Bush, quien prometió el apoyo a ambos a la hora de tomar decisiones difíciles, les pidió que emprendan rápidamente medidas “tangibles e inmediatas” que demuestren el avance del proceso y el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
El resto de asuntos, como las fronteras definitivas, el reconocimiento del Estado de Israel, el futuro de los asentamientos judíos autorizados por el Gobierno israelí o la complicada cuestión de Jerusalén quedarán sujetos a las negociaciones de paz, y la reunión de hoy selló el compromiso de trabajar por esa vía.
“No habrá solución militar a este conflicto”, aseguró el primer ministro palestino, quien renunció al terrorismo, mientras que Sharón afirmó que “hay una nueva oportunidad para la paz”.

Ahora, la ANP tendrá la complicada tarea de poner en marcha medidas firmes para frenar el terrorismo extremista palestino, cuyo final es una condición ineludible para el avance del proceso.
Bush anunció que el embajador John Wolf estará a la cabeza de la misión dirigida por EEUU que controlará que las autoridades israelíes y palestinas cumplan sus compromisos respectivos.

La cumbre fue la primera de este nivel tras el intento del ex presidente estadounidense Bill Clinton en Camp David (EEUU) en julio de 2000, con Ehud Barak y Yaser Arafat como interlocutores, y que estuvo cerca de lograr un acuerdo definitivo de paz.

Fuente: EFE

La cumbre de Aqaba entre el presidente estadounidense, George W.
Bush, y los primeros ministros de Israel, Ariel Sharón, y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Majmud Abás (Abú Mazen), trató de mostrar un nuevo renacer para el proceso, a pesar de que los riegos y la desconfianza entre las partes siguen siendo muy grandes.
“Con fe y valor es posible lograr la paz en Oriente Medio”, afirmó Bush en las declaraciones finales juntó a Sharón y Mazen y el rey Abdalá de Jordania.

La comparecencia de los tres dirigentes no mostró grandes novedades, ya que en los últimos días se habían avanzado los contenidos, pero sí simbolizó el intento de retomar la vía del diálogo con un objetivo al final del camino.
Situados a pocos metros de distancia, Sharón y Mazen coincidieron en resaltar sus objetivos respectivos y en reconocer los agravios de la otra parte.

Mazen recalcó su compromiso de luchar contra el terrorismo radical e hizo un llamamiento al final de la violencia y el terrorismo contra Israel.
“Emplearemos todos nuestros esfuerzos” para combatir el terrorismo, dijo el primer ministro palestino, quien señaló que “está en juego nuestro futuro nacional y no permitiremos que nadie lo ponga en peligro”.
Mazen pidió la mejora de la situación de los palestinos de los pueblos ocupados.

Por su parte, Sharón se comprometió a tomar inmediatamente medidas para mejorar la “dignidad” de la vida del pueblo palestino, sujeto a graves restricciones por parte de las tropas ocupantes israelíes.
Sharón también hizo una referencia clara a otro asunto clave para los palestinos, al prometer que se desmantelarán “los puestos no autorizados”, en referencia a los asentamientos judíos ilegales en los territorios ocupados.

George W. Bush, quien prometió el apoyo a ambos a la hora de tomar decisiones difíciles, les pidió que emprendan rápidamente medidas “tangibles e inmediatas” que demuestren el avance del proceso y el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
El resto de asuntos, como las fronteras definitivas, el reconocimiento del Estado de Israel, el futuro de los asentamientos judíos autorizados por el Gobierno israelí o la complicada cuestión de Jerusalén quedarán sujetos a las negociaciones de paz, y la reunión de hoy selló el compromiso de trabajar por esa vía.
“No habrá solución militar a este conflicto”, aseguró el primer ministro palestino, quien renunció al terrorismo, mientras que Sharón afirmó que “hay una nueva oportunidad para la paz”.

Ahora, la ANP tendrá la complicada tarea de poner en marcha medidas firmes para frenar el terrorismo extremista palestino, cuyo final es una condición ineludible para el avance del proceso.
Bush anunció que el embajador John Wolf estará a la cabeza de la misión dirigida por EEUU que controlará que las autoridades israelíes y palestinas cumplan sus compromisos respectivos.

La cumbre fue la primera de este nivel tras el intento del ex presidente estadounidense Bill Clinton en Camp David (EEUU) en julio de 2000, con Ehud Barak y Yaser Arafat como interlocutores, y que estuvo cerca de lograr un acuerdo definitivo de paz.

Fuente: EFE

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades