<p>¿Les sorprende que un artículo que cuesta US$ 600 y que, desde varios puntos de vista, no es esencial para trabajar y hasta posiblemente tampoco para entretenimiento sea comprado por personas con mucho dinero disponible quienes también estarían dispuestas a quemar ese dinero en otras cosas igualmente inútiles (apps)?<br />
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Algunos sí se sorprenden, especialmente, aquellos que observan lo que gastan los usuarios de iPad cuando no se están patinando el dinero en iPads. Para ser justos, El análisis de Yudo Media sobre el poder de venta de la iPad cuantifica los hábitos de gasto en tecnología de los primeros adoptantes. <br />
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Y es evidente que otros fabricantes de tabletas quieren aprovechar ese mercado – el XOOM de Motorola, que aparentemente es lo mejor del mundo desde el iPad—va a costar US$ 800- ¿Pero cuándo va este mercado a alcanzar su punto de saturación? Las tabletas todavía son una categoría inestable, y no está claro que las ventas no sigan la suerte de las netbooks en algún momento, especialmente si no bajan el precio. <br />
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Y aquí es donde la cosa se pone interesante. ¿Una tableta comprada a US$ 100 da a su dueño el mismo poder adquisitivo que una iPad? Por supuesto que no: atiende una demografía completamente diferente. Y así, a medida que las tabletas se democratizan, se irán volviendo ni más ni menos lucrativas como mecanismo de entrega de medios o experiencias de compra que las computadoras que reemplazan. Uno de los secretos de Apple es que las tiendas de aplicaciones para la iPad y, en menor medida para el iPhone/iPod Touch son jardines cerrados propietarios desproporcionadamente habitados por los ricos y/o los derrochones. <br />
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Sin embargo, para que puedan triunfar, las tabletas tendrán que bajar de precio: si no lo creen vean el éxito del Kindle de Apple después de la revisión de precio. Los fabricantes de tabletas que vienen a la zaga y todos los que venden sus productos sobre esos aparatos deben recordar que las tabletas no son necesariamente el camino hacia la riqueza: pueden serlo, pero solo si se mantienen como juguete de la élite económica.<br />
<em>Christopher Mims<br />
Technology Review</em></p>
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iPad: ¿solo un juguete para ricos?
El columnista Christopher Mims dice aquí que la tableta iPad no es necesaria ni para trabajar ni para entretenerse. Es un lujo de los ricos que además gastan fortunas en aplicaciones. Por eso advierte que la tableta será un camino a la riqueza sólo si se mantiene como juguete de la élite económica.