<p>Investigadores de la universidad de Cornell están alertando sobre el esperado aumento en el uso de gas natural de los depósitos de esquisto (pizarra). Dicen que reemplazar carbón y gasolina con gas natural podría empeorar en lugar de mejorar el impacto de los gases de invernadero. En un período de 20 años, la huella de gas de invernadero que deja el gas de esquisto es por lo menos 20% más alta y tal vez más de dos veces más intensa comparada con el carbón. Así afirma el estudio publicado online en la revista Climatic Change. La culpa la tiene el metano, principal componente del gas natural. <br />
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Para extraer gas natural del esquisto, las perforadoras hidráulicas fracturan la roca inyectando, a altas presiones, un cóctel de agua y químicos por un hueco perforado horizontalmente. Robert Howarth, biogeoquímico y profesor de ciencias de la tierra en Cornell, dice que una importante cantidad de gas también se combina con la mezcla de agua y minerales y escapa a la atmósfera cuando el fluido retorna a la superficie. La perforación también resulta en emisiones que convierten al gas de esquisto en una huella de invernadero “significativamente mayor” que el gas natural convencional. <br />
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El descubrimiento es un golpe para los ambientalistas, muchos de los cuales ven al gas natural como un “combustible puente” en el camino hacia fuentes más limpias de energía. La Administración de Información Energética de Estados Unidos proyecta que la producción norteamericana de gas natural aumentará 20% en los próximo 25 años y que el gas de esquisto representará casi la mitad del total, un aumento con respecto a 23% de 2010.</p>
<p>Los más grandes depósitos de esquisto se encuentran en Estados Unidos (Texas), China, Francia, Polonia y Chile, además de una docena de otros países. <br />
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Cuando se lo quema para generar electricidad, el gas natural emite casi la mitad del dióxido de carbono por megawatt-hora que el carbón. Pero a lo largo de su ciclo de vida, el gas natural podría resultar en emisiones de gas de invernadero mucho más graves que las del carbón.</p>
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¿Es verde el gas natural?
No, no lo es. Según revela un estudio, el metano que se libera en las perforaciones es peor que el carbón. El descubrimiento significa un duro golpe para los ambientalistas, que lo consideran un combustible puente en el camino hacia energías más limpias.