La suspensión se llevó a cabo sorpresivamente hace dos meses y provocó
inconvenientes en muchos colegios y comunidades, que tuvieron que desatender otras
cuentas o sacar fondos destinados a otros fines. La empresa que administra el
programa anunció la suspensión de las subvenciones atribuyéndola
a los recortes de gastos que le impone la F.C.C.
La noticia provocó la reacción airada de varios senadores. Además,
Frank Gumper, presidente de la Universal Service Administrative Company, organización
sin fines de lucro que supervisa el programa e-Rate (que es el nombre del programa
que administra la provisión de servicio telefónico y de Internet
a escuelas y bibliotecas), dijo a abogados durante una audiencia la semana pasada
que la decisión de la F.C.C. generará una pérdida de casi
US$ 5 millones.
Por su parte, los funcionarios de la F.C.C. se negaron a acceder al pedido de
los senadores de presentarse en la audiencia e insistieron que los cambios en
el gasto eran necesarios para mejorar el control del programa. Pero al finalizar
la semana pasada, los funcionarios de la administración comenzaron a
distanciarse de los cambios realizados al advertir que la oficina de presupuesto
nunca emitió opinión formal sobre el tema.
En carta a los senadores Snowe y Rockefeller, Michael K. Powell, presidente
de la F.C.C., reiteró su posición de que los cambios en contabilidad
y gasto eran necesario para combatir el fraude y cumplir con la ley federal
que restringe el gasto.
La suspensión se llevó a cabo sorpresivamente hace dos meses y provocó
inconvenientes en muchos colegios y comunidades, que tuvieron que desatender otras
cuentas o sacar fondos destinados a otros fines. La empresa que administra el
programa anunció la suspensión de las subvenciones atribuyéndola
a los recortes de gastos que le impone la F.C.C.
La noticia provocó la reacción airada de varios senadores. Además,
Frank Gumper, presidente de la Universal Service Administrative Company, organización
sin fines de lucro que supervisa el programa e-Rate (que es el nombre del programa
que administra la provisión de servicio telefónico y de Internet
a escuelas y bibliotecas), dijo a abogados durante una audiencia la semana pasada
que la decisión de la F.C.C. generará una pérdida de casi
US$ 5 millones.
Por su parte, los funcionarios de la F.C.C. se negaron a acceder al pedido de
los senadores de presentarse en la audiencia e insistieron que los cambios en
el gasto eran necesarios para mejorar el control del programa. Pero al finalizar
la semana pasada, los funcionarios de la administración comenzaron a
distanciarse de los cambios realizados al advertir que la oficina de presupuesto
nunca emitió opinión formal sobre el tema.
En carta a los senadores Snowe y Rockefeller, Michael K. Powell, presidente
de la F.C.C., reiteró su posición de que los cambios en contabilidad
y gasto eran necesario para combatir el fraude y cumplir con la ley federal
que restringe el gasto.