No es novedad que la tecnología irrumpió en la vida de las personas haciéndola más simple. Su adopción en distintas áreas permite automatizar y optimizar algunas tareas cotidianas y poder llevar el control de todo lo que nos rodea. Pero si se habla de hacer más sencilla la rutina diaria, no se puede dejar de lado a los hogares y los edificios.
Las tecnologías más utilizadas en los edificios inteligentes se relacionan con inteligencia artificial y machine learning. Esto se puede implementar a distintas funcionalidades, por ejemplo: cámaras que permiten detectar personas y vehículos con claridad; riego automático basado en la humedad del suelo; sistemas para ahorrar energía eléctrica; apertura de portones con el celular.
Javier Pilotti, de Administración Vitro, coincide en que la tecnología permite traer soluciones a los problemas de las personas. “La mayor parte de las personas asocia todo lo que llamamos inteligente con tener algo conectado a internet que permite una gestión remota o a control remoto. Yo considero que va un paso más allá y que se relaciona con la capacidad de resolver un problema en forma autónoma. Por ejemplo, tener la iluminación conectada a un sistema remoto que defina prenderse o apagarse en función del clima. Lo mismo sucede en el caso de la calefacción, que pueda medir el consumo de agua caliente y regule la caldera en función de horarios de picos de consumo. En ambos casos, se generan ahorros al edificio”, comenta Pilotti.
Y agrega otro ejemplo respecto a la inclusión de la tecnología en los ascensores: “Que analice donde tiene más llamadas, a qué hora tiene que estar en la planta baja, en el medio o arriba y automáticamente se programe para que a la tarde esté en planta baja para recibir a la gente. Hoy se puede programar que el ascensor esté arriba o abajo, pero la inteligencia sería que esa decisión la tome el ascensor en función de datos en tiempo real”.
Aunque en Argentina todavía queda un largo camino hasta llegar a una edificación totalmente inteligente, algunos ya encontraron una mayor eficiencia en algunos aspectos a través de su uso. Por ejemplo, el uso de cámaras de videovigilancia con el objetivo de evitar delitos o descubrir a delincuentes que atenten contra las propiedades o zonas del edificio.
“El uso de cámaras con cierta inteligencia hoy ya se ve en Argentina y facilitan la vigilancia. Por ejemplo, toman la temperatura por el tema del Covid o también avisan si alguien ingresa fuera de un horario determinado a un sector del edificio, como por ejemplo la pileta”, destaca Pilotti.
Si bien en Argentina, recién se está comenzando a utilizar la inteligencia artificial en los edificios, es un hecho que la transformación digital de las administraciones y de los consorcios está en marcha y se aceleró notablemente desde el inicio de la pandemia. Esta digitalización ya está generando ahorros en los costos de papel y de logística e implica una optimización de los tiempos al brindar procesos automatizados y centralizados en una única plataforma con el objetivo de que el día a día de los vecinos sea más simple, comentó Albano Laiuppa, CEO de ConsorcioAbierto. “Un edificio totalmente inteligente traerá sin duda un mayor abanico de beneficios a los vecinos que van desde la disminución de gastos, el ahorro de energía por iluminación y climatización adecuada, sistemas renovables y el cuidado del medio ambiente”, concluye Laiuppa,