Cinco claves para repensar el negocio y lograr un reenfoque estratégico ante un futuro incierto

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La era post Covid-19 será distinta a lo conocido hasta ahora. Un nuevo estándar, del que hoy se sabe poco, aunque hay ciertas pistas, tales como los cambios de hábitos y regulaciones basados en reducir los contactos e interacciones entre la gente y las restricciones mayores en términos de higiene y viajes.

Esta crisis ha generado ganadores y perdedores. De un lado, empresas con fuerte presencia digital, o industrias como la alimenticia, de higiene, o farmacéutica, están desbordadas para evitar el colapso de ventas que no pueden producir o despachar, en un ambiente de crecientes complejidades logísticas. Si capean el temporal, pueden salir mucho mejor paradas que a la entrada de la crisis.

En la otra parte, los servicios o industrias severamente comprometidas, enfrentan el reto de replantear todo su negocio. Sin embargo, podrían ser no todas malas noticias. Una crisis como la presente puede ser el puntapié para el cambio.

Lo primero que hay que trabajar con los líderes de las organizaciones, es identificar el sentido de urgencia del cambio y las capacidades organizacionales reales que tienen para poder migrar el modelo de negocio hacia esos nuevos horizontes”, destaca Alejandro Zappe, director de aqnitio.

Es momento para liberase de ataduras y modelos obsoletos preestablecidos, cambiar o desarmar unidades deficitarias, redefinir el modelo de negocio, generar un prototipo rápido y probarlo. Estar siempre cerca del consumidor, medir en tiempo real y cambiar rápido si es necesario. En tiempos de incertidumbre y volatilidad, las organizaciones que puedan transitar estos momentos ágilmente tendrán una carta ganadora”, agrega el experto.

Cinco aspectos a tener en cuenta en estos procesos:

Rol del directorio

En otras crisis, un comité de dirección ejecutivo tomaba el control de la situación y provocaba los cambios necesarios para seguir adelante. Hoy, la complejidad de la situación, unida a un cliente que abraza el cambio y que demanda otra cosa, hacen que estos comités de crisis estén tan lejos del cliente y sus nuevas necesidades, que inviabiliza resultados alentadores de largo plazo. Hoy más que nunca, las organizaciones tienen que descentralizar sus equipos de innovación para brindar a los clientes lo que necesitan en los tiempos en que lo necesitan.

 

El valor de la cadena de suministro

Reforzar la cadena de suministros, tener aceitado un plan de continuidad con proveedores desarrollados alternativos, fortalecer equipos de trabajo con nuevas capacidades logísticas, son vitales en tiempos donde el más mínimo error puede generar quiebres en los puntos de venta, y en estos tiempos es un lujo que nadie puede tomar.

 

La comunicación

La mayor parte de la comunicación en estos tiempos es y será por medios digitales. Solamente el 7% del impacto de las comunicaciones viene de las palabras y el 93% del lenguaje corporal y el tono de voz. Teniendo en cuenta esto, ¿cómo podemos tener una comunicación profunda y efectiva de manera virtual? ¿Cómo podemos afrontar el reto de afinar nuestra sensibilidad para captar al otro, o a los otros, en un contexto no acostumbrado? Ese es parte de un reto que tendrán que encarar las empresas para los próximos tiempos, y el no dejar librado al azar este desafío es clave para lo que viene.

 

La salud digital

La mayor parte de los cambios requeridos en los modelos de negocio existentes pasarán por dar un salto de calidad en la salud digital de la compañía. Esto implicará replanteos radicales sobre la forma en que se definen los productos, se entregan o se mide la performance. Y esto no implica solamente lo que el cliente pueda percibir, es la integralidad del enfoque digital la que puede definir entre las empresas ganadoras y las que no, en este nuevo mundo.

Equipos empoderados

Menos gente, más preparada digitalmente y empoderada. Ese pareciera ser el mantra de lo que viene. Estar cerca del cliente, generar los cambios necesarios en tiempo real, puede parecer de ciencia ficción, pero a lo mejor es condición de base para una nueva economía post Covid-19. Las fronteras entre la oficina, el mercado y los hogares se han difuminado tanto que, para mucha gente ambientada en esquemas más tradicionales, será muy difícil de adoptar. Metas claras, estructuras elásticas y adaptativas a las necesidades y equipos de líderes que ayuden a barrer los obstáculos, más que a mandar qué es lo que se tiene que hacer.

¿Próximos pasos?

Identificar qué acciones defensivas y ofensivas encarará la empresa en el corto y mediano plazo es vital para que este proceso se transite de una manera más ordenada.

En el corto:

  • Alinear el equipo y consolidar un mensaje unificado.
  • Trabajar en la salud física (¡y mental!) de los equipos de trabajo.
  • Generar escenarios que permitan prepararse para lo que sigue.
  • Blindar los aspectos financieros inmediatos.
  • Poner foco en la operación logística.

En el mediano:

  • Cuantificar los impactos y revisar las proyecciones.
  • Entender la realidad de los clientes y asegurar los ingresos.
  • Generar (en lo posible) redundancias logísticas que permitan sortear los problemas coyunturales.
  • Revisar y replantear el modelo de negocio: definir capacidades organizacionales e invertir en innovación.

Las compañías más exitosas son en general las que invierten más en investigación y desarrollo en épocas de recesión, y no solamente en pensar en reducir costos. Esas inversiones en el largo plazo tienen repago.  Estamos ante épocas donde la visión y el coraje de los líderes estará más a prueba que nunca. Ojalá que, en nuestra región, estemos a la altura de las circunstancias”, concluyó Zappe.

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