El horóscopo chino marcó a 2012 como el año del dragón y tal vez algo de esa fuerza y buena fortuna hayan pegado en la industria IT de ese país asiático porque el año pasado significó un crecimiento importante en el sector. A paso lento pero seguro China se ha convertido en el mayor productor y consumidor de tecnología del mundo.
El crecimiento está atado al boom de la nube y los servicios móviles. Para ilustrar vale una cifra: este año China superó a Estados Unidos en fabricación de teléfonos inteligentes. Además, llegó a la barrera de 1.000 millones de suscriptores a servicios telefónicos el año pasado y el país tiene 500 millones de usuarios de Internet.
¿Qué esperar, entonces, de China? Por un lado, hay que mirar de cerca el impulso estatal. China quiere darles un verdadero impulso digital a sus consumidores, aumentando la población online a 800 millones para 2015. Gartner predice que el mercado IT crecerá en China de US$ 1.178 millones en 2013 a US$ 1.724 millones en 2016, a un crecimiento de 8%.
En lo que a Cloud se refiere, China seguirá beneficiándose de las inversiones estatales y del atraso de sistemas preexistentes, lo que permite a las empresas saltar a lo último. Además, su dominio en mercados emergentes –como América Latina y Europa del Este- hace que no se sienta tan fuerte la caída en el consumo europeo calificado.
Además, marcas chinas de computadoras van acaparando porciones cada vez más grandes de mercado. Tanto ZTE como Huawei seguirán ganando terreno en el mercado móvil y Lenovo seguirá superando a sus rivales, como hizo con HP en 2012. Deberán enfrentar algunos desafíos –como expandirse hacia mercados menos regulados – si quieren seguir creciendo más allá de sus fronteras.
Lo cierto es que China sigue siendo uno de los mercados de mayor crecimiento en IT, según la consultora Forrester. Sus ciudadanos gastan US$ 1.050 millones en tecnología, lo que la sitúa como tercera en consumo detrás de Estados Unidos y Japón. Per capita las cosas son distintas y el acceso de las clases populares a tecnología sofisticada puede ser una meta realista en los planes de expansión de las firmas locales e internacionales.
