No hace falta recurrir a complicados acuerdos de inteligencia, como los que reveló Edward Snowden, para saber qué traman los ciudadanos de un país: la autoridad de los gobiernos para pedir información sensible a las empresas de tecnología está en aumento y con eso aparecen nuevos peligros sobre la privacidad.
Por lo menos así lo expresaron voceros de Google al anunciar los resultados de su informe anual de transparencia: los pedidos de los gobiernos por información ciudadana aumentaron 120% en los últimos cuatro años.
Evidentemente esta cifra está ligada, por un lado, al aumento en la cantidad de usuarios pero también, dicen desde la empresa, en el interés de los gobiernos por pedir informes con información personal. El año pasado solamente fueron 53.356 los pedidos, principalmente de Estados Unidos.
Sin embargo, los gobiernos no siempre tienen tanta suerte. El año pasado de los 1.397 pedidos hechos por el gobierno británico 69% fueron denegados. De los pedidos estadounidenses, 83% sufrieron la misma suerte. “Tratamos de restringir el acceso que los gobiernos tienen a información personal lo más que podemos pero es importante que exista un marco legal que también proteja al usuario. Por eso estamos trabajando con otras ocho compañías para reformar leyes de vigilancia y hacerlas más transparentes”, dijo Richard Salgado, director de legales de la compañía.
Este anuncio no podría llegar en un mejor momento. Luego del escándalo de Edward Snowden, que reveló que la agencia de seguridad norteamericana (la famosa NSA) estaba involucrada en espiar a los ciudadanos de ese país, la confianza en las compañías de IT bajó notablemente. Como una manera de limpiar su nombre, compañías de renombre como Google, Microsoft, Facebook y Twitter, están presionando para que haya un marco legal más sólido que otorgue transparencia a las actividades de gobiernos.