Por supuesto, el objetivo central de Apple es ampliar su hegemonía más allá de los reproductores musicales y dar batalla en las comunicaciones inalámbricas. Eso bastaría para dar vuelta el mercado como si fuera un guante, algo que –en privado- admiten Microsoft y las grandes telefónicas.
.
El nuevo producto, “iPhone” llegará a Estados Unidos en junio y costará US$ 500 en versión de cuatro gigabitios o 600 en ocho. “Estos aparatos son iPod ampliados con una pantalla que reacciona al toque”, explicaba Jobs en la exposición MacWorld, San Francisco. “Reflejan un desplazamiento hacia dispositivos de uso final múltiple”, señaló. De paso, dio otro dato: Apple Computer pasa a llamarse Apple, a secas.
Naturalmente, ayer las acciones pegaron al mayor salto en seis meses, pues el mercado espera ventas superiores a US$ l.000 millones este año. A su vez, la compañía apunta a tomar 1% del mercado mundial de celulares en 2008. Eso significa diez millones de unidades por año, probablemente restados a Motorola y Nokia, que “siguen ofreciendo pantallitas dividads en cuatro, tonitos y otros factores no centrales a la comunicación”, ironizaba un ejecutivo de Apple.
“Este doble producto ubica a la empresa en un mercado con mayores oportunidades”, opina William Shope, analista sectorial de JP Morgan Securities. Tras elevar a “muy positivo” el puntaje comprador de la acción, el expertos subrayó que “Apple necesitaba algo como esto para defender su cancha y atacar otras”.
El dispositivo tiene anverso negro y reverso plateado. Es algo mayor que el iPod nano y la pantallita ( 8,75 centímetros o 3,5 pulgadas) ocupa casi toda la cara, con una barra de funciones que actúa vertical u horizontalmente. Obviamente, el marketing eligió Estados Unidos-Canadá como primer campo de batalla, pues iPhone alcanzará Europa occidental después de octubre y Asia oriental recién en 2008.
“Hemos reinventado el teléfono” decía Jobs, mientras recibía un e-mail vocal enviado por Albert Gore, ex vicepresidente y hoy director en Apple. Entre clásicos de los Beatles, luego subieron al proscenio otros dos miembros de la junta: Eric Schmidt (director ejecutivo de Google) y Jerome Yang, fundador de Yahoo.
Por supuesto, el objetivo central de Apple es ampliar su hegemonía más allá de los reproductores musicales y dar batalla en las comunicaciones inalámbricas. Eso bastaría para dar vuelta el mercado como si fuera un guante, algo que –en privado- admiten Microsoft y las grandes telefónicas.
.
El nuevo producto, “iPhone” llegará a Estados Unidos en junio y costará US$ 500 en versión de cuatro gigabitios o 600 en ocho. “Estos aparatos son iPod ampliados con una pantalla que reacciona al toque”, explicaba Jobs en la exposición MacWorld, San Francisco. “Reflejan un desplazamiento hacia dispositivos de uso final múltiple”, señaló. De paso, dio otro dato: Apple Computer pasa a llamarse Apple, a secas.
Naturalmente, ayer las acciones pegaron al mayor salto en seis meses, pues el mercado espera ventas superiores a US$ l.000 millones este año. A su vez, la compañía apunta a tomar 1% del mercado mundial de celulares en 2008. Eso significa diez millones de unidades por año, probablemente restados a Motorola y Nokia, que “siguen ofreciendo pantallitas dividads en cuatro, tonitos y otros factores no centrales a la comunicación”, ironizaba un ejecutivo de Apple.
“Este doble producto ubica a la empresa en un mercado con mayores oportunidades”, opina William Shope, analista sectorial de JP Morgan Securities. Tras elevar a “muy positivo” el puntaje comprador de la acción, el expertos subrayó que “Apple necesitaba algo como esto para defender su cancha y atacar otras”.
El dispositivo tiene anverso negro y reverso plateado. Es algo mayor que el iPod nano y la pantallita ( 8,75 centímetros o 3,5 pulgadas) ocupa casi toda la cara, con una barra de funciones que actúa vertical u horizontalmente. Obviamente, el marketing eligió Estados Unidos-Canadá como primer campo de batalla, pues iPhone alcanzará Europa occidental después de octubre y Asia oriental recién en 2008.
“Hemos reinventado el teléfono” decía Jobs, mientras recibía un e-mail vocal enviado por Albert Gore, ex vicepresidente y hoy director en Apple. Entre clásicos de los Beatles, luego subieron al proscenio otros dos miembros de la junta: Eric Schmidt (director ejecutivo de Google) y Jerome Yang, fundador de Yahoo.