Dos hospitales de California son los últimos en una lista de varios que han sido hackeados por cibercriminales que exigen rescate para liberarlos. Estos últimos hackeos, el Chino Valley Medical Center y el Desert Valley Medical Center, se producen un mes después de que el Hollywood Presbyterian pagara US$ 17.000 de rescate para recuperar el control de sus sistemas computarizados. También ocurrió lo mismo con el Hospital Metodista de Henderson y el Ontario Hospital en Ontario, Canadá.
Esta ola de ataques, dicen los expertos, tiene todos los visos de continuar en el futuro. Lo que están haciendo es colocar virus (que en inglés llaman ransomware) en las computadoras de los hospitales y, los “sitian” hasta que paguen, generalmente en bitcoins, a cambio de una llave para desbloquear.. Se trata de una forma de código malicioso que bloquea el acceso a los sistemas hasta que la institución para el rescate.
En la mayoría de los casos los hackers buscan paralizar el negocio y alzarse con dinero fácil en lugar de revender los datos recolectados a otros cibercriminales. La reventa de datos es un negocio rentable, pero exige experiencia en venta de datos, en actividades fraudulentos y en capacidad para vender en el mercado negro.
Con esta nueva modalidad, en cambio, la plata la hacen en forma directa y rápida. Hay mucha alarma entre las pequeñas y medianas empresas, que no tienen sistemas de seguridad tan acolchados como las grandes y hacen menos backup de sus sistemas.