La gestión de sistemas ERP obsoletos genera crecientes dificultades para las organizaciones en materia de competitividad y seguridad. Según Microsoft, el mantenimiento de aplicaciones desactualizadas puede absorber hasta el 90 % del presupuesto de tecnología informática, lo que incrementa la presión sobre los responsables de sistemas para innovar y responder con agilidad.
Excelia, consultora española especializada en tecnología y servicios profesionales, difundió el informe “CIOs en la cuerda floja: el alto precio de un ERP obsoleto”. El documento identifica ocho síntomas principales que advierten sobre la necesidad de actualizar los sistemas ERP: actualizaciones complejas o discontinuadas, integración deficiente con soluciones modernas, persistencia de procesos manuales, limitaciones de movilidad y acceso remoto, información poco fiable o demorada, altos costes de mantenimiento, interfaces poco intuitivas y falta de escalabilidad.
El proceso de modernización de ERP, según el informe, demanda un enfoque estratégico. Incluye diagnóstico de sistemas críticos, identificación de riesgos, priorización de actualizaciones y adopción progresiva de nuevas tecnologías. La ejecución por fases, la compatibilidad de sistemas y la gestión de la adopción interna son señaladas como claves para reducir riesgos asociados al cambio.
Juan Pablo Plaza, business applications managing director de Excelia, afirmó: “Los sistemas ERP han sido esenciales para integrar procesos y aportar control a las organizaciones, pero incluso los más avanzados siguen necesitando de una gran parte de intervención humana”. Plaza también destacó el rol de los agentes de inteligencia artificial, que permiten transformar el ERP en un asistente proactivo. “Los agentes de Inteligencia Artificial son el siguiente paso: analizan datos, anticipan problemas y permiten interacciones conversacionales, transformando al ERP en un asistente proactivo que optimiza operaciones y libera a los equipos de tareas repetitivas”, expresó el directivo.












