El panorama de ciberseguridad en Argentina revela una problemática creciente para las pequeñas y medianas empresas. De acuerdo con un relevamiento realizado por Sparkfound, seis de cada diez PyMEs locales sufrieron al menos un ciberataque durante el último año. En la mayoría de los casos, los ataques no fueron detectados a tiempo, lo que derivó en pérdidas económicas, filtración de información sensible y daños a la reputación empresarial.
La ciberseguridad ha dejado de ser una cuestión exclusiva de áreas técnicas y se posiciona como un asunto estratégico, capaz de impactar tanto en la economía como en la confianza en los servicios digitales. El déficit de recursos humanos especializados afecta a organizaciones de todos los tamaños, pero incide especialmente en las PyMEs, consideradas como las más desprotegidas y, al mismo tiempo, las más atacadas.
Entre las amenazas más frecuentes identificadas por la entidad se destacan el phishing (suplantación de identidad para obtener información confidencial), el ransomware (secuestro de datos a cambio de un rescate económico), los ataques DDoS (sobrecarga de servidores para interrumpir servicios), el malware (software malicioso que infiltra y daña sistemas) y la fuga de datos (filtración o robo de información corporativa y de clientes).
Sergio Oroña, CEO de Sparkfound, señaló: “Hoy cualquier empresa, sin importar su tamaño, está expuesta. El error más común es creer que por ser una pyme no se es un objetivo atractivo. Los atacantes buscan vulnerabilidades y no solo de las grandes marcas”. Oroña agregó: “Por eso, es fundamental incorporar hábitos digitales seguros y herramientas de protección básicas. La prevención cuesta mucho menos que recuperar la información o la confianza después de un ataque”.
Especialistas y estudios coinciden en que invertir en prevención, concientización y tecnología de protección resulta clave para la continuidad operativa. Medidas como autenticación multifactor, respaldo periódico de datos y capacitación al personal pueden marcar la diferencia entre un incidente controlado y una crisis mayor.
“Por eso, es fundamental incorporar hábitos digitales seguros y herramientas de protección básicas. La prevención cuesta mucho menos que recuperar la información o la confianza después de un ataque”, dijo Sergio Oroña, CEO de Sparkfound.












