El volumen de negocios concretado por el Mercado Abierto Electrónico (MAE) durante 1991 trepó a US$ 31.000 millones, una cifra que duplica con holgura los US$ 14.600 millones registrados en1990.
Según estimaciones del presidente de la entidad, Rodolfo Lanús de la Serna, todo permite suponer que en 1992 el monto negociado volverá a incrementarse y se acercará a US$ 50.000 millones, sobre la base de que a partir de octubre el volumen transferido registró un nuevo aumento, que hizo elevar el monto de cada uno de los meses finales del año a US$ 4.000 millones. En este último aspecto tuvo una influencia muy importante la decisión del gobierno de eliminar el impuesto a la transferencia de títulos, que en el caso de las operaciones realizadas en este ámbito alcanzaba a 1,5% frente al gravamen de 1% que afectaba a las transacciones efectuadas en el recinto bursátil.
El impuesto en sí, y la diferencia que existía con respecto a las operaciones realizadas en la Bolsa, determinaba una acentuada distorsión, al incentivar la derivación de operaciones hacia Montevideo para no tributarlo. Por lo tanto, al eliminarse el impuesto desde octubre, esas operaciones se concretan con el MAE, lo que explica el importante aumento que desde ese mes registraron las
operaciones, especialmente las concretadas en acciones, que aumentaron su participación desde el magro 2% que exhibían en julio a 10%, con la particularidad de que hubo jornadas en que llegaron a cubrir la tercera parte del total de acciones transferidas en el mercado, incluidas las efectuadas en la
Bolsa, que sigue ostentando el liderazgo en este segmento.
Lanús de la Serna estima que en 1992 las distintas plazas continuarán siendo receptoras de órdenes del exterior, pero, para que esa corriente logre materializarse en un marco razonable, es muy importante que se incorporen al mercado las sociedades calificadoras de riesgo y nuevos inversores
institucionales, como los Fondos de Pensión. Además, considera de fundamental importancia que las empresas brinden una mayor información sobre sus actividades, que debería incluir “detalles sobre los negocios de todas las firmas colaterales pertenecientes a los grupos de control”.
Por su parte, los organismos oficiales deberán combatir al mal uso de la información preferencial (insider information) que es penado como delito en casi todo el mundo, mientras que aquí es utilizado para beneficio personal con mucha frecuencia.
Con estos requisitos, el mercado de capitales se encuadraría en los standards internacionales de calidad, requisito indispensable para que los grandes inversores institucionales del exterior deriven hacia el país cifras importantes con carácter permanente.
Con la finalidad de adecuarse a la nueva dimensión que se espera del mercado, el MAE desarrolla otros sistemas destinados a perfeccionar la transparencia de los negocios y asegurar el rango horario de la operación. En este aspecto, la implantación del método de pantalla será un avance importante.
Además, agrega Lanús de la Serna, el MAE puso en movimiento la organización de un mercado de futuros y opciones, tanto para títulos públicos como para privados.
Los estudios correspondientes fueron encargados a una firma internacional, para establecer la dimensión posible de este nuevo mercado y su estructura probable, que podría estar en condiciones de operar en el último trimestre del año. Además, señala Lanús de la Serna, “estamos en conversaciones con mercados de esa naturaleza de primer nivel internacional, que ya pusieron a nuestra disposición su asesoramiento”.