Desde el 11 de octubre pasado, y bajo las siglas AF, The Argentina Fund Inc. cotiza en el tablero de Wall Street. Con un activo de US$ 69 millones, este fondo-país administrado por Scudder, Stevens and Clark, debe invertir por lo menos 65% de su capital en acciones argentinas en el lapso de un año.
El resto puede ser invertido en documentos de deuda tanto del gobierno como de las empresas privadas.
Edmond Villani, presidente de Scudder, estuvo en Buenos Aires junto a la plana mayor de la compañía, y dijo que “éste es sólo el principio de una tendencia (inversora) de largo plazo”.
La estabilidad política y económica, la convertibilidad, las privatizaciones, la desregulación, la apertura y la exitosa lucha contra la inflación son los cambios que, según Villani, “hacen de la Argentina un mercado tan atractivo para el inversor extranjero”.
Sin embargo, mostrando cierta cautela, Villani dijo que “somos conscientes de que estos cambios se han producido en muy poco tiempo, por eso debemos monitorearlos de muy cerca”.
En diciembre, cuando los gerentes del Argentina Fund estuvieron en Buenos Aires, todavía no habían empezado a comprar acciones. Nicholas Bratt, presidente del fondo, explicó que en mercados como el argentino “es mejor tomarse tiempo para no cometer errores”.
Además de contar con el asesoramiento de la Sociedad General de Negocios y Valores, una subsidiaria del Banco General de Negocios, Scudder piensa contratar a consultores privados para hacer minuciosos análisis de las empresas argentinas.
Otro paso fundamental será la selección de los agentes de Bolsa y brokers encargados de comprar o vender acciones para el Argentina Fund. Bratt dijo que buscan tres cosas en estos profesionales: buen servicio (confidencialidad, excelencia y lealtad), creatividad (que propongan buenas ideas), y que sigan atentamente a las compañías en las que el Fund haya invertido.
MERCADOS EMERGENTES.
La todavía precaria estabilidad económica y los vericuetos de la economía subterránea argentina no amedrentan a esta empresa multinacional, ya que desde hace casi 40 años es pionera en los mercados emergentes. En Latinoamérica solamente, Scudder tiene invertidos US$ 800 millones. Pero
es en los mercados asiáticos donde ha acumulado mayor experiencia.
En 1953 lanzó el Japan Fund, el primer fondo de inversión internacional, que ha dado suculentos dividendos a sus accionistas.
También fue de las primeras firmas multinacionales en apostar al surgimiento de Corea del Sur, donde creó el exitoso Korea Fund. Villani encuentra muchas similitudes entre el proceso de expansión que vivió el mercado bursátil coreano en la última década y el que está comenzado en la Argentina. “En 1984, el mercado de capitales coreano rondaba los US$ 4.000 millones; hoy alcanza
los US$ 100.000 millones. Es decir que creció 25 veces en siete años. Nosotros pensamos que algo similar puede ocurrir en la Argentina”, se entusiasma.
Según los estudios de Scudder, el mercado de capitales argentino tiene un potencial de crecimiento enorme. “Mientras en Chile el mercado de capitales equivale a 103% del PBI”, dijo Villani, “el argentino apenas alcanza 6%”.
De mantenerse la estabilidad y las reformas económicas actualmente en marcha. Scudder pronostica un espectacular proceso de desarrollo del mercado bursátil.