Como estar en el pelotón de vanguardia

    La “creme de la creme”, empresarios, estadistas y académicos avizoran hacia dónde discurre el futuro.
    Davos (por Edgardo A. Silveti, enviado especial) – A pesar de la nueva crisis política y económica que se desató en Buenos Aires, y que este año es uno de los más fríos de la historia de los Alpes suizos, un grupo de hombres de negocios argentinos decidió mirar más allá de los cambios de ministros y de
    la estampida del dólar. Son aquellos que preparan a sus empresas para que tengan capacidad de respuesta a los cambios que se están produciendo en la economía internacional.
    Ante la posibilidad de recoger información en las fuentes, no fue extraño que viajaran a este pueblo encantador empresarios como Federico Zorraquín (Ipako-Polisur), Enrique Pescarmona (Impsa- Austral), Máximo Intaglietta (Maxinta), Enrique Mantilla (Techint), Victor García Laredo (Socma), Amadeo Riva (Aerolíneas Argentinas), Mónica Madanes (Fate-Aluar), Carlos C. Helbling, Enrique Dieti (Bolsa de Valores de Buenos Aires). Enrique Ruete Aguirre (Banco Roberts-ADEBA). Por si fuera poco, luciendo la flamante credencial de Telefónica de Argentina, se presentó José Luis Bustamante.
    En esta reunión, a la que Bush y Gorbachov enviaron sendos mensajes de adhesión, surgió como conclusión que la comunidad de hombres de negocios tiene bien en claro que es necesario separar a los países de América la desocupación. No hay inversiones y la inestabilidad es el horizonte actual.
    Esto es preocupante porque Argentina sigue sin convencer, sin despenar la suficiente confianza como para generar una franca corriente de inversiones en medio de una aceleración de los acontecimientos internacionales. Y por cierto, como lo puntualizó el príncipe Sadruddin AgaKhan, en el acto de apertura, las novedades son muchas y se suceden con una velocidad increíble.

    Tiempos modernos
    Tal vez la mente más lúcida fue la del ex primer ministro de Francia, Raymond Barre, en lo que respecta a un análisis global económico y político de la situación internacional actual. “Después de ocho años de crecimiento ininterrumpido en los Estados Unidos, no es anormal esta recesión,
    porque, si no, habríamos encontrado el método para terminar con los ciclos económicos, y ello no es posible. Por otra parte, todo indica que la recesión ha sido suave y que lo peor ya pasó, de acuerdo con declaraciones del presidente de la Reserva Federal. Por otra parte, las exportaciones de los Estados Unidos están aumentando fundamentalmente por su competitividad, antes que por el bajo valor del dólar frente a las otras monedas”.

    Un nuevo orden económico mundial
    Barre recordó que, con excepción de Gran Bretaña, la economía de todos los países europeos atraviesa por un buen momento -el cuarto año del ciclo ascendente- y que lo mismo sucede en Japón y en el resto del sudeste asiático. “No se puede desconocer la guerra del Golfo comentó y la angustia que produce su prolongación, pero un hecho que asombra es que, si bien hubo alzas en el precio del petróleo, no se produjo la estampida a US$ 50 el barril como algunos habían pronosticado. A pesar de la guerra se puede suponer que su precio se mantendrá en torno de los US$ 20 por barril”.
    Agregó que, si bien en muchos países los bancos atraviesan una mala situación, que en el caso de Estados Unidos puede ser calificada de crisis, también es cierto que es la oportunidad para que queden los buenos y “se descarte la basura”.
    Con respecto al GATT afirmó que se puede hablar de un fracaso en lo que hace a las negociaciones de productos agrícolas, pero no se puede dejar de reconocer que se progresó como nunca en la liberación de los servicios. Afirmó que lo más importante es que empresarios y funcionarios salven el principio y la efectividad del multilateralismo porque lo peor que puede suceder es volver al bilateralismo que provoca enfrentamientos de los fuertes con los fuertes y de los fuertes con los débiles.
    Uno de los problemas de fondo es que “ahora estamos en tierra de nadie y se está construyendo un nuevo orden económico mundial”. Barre afirmó que hasta hace poco había dos grandes superpotencias que ponían orden en sus imperios, pero ahora sólo una, los Estados Unidos, conserva todos los atributos, ya que la Unión Soviética perdió su condición de superpotencia económica. De acuerdo con el pensamiento de este ex funcionario, será muy ingenuo suponer que entonces la Unión Soviética no cuenta en las grandes decisiones internacionales. “Rusia sigue siendo una superpotencia militar y diplomática”. Con relación a la guerra del golfo Pérsico, estimó que es una
    caja de Pandora abierta con la invasión de Irak a Kuwait, pero debido al conflicto, el mundo no podrá seguir ignorando la inestable situación de Israel y de Palestina.

    Ahí vienen los rusos
    Sin lugar a dudas la reunión más espectacular, dentro de un programa muy flexible según el interés de cada participante, fue lo que se dio en llamar la “mesa redonda de los rusos”, que provocó que se colmara la capacidad del inmenso Plenary Hall del Kongresszentrum de Davos. No fue para menos,
    ya que participaron Arkady Volsky, un ingeniero presidente de la Asociación de Científicos e Industriales de la URSS y que respalda incondicionalmente a Gorbachov; Anatoly Sobchak, un abogado, intendente de Leningrado, que está considerado como el segundo adversario político más importante de Gorbachov; Leonid Kravchuk, presidente de Estonia, quien odia a Gorbachov por la represión en el Báltico, y Arnoold Rutel, un agrónomo presidente de Ucrania que tiene una posición moderada con respecto a Gorbachov, pero busca la independencia de su país de la URSS.
    “Sería iluso pensar que se puede pasar rápidamente y sin dolor de un sistema político autoritario y de economía cerrada a otro basado en una democracia republicana y con economía abierta. Estamos en plena crisis política, de balance de pagos y carda de la producción, pero la perestroika no ha
    muerto y só1o va más lenta de lo que imaginábamos”, explicó al auditorio el ingeniero Volsky.
    “Hemos vivido regidos por leyes ideológicas, pero no económicas. Ahora necesitamos dictar nuevas bases jurídicas que permitan un mejor juego político y que se avance en proceso de las privatizaciones.”
    Sobchak no anduvo con rodeos: “El mayor peligro que existe ahora en la Unión Soviética son las tendencias reaccionarias de los militares que durante décadas actuaron como instrumento del Partido Comunista. Esta confusión de papeles entre el partido político, el gobierno y el Estado sigue sin aclararse.
    Espero que Gorbachov entienda que debe ser un auténtico jefe de Estado y debe abandonar la presidencia del Partido Comunista. Y si no lo entiende, debe irse del cargo”.
    “Terminó la época de la ilusión -acotó Barre- de que la perestroika se podrá implementar rápida y masivamente en la Unión Soviética. Sin embargo, se abre el capítulo de la esperanza realista de que el proceso se concrete, luego de un tiempo de maduración que llevará más años que los imaginados.
    No es un problema só1o de los rusos. Nosotros, los occidentales, también tejimos fantasmas porque queríamos creer que habíamos encontrado El Dorado moderno, para hacer negocios fáciles y rápidos.”

    Chile y México
    Hubo dos países de América Latina que se animaron a enfrentar a los empresarios de todo el mundo. Fueron Chile y México, que utilizaron diferentes estrategias. En el caso de Chile hubo un solo expositor, Daniel Bianchi, presidente del Banco Central y que por su moderación fue elegido para el
    importante cargo tanto por Patricio Aylwin, el actual presidente, como por Augusto Pinochet, titular del gobierno militar anterior. México, en cambio, ofreció la versión de su economía a cargo de empresarios de ese país. El presidente del Consejo de Inversiones por medio de diapositivas ilustró
    los avances de la economía mexicana.
    Los puntos en común de Chile y México son los siguientes:
    * Solucionaron, de diferente manera, lo que se dio en llamar el peso de la deuda externa y obtuvieron un trato diferencial con los Estados Unidos en lo que hace al comercio y a las inversiones.
    * Tienen control sobre el déficit de Tesorería y sus economías registran crecimiento, con aumento de la producción industrial, de las exportaciones y del empleo.
    * Son los dos países de mayor apertura de América Latina y consideran que están integrados al mundo. Por ello no tienen tratados de integración con otras naciones de la región, pero sostienen un acuerdo con Estados Unidos.
    * Reciben inversiones extranjeras (US$ 1.300 millones por año en Chile y US$ 3.500 millones anuales con México).
    * La estrategia del desarrollo se basa en la inversión privada local y extranjera, en una política exportadora que comienza por permitir importaciones, y por una fuerte inversión pública en obras de infraestructura.

    ESPERANDO A GODOT
    Un millar de empresarios, funcionarios y economistas de todo el mundo concurrió a la cita de 1991 y durante una semana se pudo conversar con personalidades tan diversas como René Jaeggi (Adidas), Alexandre Mahler (Nestlé), Martin Posth (Volkswagen), Robert T. McNamar (Banco de Nueva
    Inglaterra), Hansrletmeyer (Deutsche Bank), Louis Schwitzer (Renault), Helmut Maucher (Nestlé), Francis Lorentz (Bull), Robert Kennedy (Union Carbide), Raymond Viault (Suchard), Donald Keough (Coca-Cola), Philip Benton (Ford), Hermann Pohl (Suchard), Eichi Matsumoto (Banco de Tokio), John Gutfreund (Salanon Brothers).
    En medio de una rápida sucesión de reuniones se pudo ver a Raymond Barre, ex primer ministro de Francia; Horst Siebert, del Instituto de Economía Mundial de Kiel; Lester Thurow, decano de la Escuela de Negocios del MIT; Luis F. Jaramillo, vicepresidente de Colombia; Andrés Bianchi, presidente del Banco Central de Chile; Wilfried Martens, primer ministro de Bélgica- Anatoly Sobchak, diputado e intendente de Leningrado; Bela Kadar, ministro de Relaciones Exteriores de Hungría; William Ryrie, vicepresidente ejecutivo de la CFI; Jacob Frenkel, director de investigaciones del FMI; Vladimir Dlouhy, ministro de Economía de Checoslovaquia; William Rhodes, del club de bancos acreedores; De Anne Julius, economista jefe del Royal Dutch/Shell; John Gould, decano de la
    Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago, y Hemando de Soto (Perú).
    A pesar de sus promesas, faltaron a la cita los presidentes Collor de Mello, Carlos Andrés Pérez y Carlos S. Menem. “Quedó también suspendida la conferencia del ministro de Economía de la Argentina, señor González, que fue nombrado ministro de Defensa y no sabemos qué tiene que ver una cosa con la otra, pero sí sabemos que definitivamente no vendrá.”
    Tal vez la mayor frustración fue la de Bill Rhodes, quien había viajado a Davos para iniciar las conversaciones con Erman González acerca de los nuevos mecanismos para el pago de la deuda externa de la Argentina.