La calidad garantiza la permanencia en el mercado

    INFORME |

    Por Gustavo Baiman


    Daniel Razzetto

    La reciente crisis –por su magnitud– volvió a encender una luz roja sobre el sector, afirman en el estudio Razzetto, López, Rodríguez Córdoba. Para la firma, no se profundizó sobre un tema de responsabilidades ni cuestionamientos en ese momento, porque hubiera sido como apagar un incendio con nafta, provocando un efecto dominó que hubiera agravado aun más la magnitud de la crisis. En este sentido el actual reporte de la Comisión Europea es un importante punto de partida para instalar un necesario debate.
    Para Daniel Razzetto, socio del estudio, uno de los puntos centrales de la discusión es el grado de concentración del sector: “considero que se necesitan más opciones en la auditoría además de las grandes compañías. La situación actual pone el mercado al filo de un potencial riesgo que los nuevos paradigmas post crisis no soportarían si una nueva desestabilización de algunas de las Big Four ocurriese. Los argumentos y las opiniones tratando de minimizar y de sostener que es una discusión innecesaria, a través de los sesgados comentarios de estas firmas son, claramente, en mi opinión una muestra patoteril de la soberbia con la que históricamente han sostenido su inaceptable e indefendible cartelización”, afirma Razzetto.
    Sobre el trabajo del auditor, si bien permanecen las estructuras básicas, afirman que a partir del caso Enron comenzó un cambio en la profesión con algunas regulaciones, como la prohibición de designar a las firmas de auditoría en servicios de consultoría o asesoría, la creación de un comité de auditoría para preaprobar los servicios de auditoría, la rotación de auditorías y nuevas reglas sobre independencia de los auditores.
    Otro punto importante que cambió sustancialmente el trabajo del auditor es la incorporación de nuevas tecnologías. Pasó de metodologías de verificación manual a la utilización de diversas herramientas tecnológicas que permiten identificar con mayor celeridad las materias a priorizar. Las técnicas de muestreo estadístico o la administración de papeles de trabajo es un ejemplo que permitió un avance en la calidad de la auditoría.

    Especialización y controles
    “Por supuesto que todos los avances deben acompañarse con planes de capacitación que integren a todos los niveles de la firma. En este sentido no creo que sea necesaria la especialización de acuerdo al sector de la industria o actividad que se audite; creo que el auditor debe en lo personal responder al perfil que establecen las normas, debe actuar con el debido cuidado profesional e independencia de criterio pero fomentando la integración de equipos multidisciplinarios y acudiendo al apoyo técnico de los especialistas en cada materia”, dice Razzetto.
    Para el auditor, es primordial conocer el ambiente de control de la compañía, probar los controles internos que poseen los procesos administrativos y establecer los riesgos de auditoría, es decir que el profesional puede detectar futuros problemas con parámetros de revisión efectivos y sugerir cambios para prevenirlos.
    “La generalización en la aplicación de las normas internacionales favorece la comparación y el análisis de los estados contables de diversos países a través de la unificación de los criterios de medición y exposición. También observo que permite la integración de los profesionales del país con los del resto del mundo al trabajar bajo las mismas normas. Es como si se hablara el mismo idioma. Creo que la profesión se encuentra en estos tiempos con un gran desafío que es la mejora y capacitación continua que permita ofrecer a nuestros clientes trabajos de calidad. Referirnos a la calidad en un servicio de auditoría implica garantizar la competitividad y permanencia en el mercado de los profesionales que a ella se dedican. Tal vez a la hora de los cambios, obtener una calificación en calidad en el servicio de auditoría puede ser uno de los atractivos para la matrícula”, concluye Razzetto.