INFORME |
Por Gustavo Baiman
Leonardo Fraga
En Grant Thornton Argentina apuestan a un cambio en el modelo actual de las auditorías para poder responder a las necesidades y expectativas de las empresas y de los grupos de interés. Apuntan, entre otros temas, a redefinir el rol del auditor y a abrir más el mercado para desacelerar el alto grado de concentración que prevalece en la actividad.
“El punto de partida de la discusión empieza con la crisis: cómo puede ser que el mercado haya leído informes y dictámenes de auditorías limpios y sin observaciones y después sin embargo haya pasado lo que pasó. Los actores que interactúan en el mercado deben replantearse cuál fue su responsabilidad y qué cosas tienen que modificar. En nuestro caso, los estándares de auditorías sobre la base de las cuales se efectúa el trabajo tienen que ser pensados, discutidos y puestos en funcionamientos a través del International Auditing and Assurance Standards Board (IAASB)”.
“Este organismo, que es un ente privado, tiene que ser el lugar para rediscutir y generar cambios en nuestro trabajo y no la Comisión Europea. Está bien el debate que propone la comisión y las preguntas que se hacen, pero el ámbito para tratar nuestras responsabilidades es el IAASB que es un organismo que tiene su debido proceso y se expone frente al mercado”, dice Leonardo Fraga, socio de Grant Thornton.
En cuanto al trabajo del auditor en la compañía, argumentan que es necesario ampliar sus facultades, y que los profesionales tendrían que ofrecer más información de la que brindan. Actualmente el auditor dice en qué medida los estados contables reflejan razonablemente la información patrimonial y económica de una compañía, pero no hay una aproximación, por ejemplo, a los controles internos. El auditor trabaja basado en un esquema de riesgo, evaluando la confiabilidad de la información que le llega; en la medida en que no haya indicadores de errores en esa información ni señales de que podría existir un acontecimiento fraudulento, es muy difícil detectar alguna anomalía.
“Uno como auditor no reprocesa toda la información del año, el trabajo es a través de un esquema de riesgo, se profundiza y se focaliza los recursos en donde se estima que hay mayor probabilidad de error. La verdad es que el producto terminado es bastante limitado. Está muy bien la discusión con respecto al la ampliación del rol del auditor, fundamentalmente para generar información adicional. Pero también es cierto que para manejar más información hay que ver en qué medida el mercado puede sostener el incremento de los costos que necesariamente se van a dar. Tendríamos que medir si es viable y sostenible. La opinión de Grant Thornton es que el mercado debería poder soportarlo y que seria muy conveniente para tratar de evitar futuras crisis”, afirma Fraga.
Mayor concentración
La concentración del sector tiende a ser cada vez más grande y la eventual caída de una de las grandes organizaciones, si bien no haría colapsar el mercado, podría provocar un daño importante. Una de las salidas que plantean en la compañía frente a este problema es incentivar a inversores y accionistas a que tomen decisiones en la contratación de las auditoras y no que recaiga toda esta responsabilidad sobre las gerencias.
Otra medida seria permitir que las empresas utilicen una compañía para hacer sus auditorías externas y a su vez tomar los servicios de otra firma para hacer otros trabajos como consultoría.
“Las gerencias tienden a renovar los contratos de las auditoras casi en forma inconsulta, por eso es necesario que los accionistas, por ejemplo, se involucren más y formen parte de la toma de esas decisiones, de esta manera las empresas más chicas van a tener más oportunidades y el mercado empezará a desconcentrarse. Pero estas discusiones tienen que darse en el ámbito de la profesión. Si es el Estado quien participará o intervendrá más activamente en alguna de las iniciativas, creo que se estaría equivocando el rumbo; me parece que no es conducente al objetivo que se está buscando, que es básicamente reconstruir la confianza pública en el mercado de capitales”, concluye Fraga.