Un sector afianzado, pero que pide cambios en la regulación

    FINANZAS |

    Por Gustavo Baiman


    Mara Bettiol

    En los últimos cinco años las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo crecieron a un promedio de 30% anual. El factor que impulsó este desarrollo fue la incorporación de nuevos trabajadores a la economía formal. Sin embargo, los principales referentes del sector afirman que estos indicadores favorables no están exentos de problemas. Los inconvenientes que señalan están relacionados con las últimas modificaciones en las regulaciones del sector y el crecimiento de la litigiosidad en las incidencias.
    En el mercado operan 23 aseguradoras que brindan los servicios que indica la ley sobre Riesgos del Trabajo: asesoramiento a las empresas en prevención y atención inmediata e integral a los trabajadores que sufren un accidente o enfermedad laboral; cobertura total en medicamentos, prótesis, traslados; derivación a centros especializados según cada caso y rehabilitación, recalificación y reinserción laboral.
    “El sistema de Riesgos de Trabajo a través del alcance de su cobertura ha demostrado ser una herramienta importante a la hora de la inclusión social. A 14 años de su vigencia cubre a una población que representa más del doble de la que aseguraba en sus comienzos. Protege a 8 millones de trabajadores que se desempeñan en 780.000 empresas y atiende más de 600.000 accidentes al año a lo largo de todo el país. La totalidad de los trabajadores en relación de dependencia de la economía formal están insertos hoy en un esquema que previene y atiende accidentes laborales y enfermedades profesionales”, dice Mara Bettiol, gerente general de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, (UART).
    Un punto de fortaleza del sector y que impacta favorablemente en las cuentas de las aseguradoras es la baja en la siniestralidad. Según los datos de la Superintendencia de Riesgo de Trabajo el índice de incidencia AT/EP (Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales) del año 2009 alcanzó los 57,4 AT/EP cada 1.000 trabajadores cubiertos, registrando un descenso de 12% con respecto al año anterior. Esta cifra es más baja que la incidencia global: 72 casos cada 1.000 trabajadores. Los principales sectores que registraron disminuciones en el índice de incidencia respecto del período anterior son: minería con una caída de 17%; servicios financieros, 15% menos; servicios sociales, 13% e industria manufacturera, 12,7%.
    En tanto los sectores más riesgosos como la construcción, transporte, electricidad y agricultura registran bajas de 10%, 6,6%, 5,3% y 3,7%, respectivamente. Otro dato a considerar es la incidencia de fallecidos, que en 2009 descendió 20% respecto al año anterior.

    Reclamos del sector
    Para las aseguradoras, el primer problema surgió en septiembre de 2004 cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictó una serie de fallos que cuestionaron algunos puntos de la normativa. El más cuestionado fue aceptar la vía judicial para los reclamos por fuera del sistema. Desde entonces la presentación de demandas fue significativa y creció año tras año. “Desde esa fecha se está trabajando arduamente para lograr consenso entre las partes involucradas y obtener la sanción de una norma superadora”, afirma Bettiol.
    “Los juicios siguen mostrando un considerable crecimiento. En los tres primeros meses de 2010 se acumularon 9.848. La proyección para los 12 meses del año en curso, a partir de esa base, asciende a 61.746 demandas, 50% más que el año anterior. Desde enero de 2002 hasta marzo de 2010, se iniciaron 125.000. La solución estructural al problema sería ajustar los artículos de la normativa vigente que fueron cuestionados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, dice Bettiol.
    Otro de los reclamos del sector tiene que ver con la sanción del decreto 1694/09 que estableció un aumento en las indemnizaciones que las ART deberán brindar ante la ocurrencia de un accidente o enfermedad, estableciendo pisos a las prestaciones, eliminando los topes de la cobertura y duplicando las sumas únicas frente a incapacidades graves y fallecimientos. Durante los dos primeros meses de vigencia del decreto, noviembre y diciembre de 2009, las aseguradoras absorbieron los mayores costos derivados de la modificación. A partir de enero de 2010 se comenzaron a adecuar las alícuotas. El costo promedio abonado del sistema pasó de 2,4% a 2,8% de la masa salarial.
    “La actual ley necesita una norma superadora para recuperar la certidumbre y plena asegurabilidad. Los requisitos básicos deberían contemplar algunos aspectos fundamentales. En primer lugar, en cuanto a reparaciones, las mismas deberían estar predeterminadas por fórmulas de cálculo que a su vez sean avaladas por la justicia. Por otra parte, respecto de las contingencias a cubrir, deberían estar claramente definidas en un listado de enfermedades profesionales que, formando parte del cuerpo legal, se consideren para la determinación de cobertura y la solución de controversias planteadas en instancia administrativa o judicial.

    Las aseguradoras en números
    El sector tiene un importante grado de concentración: del total de las ART que actualmente operan en el mercado, siete de ellas acumulan 66,8% de los trabajadores y 68,8% de los empleadores cubiertos por el sistema. En tanto las 10 aseguradoras de menor tamaño agrupan 2,3% del total de trabajadores y 0,5 del total de empleadores. Según los datos de la SRT a diciembre del año pasado, las que tienen más coberturas son: Prevención, con 1.151.832 empleados asegurados; Mapfre con 850.368; Consolidar, 770.695, La Caja, 634.110; Provincia, 553.581 y La Segunda con 513.351.
    En cuanto a la distribución entre los diferentes actividades, un poco más de las dos terceras partes del total de los trabajadores asegurados del país pertenecen sólo a tres sectores productivos. El rubro de “servicios sociales” cuenta con la mayor participación, con 40,8% del total de trabajadores, lo sigue “comercio” con 15,4%, e “industrias manufactureras” con 14,8%.
    El año pasado tres sectores verificaron un importante aumento de la cobertura: “explotación de minas y canteras”; “transporte, almacenamiento y comunicaciones” y “electricidad, gas y agua”: Por otro lado, entre las actividades que registran baja se destacan “construcción”, “servicios financieros” y “agricultura, caza, silvicultura y pesca”.
    El recorte por escala de empresa muestra que 84,7% de los empleadores asegurados posee entre 1 y 10 trabajadores, agrupando apenas 15,2% de los trabajadores cubiertos. En las empresas que poseen hasta 500 trabajadores, se agrupan 57,5% del total de los trabajadores cubiertos. En las 83 empresas afiliadas que poseen más de 5.000 trabajadores, se acumula 22,4% de los trabajadores, representando sólo 8,7% del total de cuotas pactadas.

    Recaudación y cuotas
    El año pasado el sector facturó aproximadamente $5.900 millones, casi 20% más que en 2008, cuando alcanzó $4.900 millones. La actividad económica que registra la cuota media más elevada es la agraria, con un valor promedio de 7,8% de la masa salarial del sector, seguida por el sector de la “construcción” con 6,3%. Los sectores de “servicios sociales”, “electricidad, gas y agua” y “servicios financieros” son los que registran la cuota más baja como porcentaje del salario, con un valor medio de 1,0%, 1,5% y 1,7%, respectivamente.
    En términos del costo en pesos de la cuota promedio por trabajador, la cifra más elevada se constata en el sector de “minas y canteras”, con $182,7 y el sector de actividad que registra la cuota más baja en pesos por trabajador es “servicios sociales”, con $31,9.
    La relación cuota promedio con el tamaño del empleador muestra la relación inversa entre el valor de la cuota y la cantidad de trabajadores. Para el mes de diciembre, los empleadores afiliados con 3 a 5 trabajadores registran la cuota media más elevada, 5,5% del salario, mientras que las empresas con dotación mayor a 5.000 trabajadores computan el menor costo, con un valor medio de 0,7%.