VIDA PRIVADA | Vinos
Por Sabrina Cuculiansky
Hervé Joyaux y Diane Fabre.
En Lujan de Cuyo, Vistalba, se afincó junto a su mujer Diane y edificó la primer bodega boutique del país con una producción anual de 50.000 cajas. Antes de que llegara la moda de las bodegas de pequeño formato, el matrimonio elaboraba sus vinos en el terruño argentino con el savoir faire de Francia.
El ambiente vitivinícola lo llamó “el francés loco” porque los viñedos de Mendoza los adquirió a un precio muy alto debido a la antigüedad de las plantas, algunas de 1908. Cuando todos reconvertían y compraban plantas nuevas de alto rendimiento, Hervé se decidió por viñedos antiguos con baja producción pero muy alta calidad. Hace 15 años, la tendencia era reconvertir y plantar nuevos para que produjeran más.
Sin tomar en cuenta los susurros, Hervé se estableció en Vistalba y construyó la bodega rodeada por los viñedos; su chateaux. A esta bodega, llamada Fabre Montmayu, le sumaron una nueva en otro punto del país, el Valle de Río Negro. Allí se ubicó Infinitus, en la zona de Patagonia.
Vinos del sur
Si los terruños de Mendoza le permitieron desarrollar un fruto de calidad superior para los vinos, el especial paisaje patagónico se volvió ideal para combinar las cepas francesas y lograr caldos con novedosos y armónicos aromas.
Allí, en la localidad de Roca recicló una vieja bodega y comenzó a elaborar vinos de estilo francés y de alta gama de origen patagónico.
Los vinos del sur conjugan texturas y sabores distintivos. Infinitus se convirtió en la primera bodega de Patagonia que se dedica solo a los productos de alta gama.
Una de las características de los vinos de Fabre es que surgieron de viñedos con cepajes nobles franceses y que, por su antigüedad, se los considera nativos. En cada vinificación está presente la figura de Hervé quien aplica las técnicas de los más prestigiosos chateux.
Los destacados
Cada una de las bodegas tiene sus líneas y sus perlitas. En Fabre Montmayu los de alta gama especiales son el Grand Vin, que fue premiado con el “Oscar de los vinos” en el concurso Bourg Blaye de Burdeos, Francia. El Grande Reserve Malbec y el Grande Reserve Cabernet Sauvignon. Le siguen los de alta gama varietales Fabre Montmayu Cabernet, Merlot, Chardonnay y Malbec. Luego los de alta gama jóvenes llamados Phebus y los de todos los días de la línea Trilogie.
Desde el sur, la bodega Infinitus produce el Infinitus Merlot, proclamado por Wine Society como el Merlot de la Argentina, un Merlot diferente, con la característica de la fruta joven y la complejidad de un gran vino. También cuenta con tres bivarietales, dos tintos y un blanco.
Desde Vinexpo
En directo desde Burdeos, en Vinexpo, Hervé Joyaux Fabre responde para Mercado.
–¿Cuáles son las nuevas cepas que existen en el mercado argentino?
–Dentro de las tintas, el Cabernet Franc, el Petit Verdot y el Pinot Noir. Entre las blancas el Viognier y el Pinot Gris, también conocido como Pinot Grigio.
–¿Cómo está posicionado hoy al Malbec?
–Es la mejor cepa de la Argentina. No hay que cansarse de decirlo y de promover esta uva emblemática que hizo que Fabre Montmayou invierta en el país hace más de 15 años. No olvidemos que, si bien el Malbec tiene renombre en la Argentina, falta que se conozca en el resto del mundo donde lo conocen principalmente los profesionales, pero no los consumidores.
–¿Cuál es la tendencia de hoy en el consumo, de guarda o jóvenes?
–Va hacia los vinos que se pueden consumir más rápidamente que antes. Esto tiene que ver con una imposibilidad de contar con cavas personales en las ciudades y por la inmovilización financiera que representa guardar vinos. No significa que sean vinos livianos, sin cuerpo y sin capacidad de guarda. El consumidor busca vinos más frutados, que puedan añejarse o tomarse de inmediato.
–¿Cuáles son las nuevas modalidades u opciones para beber?
–Los nuevos “nichos” por definición son “nichos” y no crecerán mucho exceptuando el rosado que conoce un renacimiento en Europa. Por ser un vino polivalente se puede tomar frío en verano como vino tinto y tiene más aceptación por las mujeres que algunos vinos tintos con más cuerpo. No creo que los vinos dulces (con más alcohol y azúcar que los vinos tradicionales) tengan mucho futuro porque van un poco en contra de una dieta internacional donde se intenta limitar el consumo de azúcar.
Los protagonistas
Fabre Montmayou Grand Vin 2006
Se combina a la perfección con platos refinados y postres de chocolate.
Varietales: 85% Malbec, 10% Cabernet Sauvignon y 5% Merlot.
Guarda: 15 años ($220).
Fabre Montmayou Malbec Gran Reserva 2006
Un gran vino para acompañar con carnes rojas, guisos, quesos fuertes y chocolate.
Varietales: 100% Malbec.
Guarda: 10 años ($85).
Fabre Montmayou Cabernet Sauvignon Gran Reserva 2006
Gran concentración con dulces taninos que combinan bien con carnes rojas, de caza y quesos fuertes.
Varietales: 100% Cabernet Sauvignon.
Guarda: 10 años ($85).
Fabre Montmayou Reserva Malbec 2007
Para acompañar carnes grilladas, guisos y quesos.
Varietales: 100% Malbec.
Guarda: 2008–2015 ($41).
Infinitus Gran Reserva Merlot 2005
Ideal para acompañar platos elaborados, todo tipo de carnes a la parilla o con salsas, quesos tipo Brie.
Varietales: 100% Merlot.
Guarda: 12 años ($117).
Infinitus alta gama bivarietales ($27)
Cabernet Sauvignon – Merlot 2007
Para acompañar carnes a la parrilla, pastas, quesos suaves.
Conjuga armoniosamente la intensidad del Cabernet Sauvignon con la gran fineza del Merlot, representando el “assamblage” característico de Burdeos, Francia.
Varietales: 80% Cabernet Sauvignon y 20% Merlot.
Guarda: 2008–2012
Malbec – Syrah 2007
Para acompañar pastas, risotto, platos de pato y de conejo.
Varietales: 80% Malbec y 20% Syrah.
Guarda: 2008–2012
Chardonnay – Semillón 2007
Los dos cepajes más famosos de Francia para acompañar mariscos, pescados y carnes blancas.
Guarda: 2008–2010
