ESTRATEGIA | Informe especial
A 2.600 metros sobre el nivel del mar se erige el yacimiento cupro-aurífero Bajo de la Alumbrera. Emplazado al noroeste de la provincia de Catamarca, este proyecto minero marcó el inicio de la gran minería en la Argentina. Minera Alumbrera puso en marcha el emprendimiento en 1997 luego de una inversión inicial de US$ 1.200 millones.
Los derechos de exploración y explotación pertenecen a Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), una sociedad integrada por el Gobierno de Catamarca y la Universidad Nacional de Tucumán. YMAD ha constituido una Unión Transitoria de Empresas (UTE) con Minera Alumbrera para la explotación del yacimiento, en virtud de la cual percibe 20% de las utilidades generadas por Bajo de la Alumbrera. Por dicho concepto, en los últimos dos años, Minera Alumbrera pagó a YMAD US$ 475,8 millones.
El emprendimiento es operado hoy por el grupo minero diversificado Xstrata –cotiza en las bolsas de comercio de Zurich y Londres– que posee 50% de la inversión, mientras que las empresas canadienses Goldcorp y Yamana Gold cuentan con 37,5% y 12,5%, respectivamente.
Minera Alumbrera produce anualmente alrededor de 180.000 tn de cobre y 630.000 onzas de oro. El concentrado producido de cobre y oro se exporta íntegramente a mercados internacionales para su posterior refinamiento. Los países receptores mayoritarios del concentrado son Alemania y Corea, a los que les siguen Japón y Filipinas. El continente asiático encabeza la región más interesada en el producto, concentrando 55% de los destinos.
Impacto económico
Minera Alumbrera genera beneficios directos e indirectos en la región donde se encuentra ubicado el yacimiento, sumado a los aportes que realiza a escala provincial y nacional. La empresa es generadora de empleo, precursora en investigación y desarrollo (I&D) y en la aplicación y difusión de las más avanzadas tecnologías de exploración y de procesos de producción minera como respuesta a su estricta política de cuidado del medio ambiente.
A la vez, desarrolla proveedores locales a los efectos de incrementar la cadena de valor en su área de influencia para aportar a una distribución equitativa de la riqueza creada por el proyecto. Asimismo, en el marco de sus políticas de responsabilidad social y de desarrollo sustentable genera otros beneficios en las comunidades involucradas, a partir de la realización de obras de infraestructura y la promoción de programas en distintas áreas: producción, educación, salud, cultura y otras.
Sólo en el año 2007, la empresa aportó ingresos a la economía argentina por un total de $3.109.6 millones en concepto de pago de impuestos, regalías, salarios, aportes a la seguridad social, compra de insumos y servicios nacionales. Estas contribuciones significan:
• Un flujo de ingresos de $259,1 millones mensuales y/o $8,6 millones diarios, que se distribuyeron en el país.
• Un saldo favorable del balance externo del proyecto de aproximadamente $3.109,6 millones. En este sentido, los ingresos al país por exportaciones del proyecto sumaron $4.845 millones y los egresos por importaciones de bienes y servicios para la producción sumado a dividendos, amortizaciones y reinversión de utilidades totalizaron $1.735,4 millones.
• El impuesto a las ganancias pagado por el proyecto representó 3% de la recaudación tributaria por este concepto a escala nacional.
En los últimos 10 años, el proyecto contribuyó a la economía argentina con un flujo de ingresos acumulados que alcanza $5.200 millones (US$ 1.670 millones), sin considerar la compra de insumos y servicios nacionales.
Visto de otra manera, en estos 10 años de trabajo intenso, la riqueza –o valor agregado local– creada por el proyecto en concepto de salarios, utilidades a YMAD, regalías provinciales, e impuestos pagados al fisco prácticamente equipara la inversión total realizada por la empresa hasta la fecha: US$ 1.663 millones.
Si se suman los ingresos generados por la compra de insumos y servicios nacionales, el total de fondos acumulados en el período asciende aproximadamente a $10.000 millones.
En el marco de la política de empleo, la empresa asume como compromiso prioritario la contratación de mano de obra local. Durante 2007, el empleo ascendió a 2.178 personas, entre trabajadores permanentes y contratistas. 51% de los nuevos ingresos durante ese período es oriundo de Catamarca.