Llegó el tiempo de los amantes de la pesca deportiva Neuquén y Río Negro se convertirán –como cada año– en el e

    Por Marcos Caruso

    La espesa fronda cubre las laderas, las flores silvestres rompen el verde dominante que recorta el contorno de los lagos cuyas aguas reflejan los bosques y los picos con la nieve en retirada que las bordean.
    En esa supuesta quietud, donde el silencio apenas es quebrado por el canto de algún pájaro o por la caída de alguna rama, como si fuera un desgarro, (imposible de determinar de dónde proviene), puede observarse un ligero hormigueo, mínimo, de variados colores, que se abre paso en la costa y luego se pierde y aparece intermitentemente. Son los pescadores que cotidianamente, en esta época, van en busca del tesoro que se desarrolla en los lagos y ríos patagónicos: las distintas variedades de truchas que se reproducen y crecen amparadas por aguas sumamente puras.
    Llega noviembre y, hasta mayo, Bariloche, en Río Negro; Quillén, Junín de los Andes (considerada capital nacional de la trucha), San Martín de los Andes, Villa La Angostura y Villa Traful, en Neuquén, volverán a ser los destinos donde se concentran los amantes de la pesca deportiva.
    Los ríos Limay, Chimehuin, Aluminé, Curruhue, Malleo, Arroyo Malalco y Collon Cura; y los lagos Nahuel Huapi, Correntoso, Espejo, Tromen, Huechulafquen, Paimún, Epulafquen y Quillén, serán escenario de las hazañas de millares de entusiastas pescadores.
    El fly casting es el estilo que más los atrae debido a que se debe realizar un estudio previo del terreno y de las condiciones generales. El éxito de la práctica reside, en gran parte en cómo el pescador presente la línea y cómo la lance.
    Si bien la modalidad es difícil de aprender, quien la practica tiene la ventaja de acumular sus habilidades con el paso de los años. El fly cast siempre impone una nueva meta como desafío.
    Tal vez en esto resida el interés que despierta en los aproximadamente 10 mil pescadores estadounidenses que llegan a la Argentina y gastan un promedio de US$ 2.000 por visita. Una semana de pesca se cobra entre US$ 2.500 y 6.000 por pescador. El precio más bajo es por pescar en la Patagonia norte o en el Litoral, y el más alto por hacerlo en Tierra del Fuego.
    Esta actividad tiene vital importancia en las economías regionales. Sólo por turistas de Estados Unidos se genera un movimiento económico estimado en US$ 20 millones, según los informes del Producto Pesca de la Secretaría de Turismo de la Nación.
    Hasta hace poco, los extranjeros (fundamentalmente provenientes de Estados Unidos y de Inglaterra) eran casi los únicos que practicaban pesca deportiva en la región, pero en las últimas temporadas los argentinos se fueron sumando en gran número y también se observa un sostenido crecimiento de los pescadores que llegan de Brasil.

    Razones de una elección
    El fenómeno de la elección de los estadounidenses tiene una explicación lógica: los guías de pesca de Estados Unidos, envían a sus clientes a pescar a la Argentina, a la Patagonia específicamente, por el buen tiempo que comienza a imperar en la región en esta época. Si los pescadores quisieran practicar este deporte durante diciembre, enero y febrero en su país deberían hacerlo en la nieve.
    Y de no ser en la Patagonia, la otra opción que les queda es viajar hacia Nueva Zelanda, pero eligen la Argentina o Chile porque los vuelos son más económicos y el traslado es más corto.
    Otro elemento que consideran los pescadores es la exclusividad en los servicios y la cultura.
    Estos amantes de la naturaleza que emprenden travesías a la vera de los cursos de agua, acompañados por guías autorizados, ocupan hosterías, hoteles y lodges de pesca donde les ofrecen diversos tipos de programas, que pueden incluir expediciones con acampe en medio de la naturaleza, campamentos en los que no faltan los buenos vinos y platos patagónicos de excelente elaboración, preparados por los ayudantes de los guías y que los esperan tras una jornada llena de emociones.
    Por salida, cada guía se dedica sólo a dos pescadores. Su tarea no es sencilla, dado que, en gran parte, de él depende el éxito de la expedición debido a que deben interpretar el hábitat y saber con qué hay que pescar las truchas.
    La tarea fundamental es ésta y acompañarlos, pero no pescan, sólo deciden cuál es el lugar más indicado y sugieren qué tipo de caña debe usarse, cuál es el señuelo más conveniente y cómo debe moverse la línea.
    También estos expertos atienden los gustos de los turistas, que prefieren caminar y vadear los ríos más que realizar salidas embarcadas.

    Entre los mejores
    A pocos kilómetros de Villa La Angostura, y también cercano al complejo de cabañas de lujo El Corazón de la Bahía, un viejo puente se extiende sobre el río Correntoso, un cauce que no supera los 300 metros de largo que une el lago Correntoso con el Nahuel Huapi.
    Desde ese puente pueden verse ejemplares únicos de truchas que desovan y crecen en el primero de los lagos y luego recorren el torrentoso cauce hasta llegar al Nahuel Huapi.
    Este río, poco conocido dado que por su corta longitud es difícil que figure en los mapas, es un furioso y arremolinado curso de aguas transparentes, puras, que corre encajonado entre paredes de piedra casi verticales plagadas de vegetación, con rocas pulidas y redondeadas, de variable profundidad y que desemboca con bravura fundiéndose en la tranquila y azul cuenca del Huapi.
    Es el lugar elegido por aquellos que desean enfrentarse a ejemplares únicos, armados sólo con cañas y equipos de mosca con anzuelo sin rebaba. Obligatoriamente cada salmónido enganchado debe ser devuelto a su ambiente en forma inmediata.
    Este pequeño curso de agua está calificado con un nivel de excelencia tal que sólo es compartido con aproximadamente otros 10 o 12 trascendentes cotos de pesca de trucha en el mundo.
    Es especial dado que los salmónidos se reproducen y desarrollan en gran número temporada tras temporada, fornidos, con su contorno definitivamente ovalado, bien alimentados en aguas sumamente puras, con un tamaño impensado, y libres de enfermedades y parásitos.
    Las guías de pesca todavía señalan como récord el ejemplar de trucha marrón de casi doce kilogramos que capturó aquí en la década del 60 un aficionado de apellido Peirano.

    Relax y confort
    Tras una jornada de intenso contacto con la naturaleza, el complejo de cabañas, el club house, la pileta climatizada in/out, el sauna, el baño finlandés, el gimnasio colgado de las paredes del acantilado que da sobre el Nahuel Huapi y el someterse a los tratamientos y rutinas propuestos por el centro de relax patagónico de El Corazón de la Bahía es un premio merecido.
    Emplazado en el centro de la curva que definen las aguas del Nahuel Huapi, a la altura de Puerto Manzano, el complejo ofrece cabañas de ocho a cuatro plazas, todas con vista al lago, provistas de servicios de categoría.
    Además de las salidas de pesca organizadas por este exclusivo coto, también se puede aprovechar para efectuar excursiones de rafting en familia, o cabalgatas por los bosques andinopatagónicos, observando la flora, la fauna y los ríos angostos que surcan los montes aledaños.
    Hay excursiones terrestres y lacustres, como por ejemplo Cerro Bayo, Bosque de Arrayanes, Lago Nahuel Huapi, Lago Espejo, Lago Escondido, Camino de los Siete Lagos, Río Bonito, Río Correntoso, Villa Traful, Valle Encantado, e incluso Bariloche, San Martín de los Andes, El Bolsón y Esquel.
    El ámbito también es ideal para practicar trekking, mountain bike, canopy o realizar circuitos en cuatriciclo. M

    Alternativas

    Existen otras opciones en distintos lugares de la Patagonia, ideales para los fanáticos de la pesca.
    Las alternativas de alojamiento son hosterías, refugios exclusivos y también estancias con lodges de pesca como opción.
    Entre otras, estancia San Huberto, en el río Malleo, en Neuquén; Estancia Teka, en el río Corcovado, en Chubut, y Arroyo Verde, en el Traful, en Neuquén.
    Las hosterías El Faro, Puerto Sur y Las Balsas, en Villa La Angostura, también son recomendadas por expertos en la materia.