Estudio completo Este artículo ha sido elaborado con base en una investigación realizada por Key Market, quien colabora con Mercado compartiendo los highlights de sus estudios sectoriales sobre diversos negocios de la economía argentina. |
Por Javier Rodríguez Petersen
A partir de los primeros años del siglo pasado, el árbol del caucho comenzó a cultivarse en grandes extensiones para poder fabricar los neumáticos que demandaba en forma creciente la industria automotriz. Desde entonces, las ruedas se convirtieron en el principal impulso de la industria del caucho.
Junto al caucho natural, que sigue consumiéndose en un alto porcentaje, actualmente se fabrica también, a partir del petróleo, caucho sintético para diversas aplicaciones que van desde botas, sandalias y neumáticos a artículos destinados a la industria aeroespacial. Hoy el sintético se produce en una proporción tres veces mayor a la del natural. Como todos los productos petroquímicos, sus precios se ajustan en función de la evolución de los del petróleo.
Según señala un estudio de la consultora Key Market, el de neumáticos es un sector con una elevada concentración, ya que está conformado en la Argentina por sólo cinco empresas (Pirelli, Fate, Bridgestone, Goodyear y Michelin) de las cuales sólo tres (las tres primeras) fabrican en el país, una de capitales nacionales y las otras dos, mutinacionales. Aunque la Argentina consume distintos tipos de caucho, sólo produce dos tipos de caucho sintético, y ambos sólo son fabricados por Petroquímica Argentina (PASA), del grupo Petrobras Energía.
La mejora de la actividad económica y el incremento de la demanda doméstica de los últimos años impactaron positivamente en la industria de los neumáticos, particularmente gracias al impulso recibido desde el sector automotriz que, con una enorme capacidad ociosa después de la crisis, pudo mantener un elevado ritmo de crecimiento sustentado tanto en el mercado interno como en las exportaciones.
El sector ya había experimentado un período de crecimiento durante la década pasada hasta 1998 cuando, con el estancamiento y la depresión, sufrió una pronunciada baja. Luego volvió a repuntar a partir de 2002 con el impulso que le dieron a la industria nacional la devaluación, la mejora de precios relativos y la consecuente sustitución de importaciones.
Entre 2004 y 2005 el crecimiento fue notable: de casi 14 millones y medio de unidades (entre las producidas y las importadas) se pasó a unas 18 millones. Y de una facturación total de US$ 1.636 millones, a alrededor de US$ 2.015 millones, con un incremento interanual de ingresos de 23%. La tasa promedio de crecimiento estimada para el período 2004/2007 es de 20% anual.
Segmentos
El de neumáticos para automóviles es el segmento de mayor relevancia, con aproximadamente 64% de las ventas, mientras que el resto se lo llevan los camiones, camionetas, micros y colectivos (33%) y una porción pequeña (3%), la maquinaria agrícola.
Desde 1990, señala el informe de Key Market, el número de neumáticos para el sector agrícola se ha mantenido relativamente estable, con un pico en 1997 y un piso en 2002; el de unidades para camiones y grandes vehículos, pasó de menos de 2 millones a bastante más de 4; y el de autos, de algo menos de 4 millones a alrededor de 13 el año pasado.
La producción tiene dos destinos diferenciados: puede ser parte del equipamiento original de los vehículos o estar dirigida a la reposición; mientras en el primer caso hay una fuerte relación con el ritmo de la industria automotriz, el vínculo fuerte en el segundo es con la situación económica y el nivel de ingresos de la población.
En los últimos años, el impacto de factores exógenos fue positivo en los tres segmentos (autos, grandes vehículos y maquinaria agrícola) gracias al aumento del parque automotor, el crecimiento en el uso de camiones de carga, la recuperación del turismo, la actualización del parque de tractores y la mayor superficie sembrada.
Consumo aparente
Desde 1990 hasta 2005, la producción pasó de unos 5 millones a alrededor de 13 millones, con retrocesos en 1991, 1995, 1999 y 2001. También las importaciones vienen subiendo desde 1990 –a partir de un piso de casi 0– y, con caídas en 1995, 2001 y 2002. En 2005 superaron los 5 millones. Las exportaciones tuvieron un comportamiento diferente: recién en 1994 superaron a las de 1990, aunque desde entonces crecieron de modo casi constante, salvo en 1995 y 2001, que se mantuvieron estables, y en 2003, que sufrieron una caída.
Ya en 2004 las exportaciones crecieron menos que las importaciones debido a la escasa capacidad instalada ociosa; ese comportamiento se repitió, aunque de forma más pronunciada, el año pasado.
Como otros números del sector, el consumo aparente total de neumáticos (producción + importaciones – exportaciones) viene experimentado subas importantes: mientras en 2004 había aumentado 17% con respecto a 2003, el año pasado creció alrededor de 32% en relación al anterior. En la “línea larga”, es clara la relación con la situación económica: experimentó retrocesos en todos los momentos de crisis: 1995 (tequila), 1999 (tras el inicio de la recesión), 2001 y 2002. La debacle de los primeros dos años del siglo dejó al consumo aparente apenas por encima de los 4 millones de 1990, y recién el año pasado fue superado, aunque por mucho, el nivel de 1998, al llegar a los 12 millones.
El informe de la consultora indica que los principales destinos de las exportaciones del sector son Brasil (42%), Estados Unidos (17%), Gran Bretaña (13%), Paraguay (5%), Italia (4%) y Uruguay (3%).
Perspectivas
Actualmente el sector se encuentra en un momento de consolidación de la demanda y de afianzamiento, de la mano de las tendencias todavía positivas para el desarrollo de la industria automotriz, la marcha del sector agrícola y la evolución de la industria en general.
Esos factores permitieron que la demanda interna de neumáticos se afianzara en 2004 y siguiera creciendo desde entonces tanto en el mercado de reposición como en el de equipo original. El año pasado, el mercado del sector alcanzó un nivel récord, al igual que la producción.
Si bien este es a priori un dato positivo, se convertía al mismo tiempo en una señal de advertencia debido a que la capacidad instalada ya estaba funcionando cerca de su límite. De todos modos, en 2004 se inició un proceso de inversiones que está permitiendo ampliar la oferta tanto en cantidad como en variedad.
Otro aspecto que lleva a plantear señales de cautela en la evolución del sector es el de los costos vinculados al precio del petróleo, inestable y hoy cercano al máximo nivel histórico que alcanzó durante la crisis de los 70.
Del otro lado, la reciente revisión del acuerdo bilateral con Brasil en torno al coeficiente de intercambio comercial automotriz podría representar un nuevo punto de apoyo para que la industria de neumáticos siga en crecimiento. M
Los protagonistas del mercado Las empresas fabricantes de neumáticos tienen presencia en el país desde la década de los años 30. |