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El
mercado de la pintura,a grandes rasgos, está dividido (por los
analistas) en tres sectores: el arquitectónico –pinturas que
se utilizan para las casas y edificios–; el industrial –las
utilizadas como materia prima en la producción–; y, por último,
el de los productos que se utilizan para pintar automóviles. De
los tres, el negocio más importante es el arquitectónico.
Esto sucede tanto en el mercado argentino como en el internacional. “Los
tres jugadores más importantes a escala local son Alba ICI; Sherwin
Williams y nosotros.Entre los tres concentramos 60% del mercado. Pero
algo fundamental para destacar es que Sinteplast es la única fábrica
que lidera el sector con capitales 100% nacionales”, comenta
Gabriel Rodríguez, director de la firma. Rodríguez asegura que
su empresa posee más de 20% de participación en el mercado.
Sinteplast
es una empresa familiar, fundada
en 1958 por Raúl Rodríguez, padre de
quienes actualmente dirigen la firma.
En sus primeros años, se dedicó exclusivamente
a la elaboración de pinturas para el
sector industrial. Luego comenzó a dirigirse,
también,al arquitectónico y en 1980 lanzó
un producto totalmente novedoso para
el mercado del hogar y obra, especialmente
diseñado para solucionar los problemas
de humedad: Recuplast. Éste se
transformó en el producto estrella de la
compañía, ya que le permitió a Sinteplast
ser muy reconocido dentro del sector de
pinturas arquitectónicas.
Hoy, esta firma que comercializa más de
20 millones de litros anuales, ofrece diferentes
líneas y una extensa variedad de
productos; entre ellos, esmaltes, barnices,
poliuretanos, látex, impermeabilizantes y
acrílicos.
Tiene dos fábricas en la Argentina, una de
ellas en Virrey del Pino, provincia de Buenos
Aires y otra en la provincia de San Luis,
donde se encuentra su principal centro de
producción. Otras tres fábricas están radicadas
en Brasil, Bolivia y Uruguay. Sinteplast
exporta sus productos a otros países
del continente, para lo cual tiene un sector
dedicado al comercio exterior.
La estrategia
Entre los principales proyectos de crecimiento,
el director de Sinteplast comenta
los cambios que están realizando en la distribución
del canal minorista. “Esta transformación
se basa en dos pilares. En primer
lugar estamos re-diseñando y ampliando
nuestro equipo comercial. Por otro lado,
apuntamos a la instalación de centros de
atención y distribución en distintos puntos
del interior del país”, subraya Rodríguez.
Con el rearmado del equipo de ventas,
Sinteplast está incorporando vendedores
para que cubran zonas más pequeñas, ya
que antes los agentes comerciales tenían
a su cargo áreas demasiado extensas.
Con el segundo objetivo, busca dejar de estar
centralizados en Buenos Aires.“Gracias
a los centros de distribución y de atención
en el interior del país, que serán seis en total,
pasaremos a funcionar descentralizadamente
y, de esta manera, tendremos una
llegada mucho más amplia al canal minorista”,
destaca.
Actualmente Sinteplast tiene sus centros
de distribución ubicados en las provincias
de Buenos Aires,Chaco (desde donde atiende
al noreste argentino),Tucumán (para cubrir
la zona noroeste) y San Luis,para abastecer
a la región de Cuyo.“Hace unos pocos
días abrimos, también, oficinas en Neuquén
para atender a la región patagónica y
durante este año tenemos planeado abrir
otra en Córdoba”, adelanta Rodríguez.
Lucha aguerrida
Competir con dos grandes jugadores como
Alba y Sherwin Williams no es tarea sencilla.
Por eso,“ser diferente” y brindar valor
agregado a sus clientes es fundamental.
Sobre este punto Rodríguez sostiene:“Nos
diferenciamos por la innovación y dinámica
de la compañía y también gracias a nuestras
presentaciones originales”. Entre los
productos novedosos el directivo destaca
que fueron los primeros en vender el envase
oferta con 20% gratis.“Hace poco presentamos
un envase rectangular que sirve,
también, como bandeja para pintar. Esto
evita que el pintor deba comprarla aparte”,
comenta.
Sin dudas, la marca más reconocida –y que
le abrió camino a la empresa– fue Recuplast.
“Este producto fue muy importante
para nosotros porque se trató del primer
impermeabilizante que se lanzó en Latinoamérica”,
destaca Rodríguez.También resalta
la estructura familiar de la empresa: “El
hecho de que los dueños seamos los directores
de la compañía nos permite una agilidad
en la operatoria diaria que las multinacionales
no pueden tener”, sostiene. Por
último, agrega:“También nos diferenciamos
de la competencia por la gran variedad de
productos que ofrecemos. En la línea arquitectónica,
que es el negocio central, le
brindamos al cliente opciones tanto de alta
gama como económicas, con un buen
rendimiento. En otras palabras, tenemos
una oferta muy amplia para que nuestros
clientes elijan la más acorde a sus necesidades”.
A diferencia de la competencia, en Sinteplast
no piensan abrir locales de venta directa.
Por el momento sólo tienen una cadena
de franquicias, las pinturerías Color
Shop, que ya son 85, distribuidas en todo
el país. El directivo comenta que en los próximos
meses se sumarán diez más.Aunque
estos locales no venden exclusivamente
pinturas de esta marca, 80% de sus productos
son Sinteplast.
Rodríguez cuenta, también, que forman
parte del grupo Nova Paint Club. Se trata
de una agrupación creada con el fin de proveer
un marco de trabajo en el cual compañías
productoras de pintura, establecidas
e independientes de diversos países,
puedan beneficiarse con el intercambio
de información técnica además de compartir
experiencias tecnológicas y comerciales.
Las firmas que integran esta asociación
facturan, de conjunto, más de
US$1.500 millones, lo que significa un poder
de producción y compra que ubica a
este grupo entre las primeras diez compañías
en el ranking internacional.
“Con presencia en 20 países, el Nova Paint
Club ayuda a Sinteplast a competir en un
mercado cuyos principales representantes
son empresas multinacionales. Por pertenecer
a esta asociación podemos intercambiar
conocimientos, sobre todo con referencia
a las últimas tecnologías mundiales.
Esto es muy interesante porque muchas
veces se tiene el preconcepto de que las
empresas nacionales están fuera del mundo
y no pueden competir con una multinacional.
Al pertenecer a esta asociación
internacional nos damos cuenta que estamos
al mismo nivel que las firmas del exterior”,
concluye el directivo.
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