Luego de la cadena de acontecimientos iniciados por Enron y WorldCom, se hizo
sentir la necesidad de acentuar diferenciación e independencia con un cambio de
nombre. Así nació, en octubre de 2002, la marca BearingPoint.
La visita a Buenos Aires de Oscar Caipo, vicepresidente senior de BearingPoint
para toda la región latinoamericana, motivó una entrevista en la que también participó
Alfredo Della Savia, director gerente de la consultora en la Argentina.
BearingPoint, explican los directivos, es una consultora que diagnostica problemas,
sugiere soluciones y, cuando el cliente así lo desea, las implementa. En esto
último trabaja en asociación con SAP (integración de sistemas), para brindar una
integración total y completa de los sistemas de sus clientes.
¿Cuál es la propuesta de valor propia de la empresa frente a competidores?
Oscar Caipo (OC): Actuamos en el mercado de tecnología informática (TI), bastante
diferente del mercado de consultoría de nuestros orígenes hace diez, quince años,
cuando éramos parte de los servicios profesionales de auditoría. Fuimos migrando
y hoy estamos en el mercado de servicios de TI: consultoría y TI. Nosotros somos
consultores, integradores de sistemas y estamos en el sector de outsourcing. Todo
esto fue llegando como una evolución natural partiendo de nuestro origen de auditores
y asesores; fuimos migrando primero a consultoría y luego a integración de tecnología.
Consultoría es diagnóstico o definición de la solución. Normalmente, no incluye
implantación ni provisión. Pero en la integración de sistemas sí está la implantación.
Allí es donde se ejecuta y termina operando la solución. Y después de implementar,
el cliente puede optar por operar esa solución él mismo o tercerizarla. En ese
caso, nosotros también jugamos un papel.
¿Qué percepciones tienen de la separación de servicios de auditoría y consultoría?
¿Es cierto que los clientes prefieren un solo proveedor?
Alfredo Della Savia (ADS): Desde el punto de vista del cliente -si no hubiera
estado todo este tema de independencia- es mejor tener un proveedor único e integral
porque hay sinergia. Pero luego de lo que pasó con Enron, WorldCom y Arthur Andersen,
está claro que no pueden contratar a un solo proveedor, ahora hay una obligación
de transparencia. Muchas empresas están yendo más allá de las propias legislaciones.
Si hay algún servicio más que le pueden contratar al auditor, dicen: “No, el auditor
es auditor y le contrato sólo auditoría”. Son ellas mismas las que hacen autocensura.
Ahora se corren más riesgos personales. Pero nosotros fuimos los pioneros en separar.
Fuimos la primera empresa que advirtió que podía haber un problema de conflicto
de intereses. En 1997 empezamos el proceso que luego habría de separar los negocios.
OC: Yo creo que está bien esa separación. En algún momento alguien comenzó a ofrecer
otros servicios y las demás, por no ser menos, también ampliaron su oferta para
estar a la par. Y así fue como de “auditoras” se convirtieron en “proveedoras
de servicios profesionales”, pero perdieron independencia.
¿En qué se diferencia BearingPoint de competidores como McKinsey, Booz Allen
Hamilton o IBM?
OC: McKinsey actúa en el área estrategia (de mercado, de diversificación).
Nosotros sólo actuamos en algunos temas estratégicos que puedan tener un componente
de negocios, procesos y tecnología. Intervenimos principalmente en el mercado
de servicios de TI. Con Booz Allen tenemos un poco más de zona común porque ellos
han entrado a la parte operaciones y reingeniería. Somos competidores directos
de Accenture. Tenemos una oferta muy similar aunque, quizás, ellos ofrecen algunos
servicios adicionales. IBM es una empresa con la que competimos mucho, a pesar
de que trabajan en otras líneas de servicios como hardware, capacitación, desarrollo
customizado de productos. Los tres son nuestros principales competidores.
Nuestra diferenciación radica en que brindamos soluciones especializadas por industria.
Para la implantación de nuestras soluciones trabajamos en sociedad con SAP, actual
líder en Latinoamérica y el mundo en integración de sistemas informáticos, por
características y número de usuarios. SAP, por ejemplo, tiene una solución integrada
para la industria del petróleo. Por eso, gracias a esa alianza, nosotros somos
el único actor en la región latinoamericana que tiene esa competencia. La hemos
aplicado en Petrobras, en Ayip (grupo ENI), en Pemex y en PDVSA. Lo que hacemos
es combinar la integración SAP con asesoramiento profesional específico para el
sector. Algo así hemos hecho también con Femsa Cerveza en México. Implantamos
un sistema especial de SAP para la industria de las bebidas combinándolo con un
modelo nuestro de CRM que permite tener la información sobre los clientes totalmente
integrada: suministro, abastecimiento, producción y compras. La solución completa
se llama IS Beverage (Industry Solutions Beverage). Nos aliamos con SAP porque
ellos, también buscando diferenciación, comenzaron a concebir alternativas “por
sector”. Tienen una versión especial para el sector bebidas, otra para petróleo
y gas (IS Oil), otra para servicios públicos, etc. En sociedad con ellos implementamos
soluciones en la región en esas tres áreas. Somos muy pocos -quizá los únicos-
que brindamos proyectos con estas características. Por eso tenemos profesionales
que conocen muy bien cada uno de esos sectores.
¿Qué clientes tienen en el país?
OC: Petrobras es un cliente con el que trabajamos no solamente en Brasil y
en otros países sino también aquí. Arcor es otro cliente aquí y en Brasil. Kimberly-Clark
es un cliente importante en la región. También Dreyfus, una empresa del sector
agroindustrial exportador. Tenemos proyectos en el área de farmacología, en tecnología,
en electricidad.
¿Cómo está hoy el mercado potencial del país para BearingPoint?
ADS: A consecuencia de la crisis, muchas empresas pararon sus inversiones
durante dos o tres años; se comprimieron. Pero la tecnología se sigue desarrollando
y va ofreciendo mejores soluciones. En algún momento nuestras empresas tendrán
que decidirse a realizar algo de lo que dejaron de hacer. Al inicio, no habrá
una liberación masiva, pero ese comienzo empieza a darse.