A primera vista, las ambiciones de Sony en materia de entretenimiento hogareño son como las del resto de su industria y se cifran en una máquina capaz de funcionar como computadora, teléfono, acceso a Internet y consola de juegos. Pero PlayStation 3 tendrá una diferencia, en forma de semiconductor celular, capaz de multiplicar por 1.000 la capacidad de PlayStation 2.
En efecto, el alma de la innovación es un chip celular, cuyo patrón distribuidor puede realizar múltiples tareas, tal como una red telefónica celular que conmuta o redirige llamadas de punto a punto. Planeada para lanzarse en 2005, la consola PlayStation 3 será capaz de emplear la conexión en banda ancha para absorber, vía la Red, capacidad ociosa de otras terminales. En caso de precisar aún más, el sistema aprovechará la red local para combinar hardware disponible y afrontar tareas complejas. Por ejemplo, crear gráficas tridimensionales u hologramas que simulen mundos enteros, coordinando un grupo de computadoras.
Estimulados por tanta capacidad procesadora, los usuarios podrán interactuar en esos “universos” sin ocuparse de piratas, hackers, virus ni conexiones sueltas. Libres de ratones o controles, a los jugadores les bastará con dar instrucciones mediante gestos ante una cámara ligada a la Web o al eventual holograma. Hasta podrían bajar juegos directamente de Internet, sin necesidad de insertar discos ni cápsulas en la consola.
También podrían recurrir a las vastas redes que transportan películas y música o grabar espectáculos en el rígido de PlayStation 3. Para 2005, por cierto, este elemento almacenará 12.800 horas de sonido o 2.000 de imagen. En forma complementaria, los consumidores también podrán emplear el sistema para dedicarse a e-commerce, mediante un proveedor de servicios, sea de Sony o de algún aliado potencial estilo AOL Time Warner.
Este proyecto, tendiente a producir una caja que opere como nexo de varias funciones en el hogar, fue revelado por Shinichi Okamoto, vicepresidente primero en las áreas de Investigación y Desarrollo de Sony Computer Entertainment, división especializada en consolas de juego. “PlayStation 3 cristalizará una promesa que no cumplió PlayStation 2. O sea, será una máquina que combinará banda ancha y computación. En ese plano, competirá no sólo con Nintendo o Microsoft sino, además, con fabricantes de PC tipo Dell o Hewlett-Packard y de cajas conversoras para TV, como Motorola o Philips”.
Es toda una apuesta y no será fácil ganarla. “La noción de que una consola se transforme en caja multipropósito es arquitecturalmente problemática”, opina Michael Ramsay, CEO de TiVo, pionera en videogradores. “Los jugadores plantean demandas de procesamiento muy absorbentes. No les gusta ser interrumpidos por un e-mail o demorar una movida mientras graben algo de la TV”.
Sony ha resuelto no afrontar sola ese tipo de desafíos. De ahí que el gigante en electrónica de consumo directo haya armado una inesperada alianza para diseñar los chips celulares que necesitará y perfeccionar su proceso de fabricación. En efecto, la unidad SCE, encabezada por Ken Kutaragi -creador de PlayStation- ha firmado un acuerdo específico con IBM y Toshiba.
Cuestiones técnicas al margen, Sony se ve ante otros obstáculos. Por ejemplo, el plan no da indicios acerca de cómo manejará las aplicaciones de software Microsoft, ampliamente usadas en computación hogareña. Por otra parte, tampoco los abonos a banda ancha y los microprocesadores celulares se harán ubicuos en pocos años… ni al mismo tiempo, lo que es un factor clave para que las ambiciones de Sony se hagan realidad. Así y todo, el “efecto red” sigue siendo válido: cuantas más terminales interactúan, mayor es la capacidad de procesamiento.
En esta materia, el mensaje de Sony al sector es claro: “Hagan como haremos en 2005, o los dejaremos atrás”, define Richard Hoherty, analista de Envisioneering Group, empresa investigadora de mercados. “PlayStation 3 se ha pensado, sin duda, como sustituto de la PC. Nada menos”.
A la batalla
Las líneas de batalla ya van perfilándose y esto apunta a una guerra entre chips. Así, al asociarse con IBM y Toshiba, de pronto Sony se encontrará compitiendo con Intel. Al respecto, su CEO, Craig Barrett, observa que “Intel tiene tanta liquidez disponible (más de US$ 11.000 millones en caja) que, aun con un presupuesto de US$ 5.500 millones en gastos de capital, no precisamos socios para cubrir la demanda de nuestro aliado, Microsoft. Además, en esta industria los emprendimientos conjuntos nunca funcionan bien”.
Principal rival de Sony en este campo, Microsoft ha hecho dos apuestas. Por una parte, continúa trabajando con Intel en el proyecto eHome, que permitirá a las PC “comunicarse” en forma inalámbrica con televisores y centros musicales, entre otras opciones. Por la otra, también tiene una alianza con Intel, Nvidia y Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) para diseñar y fabricar chips para Xbox, una consola de juegos que incluye disquetera y conexiones a Internet en banda ancha. Tanto una PC como la Xbox renovada (Microsoft la prevé para 2005) aportarán el hardware necesario a los abonados del servicio MSN de la firma para recibir todo tipo de servicios por la Web e incursionar en e-commerce.
Mientras tanto, varios emprendedores en el rubro chips se aprestan para sumarse a alguno de los ejércitos en lucha. Empresas de electrónica para consumo, desde TiVo a Scientific-Atlanta, apelarán a fabricantes de microprocesadores a medida, como Boradcomn o TerraLogic, y de chips para procesadores multimedios -Equator Technologies, LSI Logic, TriMedia Technologies- para asegurarse de que su hardware pueda presentar batalla.
Sea como fuere, la visión de Sony representa un futuro tan plausible como amenazador para la competencia. Según Okamoto, “la plataforma de tercera generación, como le decimos por ahora a PlayStation 3, tendrá 1.000 veces la capacidad del modelo 2”. Esto podría ser mera jactancia, dado que PlayStation 2 nunca llegó a la capacidad que la empresa ofrecía al ponerla en plaza. No obstante, en 2000, el modelo 2 era varias veces más rápido, en algunas aplicaciones, que la PlayStation original, que data de 1993.
En verdad, el desempeño que sus planificadores atribuyen a PlayStation 3 va mucho más allá del ritmo que la ley de Moore “garantiza”. A la sazón, en 1965, Gordon Moore postulaba que la capacidad de los microprocesadores se doblaría cada 18 meses, y los hechos le dieron la razón. Pero, “si Sony les saca 12 a 36 meses a los otros -reflexiona Doherty-, habrá desbordado esa ley y pondrá en serios aprietos al resto de la industria”.
Sin embargo, “por más que alguien trate de superar la pauta de Moore, siempre le costará mucho ir más allá de otros grandes fabricantes de chips”, cree Peter Glaskowski, de In-Stat/MDR, firma investigadora en marketing. “Frente a los avances de un rival, líderes como AMD o Intel harán lo imposible para mejorar productos. Esencialmente dedicada a electrónica de consumidor final, Sony haría bien en no presentar esa clase de batallas”, recomienda el experto.
Silicon Volley
No obstante, Sony está haciendo ya un par de cosas para multiplicar por 1.000 la capacidad de proceso y comprimir 20 años de ley Moore en cinco. Una se refiere a la arquitectura del chip celular, que permitiría desempeños inimaginables. A este fin, la empresa trata de organizar una segunda alianza con Toshiba e IBM, en este caso con vistas a un proceso para manufacturar chips a medida de PlayStation 3.
En East Fishkill, Nueva York, técnicos e ingenieros de las tres firmas se abocan a adaptar un proceso IBM -basado en aisladores de silicón- para fabricar microprocesadores a medida. Este procedimiento permite que los transistores, o sea los “ladrillos” de todo circuito, se compriman en paquetes extremadamente densos. A criterio de Glaskowski, “ese tipo de procesos será inevitable en los próximos años, porque es la única manera de empaquetar 500 millones o más transistores en un chip”. Cabe recordar que el microprocesador Emotion Engine de PlayStation 2 contiene “sólo” 13 millones de transistores.
“Ello significa que Sony podrá diseñar chips aprovechando procesos de manufactura que todavía no existen”, concluye Bijan Davari, vicepresidente de IBM a cargo de tecnología y productos en desarrollo. “Combinando mejoras en arquitectura de chips, software, diseño de circuitos y fabricación, finalmente se avanzará hacia un desempeño 1.000 veces superior.”
Sony, al abrir la partida de ajedrez que definirá la próxima generación tecnológica, tendrá repercusiones y acelerará los programas rivales para lanzar consolas que compitan con PlayStation 3. Ha pasado antes. En 1999, cuando Sony anunció el enorme salto cualitativo de PlayStation 2, Microsoft reaccionó concibiendo Xbox. Richard Thompson, vicepresidente a cargo de ese proyecto, fue muy directo en una reunión con William Gates: “Una alianza entre Sony, America On Line (luego AOL Time Warner) y AT&T podría crear una consola capaz de navegar en la Web y regalarse en los supermercados”.
Parte de esa predicción se ha cumplido. Sony y AOL TW se han reunido para incorporar conexiones de Internet y capacidad para mensajes al instante en PlayStation 2. Igual estrategia podría aplicarse a PlayStation 3.
Cuando desarrollaba el modelo 2, Sony se alió a Toshiba para diseñar y manufacturar chips específicos. Pero, al mismo tiempo, invertía US$ 1.200 millones en construir planta propia en Japón, con el objeto de fabricar el microprocesador para gráficas que requería PlayStation 2. Esta estrategia resultó mal por desajustes en la línea de producción, que forzaron a Sony a reducir la cantidad de consolas destinadas al lanzamiento. Microsoft, buscando imponer Xbox, empleó chips Intel “de confección” y un microprocesador gráfico de Nvidia, apenas retocado, que es fabricado por TSMC. Al tercerizar los semiconductores en vez de hacerlos por cuenta propia, Microsoft pudo superar el desempeño de la máquina Sony.
Mientras lucubraba el proyecto Play-Station 3, la firma barajó estrategias diversas. Instaló 16 chips PlayStation 2 en un prototipo -operaban en paralelo-, pero los resultados del ensayo no alcanzaron la capacidad de procesamiento deseada. Entonces, Sony formó la alianza con Toshiba e IBM, enfocada en computación celular.
Esta vez, la decisión de usar el proceso basado en silicoaislantes (tecnología IBM) podría ejercer presiones sobre Microsoft y llevarla a invertir mucho más en la próxima Xbox. Aparte del monto involucrado en el acuerdo, Sony planea gastar miles de millones más en diseñar y construir la consola PlayStation 3. Para no hablar de publicidad, marketing y costosos nexos en banda ancha. La compañía disponía de US$ 5.100 millones en efectivo a fines del año fiscal 2002 (marzo pasado), suficientes para financiar el programa. La división SCE aporta 62% de los 1.000 millones de ingresos operativos que figuran en el balance, merced justamente a las firmes ventas de PlayStation 2.
Sony espera que los chips celulares sean útiles para otros dispositivos, desde cámaras grabadoras hasta televisores. No en vano, Okamoto los identifica con la tercera generación. Ello podría resultar en un volumen de producción tal que licuase el costo relativo de los chips a mayor ritmo que en el caso del modelo 2.
Entretanto, Xbox probablemente no tenga la suerte de obtener un chip hecho a medida, ni parece que Microsoft tenga una gama de dispositivos esperando por semejante microprocesador. Por su lado, Intel aún no iguala el proceso IBM basado en silicoaislantes. Tampoco es proclive a adaptar sus procesos para manufacturar semiconductores aplicables a una futura versión de Xbox.
En realidad, el modelo Intel de negocios es más genérico. No tiende a diseñar ni fabricar chips a medida; mucho menos, a multiplicar por 1.000 el desempeño en cada generación de su producto. Al revés. Nvidia y otros proveedores de chips Xbox podrían adaptar mejor sus microprocesadores gráficos a los procesos de TSMC, aunque sólo si Microsoft aportase el financiamiento. Hasta el momento, no obstante, la firma de Gates va en vías de perder millones en la primera versión de Xbox. Investir más en diseño y fabricación de chips sería añadir más rojo. Pero quizá la empresa deba resignarse a es drenaje de fondos… para seguir jugando este verdadero “Silicon Volley”.
MERCADO On Line le amplía la información: • “Un juego de US$ 1.000 millones en • “Microsoft se diversifica. Bill Gates • “Enfrenta la crisis. Nintendo impulsa • “Un negocio millonario. Llegó • “Microsoft lanzó su consola |
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