¿Qué es y para dónde va la Nueva Economía?

    Naturalmente, medios, espacios y columnistas que anunciaban “un nuevo mundo de negocios”, hoy ya no tocan el tema. Entretanto, analistas y gurúes afrontan una masa de datos contradictorios y deben ingresar en territorios fuera de los mapas.


    Pero no todo está perdido y, mucho menos, el espíritu innovador (y perturbador) que probablemente signe el quinquenio 2002-6. Al respecto, cuatro preguntas son fundamentales: ¿Alguien recuerda tiempos más activos y comprometedores que el actual?; ¿cuándo estuvieron los negocios más expuestos a cambios imprevisibles?; ¿cuándo ha sido la tecnología más ubicua y frustrante?; ¿cuándo hubo más formas de lograr impactos en lapsos tan cortos?

    Primero, la respuesta


    Entonces ¿cuál es el estado de la nueva economía, en serio? Goza de buena salud porque, justamente, ya no está en manos de quienes siempre quieren expandirse, enriquecerse y pasar a otra cosa lo antes posible. Claro, el desempeño económico general de las grandes economías ­Estados Unidos, Unión Europea, Japón­ no marcha como sería deseable, al margen de leves síntomas positivos en la primera. Pero una cosa es ir más despacio y otra ir hacia atrás, algo que no ocurre en la América anglosajona.


    Por cierto, ni los países centrales ni la periferia volverán a los días del verticalismo corporativo, la cadena de mandos rígida ni la competencia de suma cero. No obstante, cabe empezar definiendo lo que no es la nueva economía: no es ni fue nunca un mundo dominado por puntocom, agresivas emisiones públicas de papeles, emprendimientos apresurados ni exuberancias irracionales (como diría Alan Greenspan) en los mercados de riesgo.


    En realidad, la nueva economía hace a tres cosas: expansión de oportunidades individuales, impulso innovador permanente y tecnología (informática, biológica), con su poder de transformar vía comunicaciones. A su vez, ello presupone la convergencia de tres fuerzas, que lleva a maneras muy distintas de planear estrategias, lanzar productos o servicios, atender clientes, etc.


    Oportunidades individuales. Tras decenios de creer que negocio es sinónimo de corporación y que el personal es parte de un gigantesco engranaje, hoy se comprende que la “unidad de uno” es la nueva medida de análisis para crear valor, hacer cambios y generar resultados. Un individuo con ideas es el combustible de la nueva economía. Nunca antes en la historia de las empresas han pesado tanto los operadores talentosos, los líderes organizacionales ni los creadores de negocios.


    Innovaciones perturbadoras. Se esfuma la competencia fija, previsible. Hoy, la única forma de seguir en el mercado es hallarse total, constante e instantáneamente alerta ante nuevas ideas, métodos y oportunidades. La misión de los líderes es cuestionar la sapiencia convencional y las preconcepciones imperantes en las compañías.


    Tecnología informática. Este factor, sí, continuará siendo fuente de estímulos y transformaciones, pues la “fuerza digital” altera todo trabajo, negocio y operación que toca. En verdad, la TI puede moverse más rápido que la capacidad humana para absorberla, por lo cual a menudo las inversiones en este campo desbordan la aptitud de las empresas para sacarles provecho. No obstante, las tecnologías de red constituyen plataformas que abren todo tipo de horizontes en cuanto a reestructurar y operar empresas con vistas a su propio futuro.

    Segundo, las preguntas


    Por supuesto, una idea vale por los datos que la sustentan. Así lo evidencia una serie de textos iniciada, años atrás, por uno que ya es clásico: As the future catches you: How genomics and other forces are changing life, work, health, and wealth (Crown Business). Su autor, Juan Enríquez ­hombre de Harvard­, planteaba preguntas apuntando al fenómeno ya entonces conocido por “nueva economía”, que definió como ampliación cualitativa del paradigma industrial típico del siglo XX:


    ¿De dónde saldrá la próxima gran idea? Al margen de debates académicos, esta pregunta tuvo sucesivas respuestas durante los años 90, originadas en la de Michael Hammer: la reingeniería de procesos y negocios.


    ¿Qué es realmente “nueva economía”? En términos estrictos, el nuevo paradigma hace más a los negocios que a la economía propiamente dicha. No obstante, la visión convencional de sus leyes va siendo alterada por influencia de aquel paradigma. Así lo explicaba un economista de Yale, Robert J. Shiller, en Irrational exuberance, donde recoge su propia experiencia como empresario en Internet. El análisis de este autor incluye una duda incómoda para quienes adhieren a la teoría neoclásica, versión de Robert Lucas: “¿Y si la psicología humana fuera más fuerte que las expectativas racionales?..”

    ¿Cómo actúan las empresas más ágiles?
    Esta categoría es típica del paradigma innovador y la representan
    compañías que generan valor a través del cambio. En los
    últimos años, la imaginación popular identifica este grupo
    con los emprendimientos de tecnología avanzada: firmas jóvenes,
    veloces. Está gestándose una nueva forma de operar, basada en
    el concepto físico de momento: masa por velocidad.

    Impetu y aceleración

    Tasa de innovación. El teléfono
    tardó 35 años en alcanzar 25% de los hogares en EE.UU.,
    la televisión 26, la radio 22 y la computadora personal necesitó
    16. A Internet le han bastado siete años.

    Capacidad de computación. En
    1946, el primer ordenador electrónico y digital de mundo (ENIAC)
    pesaba algo más de 30 toneladas métricas y tenía
    32 metros de frente. Pero era menos poderoso que el microprocesador (chip)
    de una computadora personal tipo Pentium IV. ENAC procesaba catorce multiplicaciones
    por segundo Blue Gene, la nueva supercomputadora de IBM, hace casi mil
    billones (1 seguido de 15 ceros).

    Peligros para los CEO. En 1982,
    un director ejecutivo (o director gerente, chief executive officer)
    promedio cobraba 42 veces más que un operario fabril. Hacia 1999,
    el margen llegaba a 475 veces. Durante 2000, en EE.UU., fueron despedidos
    cuarenta de los 200 principales CEO. Hacia fines de 2001, las remuneraciones
    totales de ejecutivos superiores habían cedido alrededor de 30%
    en EE.UU.

    Clase media en apuros. Las quiebras
    en este sector de la sociedad norteamericana aumentaron de 313.000 en
    1980 a 1.281.000 en 1999. Dos tercios de las presentaciones corresponden
    a profesionales que se quedaron sin trabajo y no pudieron hallar otro.
    La tendencia parece mantenerse en el bienio 2000-1.

    Multiplicación de ricos. En
    1990, había 1.300.000 millonarios en EE.UU., que pasaron a 5.000.000
    en 1999 (+285%). Entre 1981 y 2000, los multimillonarios subieron de 13
    a 298 (+2.192%).

    Código genético.
    Las diferencias de este tipo entre seres humanos son inferiores al 0,0003%.
    Ascienden a 1,5% respecto de chimpancés enanos y a 5% respecto
    de ratoncitos blancos.

    Cambio de perfil. Al empezar el
    siglo XX, diez de las doce mayores empresas estadounidenses vendían
    productos primarios o poco elaborados; entre ellas figuraban American
    Cotton Oil, American Steel, American Sugar Refining, Continental Tobacco
    y Federal Steel. Cien años después, la misma proporción
    representaba manufacturas complejas, finanzas, servicios, comunicaciones
    y tecnología e incluía AT&T, Citigroup, Ford, General
    Electric, General Motors, IBM y Wal-Mart (de paso, esta cadena minorista
    parece ser en 2002 la empresa más grande del mundo).

    Más barato, rápido y
    mejor.
    Al principio (1972), las calculadoras manuales costaban US$
    120; hoy no pasan de diez dólares. Los televisores a color fueron
    bajando de US$ 1.000 (1954) a 300 (pero, entonces, la onza de oro valía
    US$ 35 contra casi 300 ahora). Las videograbadoras salían casi
    US$ 1.400 en 1987 y ahora promedian los 200. Los teléfonos celulares
    han cedido en tamaño y hoy vienen gratis, cuando en 1984 ­su
    año inaugural- se pagaban cerca de US$ 4.200.

    MERCADO On Line le amplía
    la información:



    Sitio oficial de Kevin Kelly en la red (acceso
    al texto del libro New Rules for the New Economy)

    http://www.kk.org/


    El átomo es el pasado. Las redes son el futuro
    La nueva economía
    Revista MERCADO ­ Enero 2000
    http://www.mercado.com.ar/mercado/
    vernota.asp?id_producto=1&id_edicion=986&id_nota=26


    Kevin Kelly. “La nueva economía no es Amazon.com”
    Revista MERCADO ­ Noviembre 1999
    http://www.mercado.com.ar/mercado/
    vernota.asp?id_producto=1&id_edicion=984&id_nota=12


    New Rules for the New Economy. Twelve dependable
    principles for thriving in a turbulent world

    By Kevin Kelly
    http://www.wired.com/wired/archive/5.09/newrules_pr.html


    La revista Newsweek anunció el renacimiento
    de la nueva economía

    Diario Clarín 16-07-01
    http://www.clarin.com.ar/diario/2001-07-16/s-285875.htm


    Nueva economía: otro mito que se derrumba
    Diario Clarín 20-04-01
    http://www.clarin.com.ar/diario/2001-04-20/o-02701.htm

    (C) MERCADO/Fast Company