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Investigación de Mercer
Vivir en China, más caro que en EE.UU.
Un reciente estudio muestra el incremento del costo de vida y de los costos laborales en las ciudades secundarias de China.
Según la investigación, vivir en las principales ciudades chinas, así como en las secundarias, ya es más caro que vivir en Nueva York o Los Ángeles, que se ubican 33 y 68 respectivamente en el ranking. Las principales ciudades chinas son Beijing, Shanghai, Guangdong, Hong Kong. Algunas de las secundarias son Tianjin, Qingdao, Shenyang, Nanjing y Chengdu. Aunque menos conocidas para los occidentales son grandes ciudades modernas con millones de habitantes.
Según Mercer, el costo de vida en estas últimas ciudades ha crecido mucho en el último año debido especialmente al alto costo de la vivienda, algo que el Gobierno se empeñó en hacer bajar el año pasado y que algunos analistas consideran que tiene características de “burbuja inmobiliaria”. El Primer Diario Financiero, de Shanghai, considera que además del costo de la vivienda, las causas son el aumento en los precios de los alimentos y de la nafta, y la apreciación del yuan.
Consecuencias de la crisis
Hombres, empleados de “cuello rosa”
La crisis económica mundial forzó al sexo masculino a aceptar puestos tradicionalmente reservadas para las mujeres. ¿Significa esto que la batalla de los sexos ha terminado o que la equidad todavía está muy lejos? Nada de eso.
A igual trabajo, igual remuneración. Eso no se da en la práctica, ni aquí ni en casi ningún país: las mujeres trabajan igual que los hombres y, sin embargo, perciben sueldos menores. Tal vez por eso resulte irónico que en los últimos años los hombres hayan migrado a profesiones tradicionalmente femeninas.
Los llaman “empleados de cuello rosa” y en ese epíteto se huele el prejuicio de género: esa idea que algunas ocupaciones solo pueden ser realizadas por uno u otro sexo. Hoy son muchos los hombres que trabajan como enfermeros, maestros o secretarios.
¿Quiénes son los que están dispuestos a tomar estos trabajos en Estados Unidos? En general los trabajos de “cuello rosa” solían ser extranjeros cuyo primer idioma no era el inglés y cuyas oportunidades, por un bajo nivel educativo, estaban limitadas. Sin embargo hoy los hombres empleados en trabajos tradicionalmente femeninos son de todas las razas y edades y un tercio de ellos, con títulos universitarios.
Las empresas y el modelo sustentable
El profeta de la economaía “verde”
Es el mensajero del desarrollo sustentable. Paul Pulman, el holandés que dirige el gran conglomerado Unilever desde hace más de tres años, ha desarrollado un vasto programa “verde” que se ejecuta en etapas y que sirve de modelo para otras grandes empresas globales.
Ha promovido el desarrollo de nuevos detergentes que se pueden usar con menos agua, la enseñanza a agricultores de India para usar menos pesticidas, o el desarrollo de cooperativas agrícolas en África para el cultivo de té orgánico.
Se ha convertido en el abogado del modelo sustentable, al llamar la atención sobre la presión de recursos escasos, el evidente cambio climático y políticas públicas de corto plazo.
Puesto que los gobiernos no están a la altura de las circunstancias, explica, es una oportunidad para que las empresas asuman responsabilidad en aportar soluciones a toda esta problemática.
Si la economía y la sociedad no funcionan –enfatiza– tampoco lo harán las empresas.
Una singular inversión.
Iniciativas transformadoras
Tras la energía eléctrica “verde”
Google no pretende convertirse en un generador de electricidad, ni tampoco el grupo danés Lego o la firma sueca Ikea. Sin embargo, Google ha invertido US$ 100 millones en el norte del estado de Oregon en nuevos molinos generadores de energía eólica, que se suman a los US$ 915 millones ya invertidos en los dos últimos años en otros proyectos de energía renovable.
Lego por su parte, está invirtiendo US$ 500 millones en energía eólica cerca de la costa alemana, mientras que Ikea desarrolla usinas eólicas en Escocia, Francia y Alemania.
El punto de coincidencia es que las tres empresas pretenden promover el uso de energía eléctrica “verde”.
Es cierto que desde hace al menos tres décadas abundan las iniciativas verdes desde el sector privado. Pero la diferencia en este caso es que se comienzan a delinear estrategias mucho más ambiciosas y de largo plazo que demandan importantes inversiones y transforman la operación del negocio.
Hay quienes sospechan que en muchos casos se trata de costosos ejercicios de relaciones públicas, o bien que pueden conducir a resultados no sustentables contra su intención inicial. Otros en cambio, creen que se está produciendo un cambio significativo en la cultura de las corporaciones.
Estereotipos y realidades
Ventajas y desventajas de tener a una mujer como jefe
Estudios recientes muestran resultados contradictorios: tener jefas puede ser un verdadero dolor de cabeza pero también un regalo del cielo. Aunque la ansiedad de trabajar para una mujer es mayor, su compromiso con el ascenso de otras mujeres dentro de la organización también lo es.
Aparentemente hay dos clases de jefes mujeres: quienes se toman el trabajo como una distracción de la vida hogareña y delegan responsabilidades para estar con sus hijos; y las otras, siempre en zapatos de taco, las mujeres alfa que quieren comerse el mundo. Esta dicotomía es mentirosa pero muestra, de alguna manera, los estereotipos que aparecen en las empresas. Aparecieron ahora algunos estudios que muestran esta naturaleza contradictoria.
Según un informe de la universidad de Toronto las mujeres que tienen como jefas a otras mujeres sufren de dolores de cabeza –literales, no metafóricos– mucho más que las que reportan a hombres. También sufren de ansiedad y tienen altos niveles de depresión. Hay una explicación: las mujeres dirigen su hostilidad más frecuentemente hacia sus subordinadas femeninas, según el Workplace Bullying Institute.
Y sin embargo, una buena noticia. El año pasado se encuestó a 7.280 líderes y se encontró que las mujeres son mejores motivadoras y tutoras de proyectos que los hombres. También logran mejores resultados, según el Bureau of Labor Statistics de Estados Unidos, y sus empleadas terminan ganando más dinero.
Informe mundial
Felicidad: la última incógnita
¿Qué provoca felicidad en las personas? ¿Ese estado tiene que ver con el nivel de ingreso, con una relación amorosa, con un trabajo estable? Esas categorías son casi fundamentales pero también hay otras que merecen ser medidas, no tanto como dato de color o como investigación del alma humana sino en términos socioeconómicos: la felicidad de las personas tiene que ver con su bienestar y eso ayuda a crear mejores negocios.
Pero la felicidad es un concepto vacío que hay que llenar de contenido. Es, también, muy difícil de medir pero eso no significa que muchos no lo hayan intentado. Bhutan realiza todos los años una encuesta para medir lo que llama “Producto Bruto de Felicidad” y la empresa de investigación Ipsos hace lo mismo. Este año se les sumó el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia que, en su primer informe sobre la felicidad mundial, intenta descubrir el grado de felicidad en el mundo y el papel que juega la ciencia.
Allí aparecen algunos datos interesantes:
• Los ricos son más felices que los pobres. Pero la riqueza es solo un factor en “la felicidad total”.
• La falta de empleo reduce la felicidad. Pero no porque falten ingresos sino porque baja la autoestima por no tener una vida social laboral.
• En algunos países los cuentapropistas revelan mayor índice de satisfacción laboral que los empleados.
Una singular inversión
Larry Ellison se compró una isla
El CEO de Oracle cerró las negociaciones para hacerse con la mayor parte de la isla de Lanai en Hawaii, por una suma no revelada. 98% de la isla de 226 kilómetros, la sexta más grande de Hawai, será de su propiedad según declararon las autoridades hawaianas. El actual propietario, Castle & Cooke, ya mandó la transferencia a la Public Utilities Commission. ¿Extravagancia o inversión?
Detrás de Castle & Cooke está el multimillonario David Murdock, dueño de la isla desde 1985. Aparentemente querría vender su participación porque la isla arroja pérdidas de US$ 18 a US$ 25 millones por año. El Estado retiene el restante 2%.
Aunque la suma que pagó Larry Ellison no fue revelada, el periódico Maui News publicó que rondaría entre US$ 500 y US$ 600 millones. Tampoco se sabe bien la razón de la compra, aunque las especulaciones fueron muchas.
Ecosistemas que se degradan
El inmenso valor de la biodiversidad
Juega un papel esencial en la sustentabilidad de la vida humana sobre el planeta, pero lo grave es que la degradación de los ecosistemas se acelera cada vez más. Hasta ahora, el ámbito empresarial desconoció el valor de todos los servicios que prestan los ecosistemas.
Según Andrew Malk, consultor ambiental en Malk Sustainability Partners, la actual inversión en estudiar y entender la biodiversidad es una cifra minúscula si se la compara con lo que se asigna a inversión e innovación tecnológica.
Según Trucost, las 800 empresas más grandes del planeta se han beneficiado por el uso abierto de los servicios de los ecosistemas, gratuitos, en US$ 854.000 millones en 2010, 41% de sus ingresos. Este monto se compara con US$ 566.000 millones en 2002, una tasa de incremento que no puede perdurar.
Son los ecosistemas los que proveen cosechas, ganado, agua y aportan la fotosíntesis, mientras controlan y regulan las nutrientes, calidad del aire, pestes, erosión, inundaciones y sequías.
