Algunas escuelas de negocios ya están modificando la currícula para satisfacer esta necesidad, pero la inmensa mayoría de las instituciones siguen impartiendo los conocimientos del buen management del siglo pasado.
Mientras el mundo atraviesa la cuarta revolución industrial que cambia de raíz la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos, las escuelas de negocios deberían ser el caldo de cultivo de la innovación donde los profesores tienen por función ayudar a los alumnos a entender el nuevo mundo.
Curiosamente ocurre lo contrario. En la mayoría de los casos las escuelas de negocios actuales están muy ocupadas enseñando e investigando los principios gerenciales del siglo 20.
La cuarta Revolución Industrial que atraviesa la sociedad mundial, en su esencia es simple: las organizaciones se conectan con todos y con todo, todo el tiempo y en cualquier lugar. Están empezando a poder entregar valor al instante y en gran escala. Están creando un mundo en el que la gente, el conocimiento y el dinero interactúan con facilidad y rapidez.
Lo que hace posible esta cuarta revolución es un cambio de paradigma en management. Las firmas que la lideran son manejadas de modo muy diferente del método aplicado por los gigantes industriales del siglo 20. Se dedican a la innovación continua y se organizan para ser ágiles, adaptables y capaces de ajustarse a los cambios de un mercado manejado por los usuarios finales.
Pero en general, todavía la educación gerencial sigue impartiendo el “buen management del pasado”.
Muchas firmas, exitosas o no, tienen acceso a la misma tecnología, datos o inteligencia artificial, que ya son una especie de commodity. La diferencia está en la forma en que unas y otras aplican la tecnología, los datos, o IA.
Si bien es cierto que hay muchos innovadores individuales entre los profesores de las escuelas de negocios, en general se han introducido pocos cambios en la curricula de la enseñanza.
Se puede, entonces, hablar de desconexión entre lo que se enseña y el enorme drama social que se está produciendo. Hasta hace muy poco, además, los gurúes del management tenían bastante poco respeto por las ideas gerenciales que provenían de desarrolladores de software.
Lo que hace falta, entonces, es un replanteo profundo del sistema de las escuelas de negocios. El desafío es convertirlas en innovadoras, eficientes y con la mira puesta en el futuro. No se trata de agregar una nueva materia, práctica o modo de enseñar sino de replantear su existencia desde la base.
Las que cambian
El panorama comienza a cambiar. Poco a poco las escuelas de negocios y sus estudiantes de MBA están forjando lazos cada vez más estrechos con la industria tecnológica. Amazon, Google y Microsoft figuran entre las firmas que más contratan en las B-Schools. 20% de la clase 2018 del MBA de Harvard se aseguró pasantías en compañías tecnológicas y en 2017, 25% de los graduados del MBA del Northwestern’s Kellog aceptaron cargos en la industria tecnológica.
Las principales escuelas europeas están fortaleciendo relaciones con el sector. El ESMT de Berlín informa que 46% de los graduados del MBA del año pasado consiguieron empleo en tecnología e e-commerce, algo que fue facilitado por el curso de especialización “Managing Innovation and Technology” y también por proyectos de consultoría en alta tecnología en la capital alemana.
La Aalto University School of Business de Finlandia se concentra en la intersección de los negocios, la tecnología y el diseño. Aalto trabaja con Nokia para recapacitar personal y ayudar a firmas de todos los sectores a anticipar la disrupción digital.
“La digitalización y la IA están cambiando la forma en que trabajamos y vivimos”, dice Francisco Veloso, decano del Imperial College Business School de Londres. “Si las empresas se transforman para seguir el ritmo del cambio tecnológico, las escuelas gerenciales tendrán que esforzarse en dar a los estudiantes las herramientas que necesitan para emprender carreras o negocios en áreas tales como blockchain o fintech.”
El Imperial ofrece un Master of Science de dos años en business analytics. El estudio se centra en usar estadísticas, investigar operaciones y técnicas de “machine learning” para resolver problemas de negocios y obtener conocimiento útil a partir de datos usando analytics.
“En la Harvard Business School en Boston, los estudiantes de MBA están adquiriendo conocimiento sobre las aplicaciones comerciales de IA”, dice David B Yoffie, profesor de administración de negocios internacionales. “Si uno quiere entrar en el terreno de los autos autónomos, tiene que entender lo que es machine learning y lo que se puede hacer con diferentes técnicas de IA”. Pero, aclara, la escuela de negocios no capacita tecnólogos: lo que es importante es que los estudiantes sepan cómo manejar a los ingenieros, no reemplazarlos”.
Bill Bouding, decano de la escuela de negocios Duke’s Fuqua en Carolina del Norte, a cargo de la carrera de Master in Quantitative Management, hace sonar un toque de atención con respecto a IA. “Está muy bien afinar el currículum para satisfacer las necesidades de la industria, pero las escuelas de negocios también deben prestar atención a las implicancias éticas de la innovación tecnológica. No debemos perder el elemento humano en la innovación tecnológica porque podríamos perder los valores que sostienen nuestra vida”, dice.
La avanzada
Las empresas que buscan aprovechar la inteligencia artificial necesitan empleados que entiendan no solamente cómo funcionan las máquinas inteligentes sino cómo se las puede aplicar en la empresa. Pero es difícil encontrar gente que sepa ambas cosas.
La Smith School of Business en Toronto, Canadá, está tratando de llenar esa brecha con el primer Master en Administración de Empresas especializado en Inteligencia Artificial (MMAI) de Norteamérica y tal vez del mundo. Anunciado a finales de febrero, el programa MMAI es primero en su tipo en Norteamérica y busca satisfacer la creciente necesidad de gerentes que puedan aplicar estrategias de IA a las decisiones de negocios y generar resultados tangibles.
El curso estaba pensado para 40 alumnos pero terminó enrolando a 24 más. Los 64 tienen un perfil diverso. Cada uno trae antecedentes educativos y profesionales diferentes y aporta al grupo habilidades diferentes. El Master, cuya camada inaugural arrancó en el mes de septiembre, se concentra en el manejo de IA en los negocios con un programa diseñado especialmente para estudiar la aplicación de la inteligencia artificial y machine learning en el contexto de la toma de decisiones empresariales.
“El desafío es ligar el poder de la tecnología con las necesidades y el contexto de la organización. Eso requiere un nuevo tipo de profesional con un equilibrio de experiencia en ciencia y en management”, dice Elspeth Murray, decana asociada del Programa MBA de la Smith School of Business.
Otras escuelas de negocios, como Kellogg, Insead y MIT Sloan han introducido ya cursos en IA, pero la Smith es la primera en ofrecer un programa completo en el que los estudiantes indagan a fondo en “machine learning”. Smith viene liderando desde hace varios años en el campo de la integración de la tecnología en sus programas tradicionales. “En 2013 fue la primera escuela de negocios en Canadá en ofrecer un Master en Management Analytics”, dice Stephen Thomas, director de ese curso y del MMAI. “Ahora hay otras tres con carreras similares”.
La idea del nuevo programa surgió en noviembre de 2017 en el directorio de la escuela, donde se escuchó la preocupación sobre la escasez de gerentes de empresa que entiendan IA. “Cuando se contratan técnicos no siempre su accionar se traduce en buenas estrategias de negocios”, dice Thomas, quien explica que el MMAI se cursa en horas de la noche y fines de semana para atraer a profesionales que están trabajando.
El MMAI acaba de comenzar, pero el interés en los futuros graduados de ese curso ya es alto, dice Thomas. “Recibimos muchos llamados de empleadores que han visto nuestros avisos del programa y preguntan por los mejores alumnos con intención de contratarlos”.