En todos los frentes se lucha por los aranceles

    Por Claudio Iglesias


    Diego Carullo

     

    Según lo explica Diego Carullo, actual presidente de la Cámara Argentina de Instrumentos Musicales, Audio, Video e Iluminación (CAIMAVI), durante mucho tiempo no hubo una sola entidad –como la actual– que represente al total de empresas vinculadas con el sector. Hoy, –desde 2010– abarca todo el rubro de instrumentos musicales, video e iluminación.

    –¿Por qué? ¿Antiguamente eran solo fabricantes nacionales y ahora está más mezclado?
    –No tanto. Históricamente no hubo muchos fabricantes. Y hoy quedan ya muy pocos. Actualmente, en la fabricación de instrumentos musicales –dentro de este primer gran sector que nucleamos y representamos– está el rubro guitarras, una parte de baterías y de cuerdas. Hoy la producción se limita a esas tres cosas. En cuanto a la parte de audio, video e iluminación, ahí sí, no hay producción local.

    –¿Audio y video debe ser ahora más importante que los instrumentos nacionales, no?
    –Sí y no. Dentro de esas cuatro patas (instrumentos, audio, video, iluminación), instrumentos viene con el aprendizaje, con el descubrimiento de nuevos músicos, con la parte cultural. Por otro lado, la parte de audio, video e iluminación está más ligada a la puesta de espectáculos, que tiene un boom enorme desde hace 20 años. Nuestra cámara actualmente está nucleando una gran porción de ese segmento. Entre 70 y 80% de las empresas que participan en el montaje de un espectáculo están amparadas por CAIMAVI.

    –¿Y porcentualmente cuál es la gravitación de, por ejemplo, el sector de equipos de audio y video?
    –El volumen de importación del sector –considerando que la gran mayoría de los productos son importados– está en los US$ 100 millones. Esos números generan normalmente unos US$ 413 millones de facturación y a lo largo del país, el último cálculo que hicimos es que entre puestos directos e indirectos, hay alrededor de 65.000 puestos de trabajo. Para tener en cuenta: importadores y representantes, logística y una de las cosas más importantes que fue desarrollando el sector es que con la cantidad de shows que se fueron replicando en el interior del país va permitiendo que se desarrollen empresas de servicios que son las que alquilan y /o los que operan esos equipos.

    –¿Cómo es la situación con los instrumentos musicales?
    –Se importan alrededor de US$ 40 millones en ese rubro. Los niveles se mantienen. Durante el Gobierno anterior con el cerrojo a las importaciones, el nivel de importaciones cayó. Después vino el efecto rebote en el primer semestre de 2016, que fue cuando el Gobierno abrió todas las licencias de importación.
    En instrumentos musicales hay un alto nivel de aranceles, además de otras barreras no arancelarias. Pero hay cuatro puntos que quiero remarcar.
    Si analizamos el sistema arancelario y hacemos un comparativo sobre cuál es la situación de Argentina en el Mercosur, y después con Chile y Colombia, el producto que más se defiende en la Argentina es el de las guitarras clásicas. Porque hay producción. La producción es insuficiente, porque la demanda supera en gran proporción a la oferta actual. Esas guitarras clásicas están pagando 18% de derechos de importación, pero cuando uno lo compara con Mercosur, en Chile pagan 6% o 0 y en Colombia están pagando 10%.
    En iluminación y video. Muchos de los asociados importan cabezales móviles. Esos cabezales aquí pagan 35% de derechos. Cuando uno compara y mira al Mercosur está en 18%, en Colombia no se pagan y en Chile pagan 6 o 0%. Cuando se estableció esto fue durante el Gobierno anterior porque, obviamente, se buscaba restringir importaciones por un lado y reducir la salida de divisas.
    Lo mismo pasa con las pantallas de LED. Están gravadas con impuestos internos con una clasificación incorrecta que hace que paguen 20% de derechos más impuestos internos de 11%. Prácticamente terminan pagando casi 40% de arancel de importación.

    –¿Un primer paso podría ser que restablecieran el arancel normal del Mercosur?
    –Exactamente. Es uno de los primeros reclamos. Lo principal sería que bajen aunque sea de 35% al histórico. Una guitarra eléctrica que baje a 18%.