Todas estas nuevas tecnologías refuerzan el impacto de las demás y conducen hacia un nuevo nivel de aptitud y a nuevos tipos de oportunidades y desafíos para las empresas y para la sociedad en su conjunto. Comienzan a desdibujarse las tradicionales fronteras entre las diferentes industrias. Es cada vez más difícil diferenciar entre, por ejemplo, una compañía de telecomunicaciones y una productora de entretenimiento, o entre un banco minorista y una tienda minorista. Las relaciones entre proveedores, productores y consumidores también se desdibujan. Y todo esto ocurre con más rapidez de lo que muchas empresas están preparadas para absorber.
¿Cómo hacen entonces para trazar una estrategia de negocios en medio de esta ola de cambio tecnológico? La base de la estrategia comercial ha sido durante mucho tiempo la clásica cadena de valor, que conecta a los productores de materias primas, fabricantes, distribuidores y, al final, a los consumidores mediante una infraestructura comercial muy bien establecida y caracterizada por un conjunto de transacciones estables. Ahora la tecnología digital permite a los individuos conectarse por fuera de esa cadena de valor y lograr productos y servicios más eficientes. Las economías de escala y las divisiones convencionales del trabajo pierden importancia. Pero al menos hay certeza sobre una cosa: lo más importante para una empresa será ganar la confianza de los consumidores y tener una clara articulación de propósito. Una empresa que está en continuo cambio debe contrarrestar esa turbulencia con propósito y confianza.
Una investigación realizada por Bob Moritz, presidente de PricewaterhouseCoopers International Network y Norbert Schwieters, socio de PwC, sugiere que internet industrial promete ganancias insospechadas para las compañías que sepan lograr un papel de liderazgo. Pero eso dependerá, en parte, de las acciones que realicen en estos estos primeros años, de las capacidades que desarrollen y del éxito que consigan en la reformulación de sus negocios y modelos operativos para aprovechar al máximo esta nueva infraestructura tecnológica.
¿Qué puede hacer usted para conseguir que su compañía, grande o pequeña, tenga un rol preponderante en la próxima revolución industrial?
Los siguientes 10 principios le ayudarán a nevegar a través de las incertidumbres de los próximos años de un modo sistemático y rentable.
Principios para trazar una estrategia
1. Reformule el modelo de negocios. El mundo de la empresa ya se acostumbró a la disrupción. En todas las industrias, las empresas que se apegan a sus viejos modelos de negocios pierden terreno ante recién llegadas que ofrecen productos y servicios a precios mucho más bajos. La próxima revolución industrial acelerará este proceso, especialmente en la manufactura, reduciendo costos y mejorando eficiencia en gran escala. Las empresas que sean lentas para el cambio perderán frente a las que reformulan sus modelos de negocios para aprovechar las nuevas plataformas y sus nuevas oportunidades.
2. Trace su estrategia alrededor de plataformas. Lo que la cadena de valor fue para el viejo sistema industrial, la plataforma es para el nuevo. Una plataforma es una combinación de estándares y sistemas que interactúan entre sí. Crea una base tecnológica sobre la cual un amplio abanico de vendedores y clientes pueden interactuar entre sí. Las plataformas más exitosas encuentran el vendedor adecuado para cada cliente, logran una atractiva experiencia de cliente y recolectan datos de la gente que usa el sistema. Un negocio que controla una plataforma popular –Microsoft con Windows, Apple con iOS móvil, Amazon con su sistema “tienda de todo”, Facebook con medios sociales y Google con su motor de búsqueda– puede influir en la dirección de la evolución del mercado B2C. Lo mismo ocurrirá con los nuevos sistemas operativos industriales para los mercados B2B. Los usuarios de una plataforma se convierten, de hecho, en un ecosistema: un grupo de compañáis intercambiando bienes y servicios con sus consumidores.
Estamos apenas en los comienzos de la creación de plataformas en internet industrial.
3. Diseñe para los clientes. Como la próxima revolución industrial está impulsada por tecnología digital en gran escala, es fácil no darse cuenta de cómo esto podría afectar las relaciones humanas. La nueva infraestructura es una red de conexiones entre personas: los productores y consumidores, en particular, están mucho más íntimamente conectados que antes. Con los celulares y las redes sociales, los consumidores pueden conectarse directamente con los fabricantes de los productos y servicios que compran. Mediante sensores y data analytics los productores pueden adecuarse con más precisión a las necesidades, hábitos e intereses de largo plazo de la gente que compra productos y servicios. Es una oportunidad sin precedentes para crear una empresa con el cliente en el centro, que se conecte con lo que la gente genuinamente quiere y necesita de la compañía y así generar compromisos que duren toda la vida.
Una experiencia de cliente verdaderamente omnicanal conecta todos los puntos de toque: todo el contacto personal directo, todo el entorno de retail, toda la actividad online, todo lo que se conecte a través del celular y todas las demás conexiones entre la empresa y el cliente. En la nueva infraestructura de negocios hay muchos más puntos de contacto donde trabajar. Los clientes viven en un mundo interactivo. La manera en que se comportan se suma a la información que tiene la empresa de ellos, información que se puede consultar para tomar decisiones. A su vez, la conducta de la empresa es para esos consumidores más evidente y transparente que nunca.
4. Aumente la visión tecnológica. No importa cuál sea su línea de negocios, vivimos en un mundo programable y el software va a ser la clave de la competitividad de todos. Tomemos como ejemplo la industria automotriz alemana. Durante muchos años gozó de reputación mundial de excelencia en en ingeniería mecánica, pero de ahora en más la excelencia digital tendrá la misma o mayor importancia. Este cambio está obligando a pensar en la futura estrategia industrial a un país que, según algunos, es relativamente débil en IT. “En el futuro, 50 a 60% del valor de un auto consistirá en dispositivos digitales y herramientas”, dijo uno de los asesores de Angela Merkel. “Y 20% serán baterías. Si nos descuidamos, los fabricantes alemanes van a terminar haciendo nada más que las ventanas, los asientos y las ruedas”.
Todas las empresas, aunque estén en Silicon Valley, deberán mejorar su visión tecnológica en los próximos años. Esto no es solo cuestión de reclutar gente con experiencia en software, sino de desarrollar las habilidades de todos los integrantes de la compañía.Van a necesitar no solo la capacitación técnica para usar herramientas digitales sino un conocimiento profundo de los patrones tecnológicos.
5. Innovar rápida y abiertamente. La innovación y el liderazgo van de la mano con la próxima revolución industrial. Muchas compañías buscarán la disrupción tecnológica, pero una corriente sostenida de innovaciones incrementales va a ser más fácil de generar y, lo que es más importante, más fácil de testear en el mercado. Con las herramientas que brinda internet industrial, usted podrá hacer el prototipo de nuevos productos, fabricarlos en pequeñas tandas, distribuirlos rápidamente y ver cómo responden los clientes antes de abrirlos al mundo. A medida que se van acumulando esas innovaciones incrementales pueden, a veces, convertirse en disrupción. Eso fue lo que ocurrió con el smartphone.
La innovación rápida es más eficaz cuando la gente está abierta a la colaboración con personas ajenas a sus empresas. Gran parte de la tecnología en internet industrial no es simplemente inter-funcional sino inter-industrial.
6. Extraiga más conocimiento de los datos que tiene. El aumento exponencial de los datos en tiempo real está dando a las empresas nuevos conocimientos. Reunir y analizar datos es importante pero esos datos son solo el comienzo. Es fundamental usar los resultados del análisis de datos para reconocer patrones importantes y obtener conocimiento que ayude a tomar las decisiones correctas y seguir mejorando.
Para sacar la mayor cantidad de jugo a los datos, hay que integrar los equipos de analytics. Programar sesiones regulares en las que la gente hable de lo que está encontrando y cómo podría eso afectar el negocio. Hay que procurar que se tomen en cuenta los datos de todas las operaciones.
7. Adoptar modelos innovadores de financiamiento. Las nuevas tecnologías de escala inevitablemente afectan a los viejos métodos de recaudar dinero. A medida que se expande internet industrial, la capacidad para financiar grandes proyectos de capital seguirá siendo una de las habilidades distintivas de una compañía industrial. Pero van a cambiar los detalles. Los proyectos de infraestructura seguirán el ejemplo de la industria del software, donde la computación en la nube generó un cambio silencioso pero generalizado. Los usuarios de software ya no compran paquetes sino que se suscriben al software como servicio pagando una mensualidad al proveedor a cambio de acceso a actualizaciones continuas. Este método afecta el tipo de financiamiento que necesitan las empresas tecnológicas y la forma en que manejan el retorno sobre la inversión.
Las grandes firmas industriales pasarán, del mismo modo de financiar la propiedad de las fábricas y maquinarias a financiar un sistema de pay–as–you–go con pagos más pequeños pero más frecuentes para instalaciones más flexibles.
8. Foco en el propósito, no en los productos. Como todas las empresas van a usar las mismas plataformas para activar sus habilidades, la diferenciación va a exigir que exista un propósito claro: una proposición de valor, más efectiva que la de los demás que se aplique en todo lo que hace la empresa. Esto significa que usted deberá analizar detenidamente las razones que tiene la gente para ir a comprar a su compañía, los resultados que busca y las formas en que se los puede entregar. Cuando una compañía ve esto con claridad y por qué vende lo que vende, va a inspirar confianza. Los clientes saben reconocer cuando una compañía hace lo que dice.
9. Ser confiable con los datos. Usted ya tiene una enorme cantidad de datos. A medida que se difunde IoT hacia todos los productos imaginables, lo que usted sabe de la gente aumentará en forma exponencial. Los datos compartidos son el combustible de la próxima revolución industrial y así como ganarse la confianza digital será la clave del éxito, perder la confianza de la gente será el camino seguro hacia el fracaso. Usted deberá impedir que un outsider obtenga información crítica. Necesitará fuertes sistemas de gerencimamiento y de ciberseguridad para que su compañía no tenga filtraciones y sepa manejar la disrupción de las operaciones. La transparencia debe ser parte de la estrategia. Sin una clara idea de cómo define e implementa las reglas los stakeholders pueden cuestionar la honestidad de su compañía.
10. Ponga a la gente antes que las máquinas. Esto puede parecer una obviedad pero la historia de la tecnología está plagada de ejemplos donde ocurrió lo opuesto. Internet industrial coloca un poder sin precedentes en cada empresa. A medida que las máquinas se interconectan cada vez más la calidad de la experiencia del usuario se viralizará. Si dejamos a la gente al margen de los empleos, de las oportunidades creativas, del ingreso y de la satisfacción de cliente, entonces adoptar la tecnología tendrá el efecto contrario. Las empresas, en particular, florecerán en este nuevo mundo solo si sus líderes entienden el lugar de los valores humanos.
Fomente entonces en su empresa mejores conexiones entre la gente, para alentar la conducta humanitaria y para crear las capacidades necesarias que superan el aislamiento tecnológico. Su empresa va a necesitar gente que pueda entender las tecnologías de la infraestructura industrial, como inteligencia artificial y analytics, pero que también sea experta en trabajar con la cultura de una organización.
